
La educación superior se enfrenta a un momento crucial, donde la demanda de estudios universitarios se adapta con mayor rapidez a las necesidades del mercado laboral que la oferta educativa proporcionada por las universidades públicas. Esta es una de las principales conclusiones del último número de Papeles de Economía Española, una publicación de Funcas que explora los desafíos y oportunidades para el futuro de la educación superior en España.
El informe, titulado "Desafíos y oportunidades para el futuro de la educación superior", analiza cómo la digitalización, la inteligencia artificial (IA), y la nueva demografía estudiantil están remodelando la universidad. Los autores, Aitor Lacuesta, Marta Martínez-Matute, Jorge Sainz e Ismael Sanz, presentan datos que revelan un incremento en los desajustes entre la oferta y la demanda de titulaciones, especialmente tras la pandemia. Las notas de corte para los estudios con mayores expectativas salariales han aumentado, reflejando una demanda creciente, mientras que la oferta de plazas en universidades públicas no ha seguido esta tendencia.
Iván Zamarrón, coordinador de Innovación y Desarrollo de Oferta Académica de la Politécnica Nebrija (Universidad Nebrija), comenta también sobre los recientes cambios en la oferta de plazas en las universidades públicas en relación con el mercado laboral: "La transformación digital que afecta al conjunto del mercado de trabajo ha impactado también a la oferta pública en las ramas de Ingeniería y Tecnología, campos en los que la universidad pública cuenta con más oferta o titulaciones, por delante de Humanidades y Arte." Zamarrón explica que existe una sensibilidad creciente en la universidad pública hacia la renovación y actualización de su oferta clásica, intentando responder a los retos que plantea la empresa del siglo XXI. Según él, las universidades están adaptando sus programas para alinearse mejor con las demandas actuales del mercado laboral, particularmente en áreas tecnológicas.
Zamarrón fue crítico al señalar que la oficialización de títulos competitivos no puede sostenerse sobre la obligatoriedad, para el centro universitario promotor del nuevo título avanzado (grado y máster universitario), de contar con un claustro docente que está en las antípodas de la investigación aplicada y del conocimiento práctico actualizado asociado al tejido empresarial. "La falta de perspectiva del conjunto de la Comunidad Educativa -los que la rigen, eminentemente, y sus excesos regulatorios- está estrangulando la innovación académica española hacia nuevos títulos que formen a las nuevas generaciones en torno a los temas críticos de la economía productiva real, y así competir frente al mundo anglosajón, noreuropeo o asiático: Computación, Robótica y Automática, Ciberseguridad y Cloud Computing, Construcción Digital, etc.", concluye.
Por su parte, Jorge Pérez Serrano, vicerrector de Estudios de Grado y Acceso de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), considera que la universidad publica "tiene la obligación de dar curso a las demandas de las profesiones que conforman el espectro de sociedad proveniente de los estudios universitarios, tanto los mas tradicionales como a los innovadores". Los tradicionales provienen de carreras establecidas en nuestro ideario y por tanto muy identificables, destaca. "El problema es que a veces, muy recientemente, tenemos nuevos ámbitos de conocimiento o especializaciones que dan lugar a una inminente demanda de profesionales altamente cualificados en este sector. La universidad publica puede y debe girar para cubrir estas demandas pero no olvidemos que un titulo universitario se conforma con múltiples ámbitos de conocimiento, se aúnan, conforman un cuerpo y con un sentido de coherencia académica desembocan en la obtención del titulo". Pérez afirma que se puede demandar esto con cierta prisa, pero hay que tener en cuenta varias premisas: a) debemos tener un reconocimiento de toda la multitud de ámbitos básicos que conforman el titulo; b) ordenarlos y someterlos a una aprobación de lo que se conoce como una memoria de verificación de un titulo; c) contar con los especialistas suficientes como para que puedan impartir la totalidad de las materias y por ultimo, pero no menos importante, d) asegurarse que va a haber una demanda de este titulo por parte de los futuros universitarios.
Antonio Abril Abadín, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS), destaca también que las universidades españolas están haciendo esfuerzos por adaptar su oferta formativa a las demandas del mercado laboral. Han incrementado la creación de programas en áreas de alta demanda como Ciberseguridad, Big Data e Inteligencia Artificial, pero la oferta aún es insuficiente para la demanda estimada
Además, Abril menciona que, aunque con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior se incrementó el catálogo de titulaciones y se incluyeron las prácticas externas a los planes de estudio, el objetivo fundamental de Bolonia, que era la orientación de las titulaciones a la empleabilidad, aún no se ha alcanzado de forma óptima en las universidades públicas españolas
Por otro lado, Abril Abadín destaca la necesidad de mejorar la flexibilidad operativa y la autonomía real de las universidades para gestionar el talento de sus personas y orientar la oferta de titulaciones a las demandas reales del sistema productivo, lo que facilitará la empleabilidad de los estudiantes

Tecnología y capital humano
Los autores de la investigación destacan la necesidad de invertir en estudios que complementen las nuevas tecnologías con el capital humano. La investigación sugiere que la IA y la robótica incrementan la demanda de trabajadores cualificados, mejorando tanto el empleo como los salarios en estos sectores. Para maximizar los beneficios y mitigar las consecuencias negativas de estos avances tecnológicos, es esencial que los sistemas educativos sean flexibles y reactivos a los cambios rápidos del mercado laboral.
El trabajo revela también importantes disparidades de género en la elección de grados universitarios. Las mujeres están sobrerrepresentadas en campos relacionados con la salud y los cuidados, mientras que los hombres dominan los estudios STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Esta brecha de género, que persiste desde hace dos décadas, podría estar contribuyendo a las desigualdades salariales en el mercado laboral. Los autores abogan por enfocarse en mejorar la calidad de la educación superior, dado que España ya lidera en Europa en términos de cantidad de estudiantes universitarios.
En cuanto a cómo afecta la brecha de género en el mercado laboral, Zamarrón señala también que es dispar y muy particular a la idiosincrasia de cada rama, ámbito o disciplina. "Por ejemplo, en nuestro caso, el de Politécnica Nebrija, estamos haciendo un esfuerzo por aproximar el apasionante mundo de la Ingeniería Logística y de Cadena de Suministro (grado universitario) al mundo femenino, cuya sensibilidad analítica y de gestión es muy propicia para un área de la economía tradicionalmente protagonizada por hombres. Ya hay un cambio progresivo en el sector, y nuestro grado viene a respaldarlo, formando a las futuras directivas de Operaciones y Organización Industrial, de perfil logístico y cadena de suministro", explica.
Hay estudios universitarios en los que es muy difícil encontrar paridad o un equilibrio cercano entre géneros. En la UAH tienen carreras donde la gran mayoría son hombres y al revés, otros donde la inmensa mayoría son mujeres. Porque cada uno escoge una u otra carrera influido por infinidad de motivos: familiares, personales, ideales, o cualquier otro que solo la sociología puede explicar.
El presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS) señala que todo indica que las titulaciones STEM serán las que generen más demanda empresarial y, por lo tanto, mayor inserción laboral en el futuro. Sin embargo, mencionó que España tiene una escasa proporción de titulados en estas áreas, solo un 22%, en comparación con la media europea del 34% o el 37% de Alemania. Abril destaca que este problema de brecha digital se agrava debido a la importante brecha de género, que es un tema generalizado en Europa pero especialmente grave en España. Indica que, a pesar de que el porcentaje de mujeres matriculadas en las universidades españolas es del 54,7%, en las titulaciones tecnológicas este porcentaje desciende hasta el 26,8%. Las mujeres solo son mayoría en las biotecnologías (60%) y tienen un crecimiento en nanotecnología (actualmente el 41%). En todas las demás titulaciones tecnológicas, son minoría, llegando a representar un exiguo 12% en informática. Sin embargo, Abril Abadín resalta que el grado de empleabilidad de las mujeres en estas áreas, medido por el porcentaje de contratos a tiempo completo, es muy alto, lo que indica que no se trata de un problema de capacidad, sino de formación y vocación. Ante el déficit de formación, enfatizó la necesidad de impartir educación en la igualdad. Además, sugiere llevar al sistema educativo los excelentes referentes que existen de mujeres investigadoras, tanto en España como en el extranjero, como Margarita Salas y María Blasco en España, o Radia Joy Perlman, conocida como la madre de Internet, Hedy Lamarr, precursora de las conexiones bluetooth y wifi, Evelin Berezin, creadora del primer procesador digital de textos, entre otros ejemplos.
Zamarrón aborda también el impacto del cambio tecnológico sobre el empleo en estos momentos. Según él, las inversiones en tecnología permiten que las empresas sean más ágiles, adaptativas y cohesionadas, pero señaló que sin una relación sinérgica con personas (factor humano) y procesos (organización), estas inversiones no aportan una ventaja competitiva sostenida en el tiempo. Zamarrón afirmó: "La tecnología hará replantear, matizar y repriorizar arquitecturas, funciones, puestos, dotaciones de recursos, etc. Su impacto se está dejando notar ahora ya en un primer momento, con la salida progresiva de puestos asociados a actividades de tipo operativo, rutinario, repetitivo (la automatización). En las facetas de gobierno estratégico, análisis y desarrollo de negocio, decisión multicriterio, etc., las personas -suficientemente preparadas y experimentadas- son y serán un elemento insustituible."
Pérez destaca que "un fracaso en cualquiera de estas situaciones va a desembocar en un problema mayúsculo de recursos humanos no utilizados o infrautilizados", además de lo que supone la perdida de las inversiones destinadas a la puesta a punto de la misma o la infinita desesperación que pueden tener los pocos titulados que si finalizaron unos estudios de los que la sociedad no reconoce o ya no desea. "Podemos hacer las cosas, pero solo de una manera. No queremos ser una fabrica de parados, y menos aun a contribuir a formar fracasados".
Abril Abadín también indica que el cambio tecnológico, impulsado por la robotización y la automatización, "está creando nuevos puestos de trabajo a la par que elimina otros". Según el Foro Económico Mundial, se espera que 75 millones de empleos sean reemplazados por máquinas, pero también se crearán 133 millones de nuevos puestos que requerirán interacción entre humanos y tecnologías. Esto indica la necesidad de una constante adaptación y aprendizaje de nuevas habilidades por parte de los profesionales.
La financiación y el auge de las universidades privadas
La financiación universitaria también está en el centro del debate. José García Montalvo y José Montalbán Castilla señalan un aumento significativo en la inversión privada en universidades españolas. Este boom de inversión, junto con el aumento en la matriculación en universidades privadas, está cambiando el panorama educativo. A pesar de su prestigio tradicional, las universidades públicas enfrentan desafíos para competir debido a restricciones regulatorias y falta de flexibilidad financiera.
En cuanto a la digitalización y la IA están transformando la enseñanza universitaria. La capacidad de personalizar el aprendizaje mediante algoritmos y datos de interacción estudiantil promete revolucionar los procesos educativos. Las plataformas digitales, al democratizar el acceso a los recursos educativos, y la búsqueda de experiencias formativas que preparen a los estudiantes para un mercado laboral globalizado, son factores clave en este cambio.
Respecto a los estudios en los que se debería invertir más para aprovechar las complementariedades entre las nuevas tecnologías y el capital humano, Zamarrón afirma que, indudablemente, en los estudios de perfil politécnico se da el contexto óptimo de integración Tecnología y Personas. "En el caso de Politécnica Nebrija, nuestra apuesta en las áreas de Ingeniería Industrial, Arquitectura y Construcción y Ciencias de la Computación gira en torno a la formación en competencias integradoras de lo técnico-tecnológico y de la gestión (especialmente de equipos). Estamos haciendo un esfuerzo en ello en torno a grados como Ingeniería Logística y Organización Industrial, Ingeniería Robótica, Inteligencia Artificial, Ingeniería Civil, Ingeniería y Gestión de la Energía, etc.", detalla Zamarrón.
En cuanto al impacto del cambio tecnológico sobre el empleo en estos momentos, el profesor de la UAH cree que el ser humano se adapta, pero necesita tiempo; bien es cierto que en la ultima revolución (la tecnológica y digital) "la aparición de nuevos trabajos y extinción de los menos validos o adaptables ha sido bastante modulada". Las consecuencias de la ultima revolución (la de la IA) creo que no somos capaces de advertirlas aun. Necesitamos tiempo. "En mi opinión, si vemos los grados como modelos mas estáticos y reconocibles, es en el posgrado donde podemos girar mas rápido a cubrir una necesidad perentoria". Recientemente, están despuntando con fuerza y éxito reconocido las Microcredenciales. Estos estudios de hasta 15 créditos son una magnifica manera de dar de formación intensiva y dedicada a cualquier persona, con estudios universitarios o no, conocimientos y capacidades de aproximación a una tecnología o campo novedoso. En todo caso, cada vez vemos mayor interconexión entre ámbitos no solo complementarios, como puede ser la economía y la computación, sino también interconexiones disruptivas como entre la medicina y las humanidades.
La investigación es el motor del desarrollo
El artículo de Funcas subraya el papel crucial de la investigación universitaria en el desarrollo económico y social. Destaca la necesidad de implementar estrategias para captar y retener talento investigador, asegurar una financiación adecuada y crear incentivos para la investigación de alta calidad. Estos elementos son fundamentales para que la investigación universitaria continúe contribuyendo al bienestar y progreso de la sociedad.
Por último, Pérez también hace una reflexión sobre la dificultad que afrontan las universidades públicas para reaccionar rápido a esos cambios teniendo en cuenta los procesos de verificación, aprobaciones… "Formamos parte de un país en el que las grandes leyes, en nuestro caso las del Sistema de Educación Superior, sufren cambios normativos con cierta frecuencia y las urgencias no suelen ser buenas. Todo cambio que se haga debe comprender que las consecuencias se van a ver varios años después, a veces una decena. Solo pido mesura y reposo a la hora de regular los cambios en la norma de la educación superior". Destaca que la universidad española puede que no sea modelo de muchas cosas, pero siempre sale muy bien parada cuando fuera de nuestras fronteras valoran a nuestros egresados de la mejor manera posible. Tanto, "que están dispuestos a ficharlos o a quedárselos en sus centros de investigación o empresas. Como digo, muy mal no lo estaremos haciendo".