Economía

La facturación empresarial aumenta en España tras tres trimestres de caídas

  • Hostelería y actividades administrativas son los sectores que tienen mayores aumentos de las ventas
  • Las presiones inflacionistas han disminuido en el segundo trimestre
  • La falta de mano de obra afecta en mayor medida a la hostelería, la agricultura y la construcción
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El último informe del Banco de España, basado en la Encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE) correspondiente al segundo trimestre de 2024, arroja luz sobre la evolución positiva de la economía española. Según los datos recogidos entre el 13 y el 27 de mayo, más del 32% de las empresas encuestadas reportaron un aumento en su facturación, lo que representa un incremento de 10,1 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. Este es el primer crecimiento significativo tras tres trimestres consecutivos de retrocesos.

Las empresas han experimentado una disminución de las presiones inflacionistas tanto en los costes de insumos como en los precios de venta y costes laborales. Las expectativas indican que esta tendencia de reducción inflacionaria continuará durante el próximo año. Sin embargo, la heterogeneidad sectorial sigue siendo pronunciada se desvela en el informe del Banco de España en base a la encuesta de casi 15.000 sociedades. Sectores como la hostelería y las actividades administrativas han mostrado los mayores incrementos en ventas, mientras que la agricultura y el comercio siguen enfrentando desafíos persistentes, con numerosos trimestres de caídas continuas.

En términos de empleo, la encuesta también revela señales alentadoras. El 18,5% de las empresas informaron un aumento en su nivel de empleo, una mejora de 4 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. Las perspectivas para el tercer trimestre del año son igualmente optimistas, sugiriendo una continuación en el crecimiento del empleo. Al igual que en la facturación, los servicios de hostelería y las actividades profesionales y administrativas destacan por sus avances, mientras que la agricultura y los servicios inmobiliarios presentan un desempeño menos favorable.

Sin mano de obra

A pesar de estos signos de recuperación, las empresas continúan preocupadas por la disponibilidad de mano de obra y la incertidumbre sobre las políticas económicas. La falta de mano de obra afecta en mayor medida a la hostelería, la agricultura y la construcción, donde más del 50 % de las empresas declaran que se están viendo afectadas. Estos factores limitantes siguen siendo un desafío significativo para la actividad empresarial en España. Sin embargo, el informe del Banco de España sugiere que, si las tendencias actuales persisten, la economía española podría estar encaminándose hacia un periodo de mayor estabilidad y crecimiento sostenido.

Además, asciende al 49% el porcentaje de compañías para las que la incertidumbre sobre la política económica es el principal factor que condiciona su actividad.

Disparidad en la inversión

Asimismo, la encuesta de este trimestre incluyó un módulo especial para profundizar en las decisiones de inversión empresarial. Los resultados iniciales indican una recuperación en la actividad inversora, especialmente en bienes de equipo y activos intangibles, aunque las inversiones en terrenos y edificaciones siguen siendo débiles. Las empresas más grandes muestran un dinamismo inversor superior al de las más pequeñas, con la industria y el transporte liderando los avances en inversión.

Si se observa la inversión por sectores, industria y transporte muestran los mayores avances, pero la construcción y la agricultura siguen enfrentando dificultades. Esta disparidad sectorial pone de manifiesto la necesidad de estrategias diferenciadas que aborden las necesidades y desafíos específicos de cada sector para impulsar un crecimiento económico equilibrado.

En este punto, cabe destacar igualmente que la institución ya alertó a finales de mayo de la "notable debilidad" en la inversión de las empresas en los últimos años. Señalaba que las inversiones aún no han alcanzado los niveles prepandemia. Los factores que contribuyen a esta debilidad incluyen la pandemia de la Covid-19, cuellos de botella en las cadenas de suministro globales, la crisis energética, el aumento de los costes de producción, la elevada incertidumbre económica y el incremento de los tipos de interés.

El análisis del Banco de España se basa en datos de la Central de Balances y se centra en activos tangibles como bienes de equipo y construcciones. Los datos reflejan una caída significativa en 2020 tanto en la proporción de empresas con flujos de inversión positivos como en la cantidad media invertida. Muchas empresas no invirtieron lo suficiente para cubrir la depreciación de su capital, resultando en una inversión neta negativa. Aunque ha habido una recuperación desde entonces, los niveles de inversión en 2022 aún no habían regresado a los valores anteriores a la pandemia.

El vínculo entre la situación económica y la decisión de invertir se intensificó significativamente durante el periodo 2020-2022, comparado con el periodo 2014-2019, similar a lo ocurrido durante la crisis financiera global. En estos años recientes, factores como el crecimiento de las ventas y el flujo de caja influyeron más en las decisiones de inversión, mientras que la relación entre la inversión y la situación financiera de las empresas (medida por el nivel de deuda y la carga financiera) se mantuvo constante.

El Banco de España en el artículo expone que, a diferencia de la crisis financiera global, las diversas medidas de política económica implementadas durante la pandemia, como las adoptadas por el Banco Central Europeo y los programas de avales del Instituto de Crédito Oficial, ayudaron a mitigar el impacto de las condiciones financieras en las decisiones de inversión de las empresas. Las empresas que recibieron avales para cubrir necesidades de liquidez mostraron una mayor propensión a invertir, y esta tendencia fue aún más pronunciada entre las que recibieron avales específicamente para inversión. Además, al inicio de la pandemia, las empresas estaban en una situación patrimonial más saneada y las condiciones de acceso a la financiación fueron menos restrictivas que durante la crisis financiera.

Por otro lado, también en la encuesta se señala que la participación en el sondeo ha sido considerablemente alta, con una tasa de respuesta del 43,8%, reflejando el compromiso de las empresas en proporcionar datos precisos sobre su situación. Este nivel de participación es crucial para garantizar la representatividad y la precisión de los resultados obtenidos.

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