En las últimas décadas, el tejido empresarial español ha sufrido una transformación que le ha dado un importante reconocimiento a nivel internacional. Hasta tal punto, que el comercio exterior se ha posicionado como uno de los principales motores de la economía española y un generador de empleo. A este respecto, desde su fundación en 2006, elEconomista.es fijó como uno de sus objetivos el respaldar a las empresas en su actividad más allá de nuestras fronteras. Así, este medio de comunicación ha reforzado su seguimiento informativo para impulsar la credibilidad y el prestigio de las empresas.
Apoyar la internacionalización del tejido empresarial español no solo es una prioridad para el medio de comunicación, ocupa también un lugar destacado en la hoja de ruta del Gobierno. De hecho, el Ejecutivo tiene en marcha la Estrategia de Internacionalización de la Economía Española 2017-2027 con la que busca que el sector exterior se convierta en un componente estructural de importancia determinante para el conjunto de la economía para conseguir así mayores ritmos de crecimiento y creación de empleo.
Un objetivo que todo apunta a que se está cumpliendo. En 2023 el sector exterior español alcanzó el segundo mejor dato de exportaciones desde que se tienen registros, con una leve caída del 1,4% con respecto al máximo histórico del año pasado, situándose en 354.741 millones, según datos del ICEX.
Por destinos, la Unión Europea se mantiene un año más como el principal destino de las exportaciones españolas, acaparando el 62,7% del total. El 37,3% de las exportaciones correspondieron a terceros destinos, destacaron los incrementos de las exportaciones españolas a Oceanía (8,7%), América Latina (8,1%) y resto de Europa (4,6%). En el último año las exportaciones a muchos de nuestros principales mercados europeos, como Alemania, Italia o Polonia, han alcanzado cifras récord. También lo han hecho las exportaciones a otros mercados como el Reino Unido, Marruecos o Turquía.
Desde el organismo público destacan que, pese al complejo internacional, el comercio exterior español muestra una gran resiliencia y continúa siendo una de las palancas de crecimiento económico y generación de empleo. De hecho, hay que tener en cuenta que, en la actualidad, uno de cada cuatro puestos de trabajo en España dependen de la actividad internacional de las empresas. "Debemos trabajar para que esta cifra no solo se mantenga, sino que aumente", apunta el Gobierno en su hoja de ruta.
"El sector exterior ha tenido un papel fundamental para la recuperación de la economía española tras la pandemia y ha mostrado gran resiliencia frente a los shocks externos como la guerra en Ucrania o el conflicto en Gaza", señala Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio. "La evolución del sector exterior de bienes en España está siendo mejor que la del conjunto de la UE-27 y la zona euro, lo que muestra la competitividad de las empresas españolas, con un fuerte posicionamiento en los mercados internacionales".
Esta evolución se plasma en que, en la actualidad, España se sitúa como el quinto país del mundo por su grado de internacionalización al mismo nivel que Alemania y por delante de países como Francia o Canadá, según un informe de PwC. La evolución ha sido tal que en las últimas dos décadas ha pasado de no tener ninguna empresa internacional a contar con casi 2.500 y en los últimos 10 años las empresas españolas con filiales en el extranjero han crecido un 66%.
Unas cifras que previsiblemente van a seguir incrementándose en los próximos años. Y es que, más de la mitad de las empresas considera necesario modificar su estrategia de internaciolización.
Ayudas a las pymes
Con el objetivo de potenciar la internacionalización, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas, la Cámara de Comercio de España lanzó a finales del año pasado una línea de ayudas a través de la cual las pymes pueden acceder hasta a 28.000 euros para desarrollar su estrategia de internacionalización.
"La internacionalización de la economía española todavía tiene recorrido: debemos incrementar nuestras bases exportadoras, poner de relieve el valor añadido que tienen nuestros productos y diversificar mercados. Además, tres de cada cuatro empresas que empiezan a vender en el exterior abandonan un año después", explica José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España. "Las pymes necesitan acompañamiento para afrontar estos retos. Por eso, desde la colaboración público-privada queremos impulsar y ampliar el asesoramiento individualizado y la formación con programas como este", subraya el presidente de Cámara de España.
Además, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa dispone de una línea de créditos por valor de 250 millones de euros, con un máximo de 10 millones por empresa, para pequeñas empresas que necesiten financiación para sus proyectos de exportación o inversión en el extranjero.