Este mes de junio suele venir con sorpresa (agradable) para los trabajadores, ya que es cuando se produce el cobro de la paga extra de verano, una de las dos que reciben los trabajadores o lo largo del año y una buena inyección de dinero de cara a las vacaciones.
La paga extra no es un privilegio que las empresas conceden a sus trabajadores, todo lo contrario: son un derecho laboral reconocido ni más ni menos que por el mismísimo Estatuto de los Trabajadores.
En su artículo 31, el Estatuto de los Trabajadores (puede consultarlo en este enlace) reconoce que "el trabajador tiene derecho a dos gratificaciones extraordinarias al año, una de ellas con ocasión de las fiestas de Navidad y la otra en el mes que se fije por convenio colectivo o por acuerdo entre el empresario y los representantes legales de los trabajadores".
Esta segunda gratificación extraordinaria es la que tradicionalmente corresponde a la paga extra de verano, una costumbre absolutamente extendida y consolidada en la gran mayoría de las empresas.
Por qué cobras más con la paga extra que con el sueldo
Sea como fuere, todos los trabajadores que perciban la paga extra de verano (y, en realidad, en cualquier otra época del año) notarán cómo el importe de la paga extra es superior al de sus nóminas mensuales que cobran todos los meses del año.
¿Por qué? Hay una leyenda urbana muy extendida que atribuye esta mayor cuantía a que las pagas extra no tienen retenciones por el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), pero eso no es cierto: hay que pagar los mismos impuestos por las pagas extra que por el resto del salario porque, en verdad, son simple y llanamente una parte más del salario.
La razón se encuentra en las cotizaciones de los trabajadores: como estas cotizaciones se realizan doce veces al año (cada vez que se cobra el salario normal), se hacen sobre una doceava parte del salario anual, que incluye las pagas extra. Es decir, que todos los meses cotizamos sobre una cantidad superior al salario mensual.
Esto puede consultarse en la nómina mensual: la base de cotización de la Seguridad Social se compone de la base de IRPF y de una partida que puede denominarse 'P.P. Extra' y que hace referencia a esas pagas extra prorrateadas los 12 meses del año en las cotizaciones.
Al haber cotizado ya por el mes corriente, cuando llega la paga extra (suele abonarse días después o incluso a mediados de mes) el importe de la paga extra es mayor al no tener esas cotizaciones que ya se han realizado a lo largo del año.