Economía

España vende más que turismo al exterior: las exportaciones de servicios cualificados repuntan un 40% desde 2019

  • Supone un paso al frente vendiendo a países foráneos actividades de alto valor añadido
  • Equivale a un saldo del 2,3% del PIB que prácticamente compensa el déficit energético 
  • Los servicios empresariales, las telecomunicaciones o las finanzas son los más rentables
Exportaciones de servicios de alto valor añadido. EE
Madridicon-related

España ha dado un paso al frente en los últimos ejercicios para consolidarse como país que no vende únicamente su turismo al extranjero. Aunque el turismo de sol y playa sigue siendo el gran músculo de la economía española, hay una cierta transformación del patrón exportador hacia unos servicios de alta cualificación y valor añadido, desligados del turismo, que reportan a la balanza comercial un saldo positivo equivalente al 2,3% del PIB. Las ventas al exterior de servicios no turísticos, de hecho, han consolidado un importante incremento en comparativa con 2019, aumentando un 40% desde entonces.

La balanza comercial española registró en 2023 su mayor superávit hasta la fecha como resultado de la simultánea reducción del déficit en la balanza de bienes y de la ampliación del superávit en la de servicios y, más en concreto, de los no turísticos, donde se ha reforzado una "positiva tendencia de la economía española, dado que hablamos de actividades de alto valor añadido y elevado nivel de cualificación", explica Funcas.

Son servicios a empresas como consultorías o I+D, de servicios financieros, TIC, seguros y fondos de pensiones o del transporte, negocios donde España se está expandiendo al exterior, mostrando la capilaridad y la eficiencia de los servicios más allá de ser un motor económico basado en el turismo.

El saldo de los servicios no turísticos (exportaciones menos importaciones) alcanzó el récord del 2,3% del PIB en 2023, reforzando el paulatino crecimiento que se viene produciendo en las últimas décadas. Eso sí, hace dos décadas el superávit era prácticamente inexistente y hoy reporta más de 33.000 millones a la economía española.

Por poner en contexto, el valor del déficit de la balanza comercial incluyendo la energía fue de 40.560 millones el pasado ejercicio. Y el déficit de los bienes (principalmente, la energía que compramos a terceros países) fue del 2,2% del PIB, corregido a la baja tras la crisis de Ucrania. Los servicios altamente cualificados ayudan a corregir la dependencia energética del exterior.

En términos nominales, las exportaciones se situaron más de un 40% por encima de las de 2019, y las importaciones, cerca de un 25%. La mayoría de los tipos de servicios vienen reflejando mejoras, destacando los aumentos del superávit de los servicios financieros, de telecomunicaciones e informática y de transporte de pasajeros (relacionado con el auge del turismo), así como la reducción del déficit del transporte de mercancías (vinculado al descenso del comercio de bienes). Del presente 2024 hay únicamente datos correspondientes al primer trimestre, cuando se mantuvo la tendencia: el nivel de exportaciones representó el 15% del PIB, el nivel más elevado de la Contabilidad Nacional.

Para comienzos de siglo, la penetración de actividades lejos de nuestras fronteras era casi nula. La internacionalización de las profesiones de alto valor añadido es hoy una realidad. Las actividades más 'rentables' en términos de balanza comercial son aquellas relacionadas con las telecomunicaciones, informática e información que reportan un superávit comercial superior a 9.000 millones; así como los servicios empresariales de I+D, consultorías y cuestiones técnicas con más de 9.800 millones de superávit. El transporte, 6.460 millones. Otro sector, como las actividades técnicas, comerciales y otros servicios empresariales reportó casi 6.000 millones.

España es más débil frente al exterior especialmente en las actividades relacionadas con el uso de propiedad intelectual. Aunque el I+D salga bien parado (1.872 millones de superávit), los intangibles asociados a un bien económico o cultural están muy ligados a la escasa inversión de España en investigación, desarrollo e innovación, un apartado en el que estamos a la cola de Europa. Más de 2.500 millones de euros se van por este sumidero.

El saldo de los servicios más cualificados representa el 2,3% del PIB, mientras el turismo reporta a España un saldo positivo del 4,1%. El turismo reportará este año grandes alegrías a la balanza comercial, como explica el ministro de Economía Carlos Cuerpo al revisar las proyecciones macroeconómicas del Gobierno. Las exportaciones tendrán de nuevo una aportación positiva para el PIB español, contrarrestando la debilidad de los socios comerciales en Europa. En algunas declaraciones, el ministerio de Economía ha admitido el potencial que observa en este tipo de exportaciones para mejorar el crecimiento del PIB español.

Está por ver si España es capaz de favorecer un atractivo cóctel comercial que incluya un mayor peso de los servicios altamente cualificados, con una menor dependencia del exterior por la energía verde, contrarrestando así la dependencia del turismo.

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