Economía

España registra una tasa de emprendimiento juvenil del 6%, inferior a la media europea

  • El 94% no pueden emprender debido a la falta de conocimientos y recursos financieros
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La tasa de emprendimiento juvenil en España se sitúa en un preocupante 6%, por debajo de la media europea (más del 9%) y con una gran diferencia respecto a otros países como Reino Unido (13%), Países Bajos (12,5%), Francia y Alemania (9%), según el análisis del GEM 2022-2023.

La Fundación Nantik Lum cree que esta situación se debe principalmente a la falta de conocimiento y recursos económicos a los que se enfrentan los jóvenes, especialmente aquellos que provienen de entornos desfavorecidos. Según el informe "Emprendimiento Joven en España" basado en datos del GEM 2022-2023 y elaborado por la Fundación Nantik Lum, el 94% de los jóvenes en España no pueden emprender debido a la falta de conocimientos y recursos financieros. Además, aproximadamente el 70% de éstos consideran que emprender es complicado, con las mujeres mostrando más temor al fracaso que los hombres.

Asimismo, a los factores antes mencionados, falta de formación, recursos financieros… habría que añadir el gap tecnológico. El mundo del emprendimiento y las startups suele estar muy relacionado con la innovación y la disrupción tecnológica, y en este sentido, en España hay una gran falta de estudiantes y profesionales dentro de los ámbitos STEAM, que pueden estar lastrando nuestra faceta emprendedora.

Lucía Medina, directora de la fundación, señala que esta dificultad es aún mayor en distritos desfavorecidos, como en Madrid y otras áreas similares, donde las oportunidades de acceder a la universidad o una educación de calidad son escasas.

España se destaca por tener uno de los índices de emprendimiento juvenil más bajos. Esto se debe a la falta de recursos financieros y formativos, así como al insuficiente apoyo al espíritu emprendedor. Lucía Medina subraya la necesidad de medidas rápidas y coordinadas entre el sector público, agentes privados y organizaciones sociales para mejorar esta situación y construir una sociedad más fuerte y exitosa en el futuro.

Juan Bru, Senior Human Resources Manager de Huawei España, destaca varios elementos que podrían explicar por qué los jóvenes no quieren emprender. En primer lugar, menciona "la falta de formación especializada en emprendimiento y la escasez de información sobre cómo iniciar un negocio". Comparativamente, en otros países anglosajones se observa una mayor dedicación a estos ámbitos, lo que marca una diferencia palpable. Además, Bru señala la complejidad del actual contexto económico, que dificulta a muchos jóvenes la obtención de recursos financieros y técnicos necesarios para emprender. A esto se suma "la burocracia y los trámites administrativos complicados", que pueden desmotivar a los aspirantes a emprendedores.

"La clave para impulsar el emprendimiento juvenil y la creación de nuevos negocios está en la colaboración público-privada, desde las empresas y administraciones debemos dar a los jóvenes las herramientas adecuadas para enfrentarse a los retos del mundo empresarial y el emprendimiento", destaca Bru. Desde Huawei, por ejemplo, se ha firmado recientemente un acuerdo con Nuclio Founders para impulsar el ecosistema de startups español a través de la educación, ofreciendo oportunidades de crecimiento a emprendedores españoles a través de mentorización y dotación de recursos y servicios, con foco en la tecnología cloud y desarrollos de negocio en la nube.

Por su parte, Hans Christ, CEO de Bipi, resalta la importancia de la financiación y el apoyo institucional para fomentar el emprendimiento juvenil en España. Señala que los jóvenes a menudo sienten vértigo al emprender, y la primera opción que consideran es trabajar para otros. Además, considera que "la educación es la base de la sociedad para involucrar a los jóvenes en la cultura del emprendimiento". El papel de los programas educativos en la educación obligatoria, así como la especialización en la formación profesional, como el papel de los docentes para hacer saber a los jóvenes que el emprendimiento es una posibilidad real, son puntos claves para hacer interiorizar esta posibilidad a las nuevas generaciones.

Desde la Fundación Nantik Lum destacan que la falta de conocimientos empresariales y de recursos económicos dificultan que los jóvenes emprendedores puedan desarrollar y llevar a cabo sus ideas de negocio. Esta carencia limita su capacidad para innovar y expandirse, lo que reduce significativamente las tasas de emprendimiento juvenil en España. Sin acceso a formación adecuada y financiamiento, muchos desisten y no tratan de iniciar sus propios proyectos, afectando la innovación y el crecimiento económico del país.

Las mujeres, más temerosas al fracaso

El estudio también revela que las mujeres en España tienden a tener más miedo al fracaso en actividades emprendedoras que los hombres. De hecho, en España, solo el 20% de los emprendedores son mujeres, una cifra ligeramente superior a la media europea del 17%, según el observatorio GEM. Aunque esto indica un cambio positivo, aún queda mucho por avanzar. A pesar de los desafíos económicos y sociales de la pandemia, las cifras reflejan un retorno a los niveles de actividad previos a la crisis.

En España, más de 650.000 mujeres han optado por iniciar su propio negocio, mientras que, a nivel mundial, hay 128 millones de mujeres liderando empresas en diversos sectores. Estas cifras han contribuido a reducir la brecha de género en emprendimiento en un 6% a nivel global desde 2012.

El problema de la baja participación de las mujeres en el emprendimiento no es exclusivo de España, sino que tiene dimensiones globales. Si extrapolamos estos datos a un contexto mundial, el panorama sigue siendo desalentador. En el mercado europeo, menos del 20% de las nuevas empresas creadas son lideradas por mujeres. Esta tendencia se repite en el entorno empresarial de América del Norte y América Latina, donde solo el 21% y el 24% de los emprendedores, respectivamente, son mujeres. Sin embargo, destaca el continente africano, que lidera en cuanto a la presencia de mujeres emprendedoras, con un 29%. Estas cifras evidencian la persistente brecha de género en el ámbito del emprendimiento a nivel global y subrayan la necesidad de abordar esta problemática de manera integral y coordinada en todos los continentes.

La escasez de financiación y la falta de modelos a seguir son dos de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres que desean emprender un negocio. Por ello, no es sorprendente que en España solo el 18% de las nuevas empresas sean fundadas por mujeres, de entre las casi 20.000 startups que se crean cada año. Esta cifra es especialmente preocupante considerando el potencial impacto económico positivo que tendría el aumento de la presencia femenina en la creación de empresas: se estima que si se impulsara esta participación, el PIB nacional podría aumentar hasta un 18%. Estos datos subrayan la importancia de abordar las barreras que limitan el emprendimiento femenino y promover un entorno más inclusivo y equitativo para las mujeres empresarias en España.

Los inmigrantes emprenden más que los españoles

En 2023, la tasa de actividad emprendedora reciente (TEA) de la población inmigrante en España fue significativamente mayor que la de los españoles, según el Informe GEM España 2023-2024. Para los hombres inmigrantes, la TEA fue del 14,9 % en comparación con el 6,9 % de los hombres españoles, y para las mujeres inmigrantes fue del 11,6 % frente al 5,5 % de las mujeres españolas.

El informe, basado en una muestra de más de 30.000 personas de entre 18 y 64 años, muestra que esta diferencia no se mantiene en iniciativas empresariales consolidadas (más de 3 años). Las tasas de cierre de negocios liderados por inmigrantes son cuatro veces más altas que las de los emprendedores españoles. Así, la tasa de negocios consolidados es del 7,5 % para inmigrantes y del 6,7 % para españoles, y del 6,1 % frente al 5,3 % en el caso de las mujeres.

En 2023, el 13,5 % de la población adulta en España estaba involucrada en la creación y consolidación de iniciativas emprendedoras. El 6,8 % de la población estaba en negocios de menos de tres años y medio de vida, mientras que el 6,7 % lideraba proyectos consolidados.

A pesar de las percepciones de condiciones desfavorables, el porcentaje de personas con intención de emprender creció del 9,4 % al 11,2 %, un nivel no visto desde 2012. Además, siete de cada diez nuevos emprendedores tenían más de 35 años. El porcentaje de hombres dispuestos a emprender aumentó al 11,5 %, mientras que en mujeres el incremento fue más significativo, pasando del 8,8 % en 2022 al 10,9 % en 2023.

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