
El agujero del sistema de pensiones se amplía hasta los 2,49 billones de euros, según calcula Fedea. La entidad alarma de la situación en la que se encuentra la viabilidad de las cuentas públicas, fruto del incremento del gasto destinado al pago de las pensiones y advierte de la poca probabilidad de que la última reforma reduzca el déficit contributivo observado en los últimos años. "Pese a las optimistas previsiones del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, es poco probable que la reforma del sistema de pensiones llevada a cabo en el periodo 2020-2023 reduzca el creciente déficit contributivo observado en los últimos años", subraya Fedea en un informe, en el que recuerda que las generaciones futuras se verán obligadas a cargar con el desajuste gestado en el sistema público de pensiones. Para evitarlo, Fedea urge a la clase política "a tomar medidas correctivas".
La entidad cuestiona en su análisis, la fórmula que Moncloa utiliza para medir la salud financiera del sistema, que parte de los indicadores fiscales, aquellos que miden la relación entre los ingresos y gastos de cada año, es decir, el déficit/superávit del sistema. Una vía, que Fedea considera incompleta, y proponen una herramienta complementaria para valorar la solvencia estos sistemas, cada vez más utilizada, es el llamado balance actuarial.
En concreto, plantean observar el pasivo de un sistema de pensiones, esto es, los derechos adquiridos por los cotizantes y pensionistas en una fecha determinada, junto con los activos financieros y, en particular, por cotizaciones que respaldan a dichos pasivos. El documento recuerda que la Unión Europea exige que todos los Estados miembros publiquen un cuadro complementario para recoger el valor devengado de sus pasivos por pensiones hasta una fecha de referencia utilizando un método actuarial estándar y algunas hipótesis comunes.
Critica la política del Gobierno
Los cálculos de la entidad de análisis parten de la última versión disponible de este cuadro para España, el de 2021, publicada recientemente por INE. Según sus número, los pasivos por pensiones del sistema público al finalizar ese año fueron de 5,46 veces el PIB español, muy por encima de las 3,32 veces alcanzados en 2014. Con este punto de partida, los cálculos de Fedea apuntan a que el patrimonio neto negativo o "agujero" del sistema alcanzaba la cifra de 2,04 veces el PIB de 2021, es decir unos 2,49 billones de euros. "La salud financiera del sistema de pensiones español es débil y se está debilitando debido a políticas de pensiones incorrectas, la falta de crecimiento económico y las tendencias demográficas", apunta el documento que demanda que la gestión de las obligaciones en materia de pensiones pase de estar de un enfoque de "ojos que no ven, corazón que no siente a otro más transparente que refleje con exactitud el valor neto del sistema".
Para ello, propone aprobar una reforma urgente que garantice la equidad intergeneracional y modificar el enfoque de la política de Seguridad Social en España. "Se puede afirmar que la reforma llevada a cabo en el periodo 2020-2023 está mal planteada porque se basa en la ficción de que el sistema de pensiones está en una especie de equilibrio cuando el sistema tiene una situación de solvencia muy vulnerable y con una deuda muy elevada", advierte Fedea.