Economía

Un algoritmo decidió las cuotas de los 'Next Gen', sin negociaciones

  • El comisario de la UE desmiente la narrativa según la cual el gobierno de Conte garantizó los más de 200.000 millones de euros
Paolo Gentiloni, comisario europeo responsable de Economía. EFE
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Una de las funciones que le estamos asignando a la inteligencia artificial es la de asesorar a los humanos responsables de tomar decisiones críticas. Esta tendencia se observa en diversos ámbitos, como la distribución de fondos económicos o la gestión de recursos, donde los algoritmos pueden analizar grandes cantidades de datos y ofrecer recomendaciones basadas en criterios objetivos y predefinidos.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha afirmado que las cuotas de financiación de los fondos Next GenerationEU, creados para la recuperación de la Unión Europea tras la pandemia de coronavirus, fueron distribuidas a los países miembros a través de un algoritmo, no mediante negociaciones entre los jefes de Gobierno. Gentiloni indicó en una entrevista recogida por "Corriere della Sera" que la deuda conjunta de 800.000 millones de euros se asignó sin destinar un solo euro a proyectos comunes, lo cual considera una oportunidad perdida. El algoritmo en cuestión, ideado por dos directores generales holandeses, fue responsable de definir estas cuotas de financiación. No hubo negociación en julio de 2020 para determinar las partes del Fondo de Recuperación que se asignarían a cada país de la UE. La fórmula digital se basaba en criterios como el número de víctimas de Covid-19 y los daños causados a la economía por la crisis pandémica.

En realidad, sí hubo una negociación, que fue bastante intensa, dice el periódico italiano. Sin embargo, se centró en la división entre subvenciones y préstamos, así como en cuestiones de gobernanza. Los países frugales, liderados por los Países Bajos, querían la mayoría de los fondos en forma de préstamos y, sobre todo, buscaban mantener un veto final sobre la distribución de los fondos, exigiendo una decisión del Consejo Europeo para cada desembolso. Este intento fue frustrado gracias a la tenacidad y habilidad de la diplomacia del país.

¿Mucho dinero para Italia?

Gentiloni relata lo sucedido y resta importancia al papel del entonces primer ministro Giuseppe Conte en un libro del periodista del Corriere della Sera, Paolo Valentino, titulado "Nelle vene di Bruxelles. Historias y secretos de la capital de Europa". Gentiloni explica que la única negociación que tuvo lugar fue sobre el dinero a fondo perdido, algo que países como los Países Bajos no habrían querido.

Además, criticó indirectamente al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, por exagerar el éxito del país en la distribución de fondos de la UE, señalando que Italia ocupaba el séptimo lugar (de 200.000 millones de euros) en términos de proporción entre el dinero recibido y el PIB, con otros países como España y Croacia recibiendo más en proporción.

¿Sesgo de automatización?

La idea es que, dado que la IA a veces es capaz de detectar patrones y relaciones que nosotros no vemos, sus sugerencias pueden ayudarnos a tomar decisiones más sabias. Al analizar grandes volúmenes de datos y procesarlos con rapidez y precisión, la IA puede ofrecer perspectivas valiosas que no son evidentes a simple vista. Esto puede ser especialmente útil en la toma de decisiones críticas, donde la complejidad y la cantidad de variables pueden ser abrumadoras para los humanos. Al integrar las recomendaciones de la IA con el juicio humano, se pueden mejorar los resultados y hacer que las decisiones sean más informadas y eficientes.

Es cierto que, en la práctica, quienes toman decisiones a menudo tienden a confiar demasiado en los consejos de los algoritmos, ya sea debido a una carga de trabajo excesiva o a una excesiva confianza en la tecnología. Este fenómeno se conoce como 'sesgo de automatización', donde hay una falta de escepticismo hacia la información proporcionada por los algoritmos. Paradójicamente, somos nosotros, y no las máquinas, quienes tendemos a actuar de manera automática, siguiendo los consejos de los algoritmos sin cuestionarlos lo suficiente. Además, como suele ocurrir con los sesgos, tendemos a negar su existencia o minimizar su impacto. ¿Los fondos Next GenerationEU tendrán también este sesgo?

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