El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, criticó este martes en la Comsión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso, la falta de consenso político del país, algo que, reiteró, "amenaza el crecimiento" de la economía española.
De Cos reiteró que la economía de nuestro país tiene por delante varios elementos que generan incertidumbre a la hora de tener un buen desarrollo en el medio y largo plazo; tales como una deuda y un déficit estructurales elevados, las tensiones geopolíticas o el crecimiento de los costes laborales unitarios, junto a una caída de la productividad.
En este sentido, desde el Banco de España hablan de la necesidad de "abordar con éxito estos retos a través de un diseño de reformas ambiciosas con vocación de permanencia apoyada en grandes consensos", aseguró el gobernador de la entidad en sede parlamentaria. La reprimenda de De Cos a la clase política española en este sentido fue muy clara: "La falta de estos consensos, en un contexto de elevada fragmentación política, dificultaría la implementación de las reformas, también de la consolidación del plan fiscal y esto acabaría afectando a las perspectivas de crecimiento de la economía española".
El gobernador ejemplificó sus declaraciones mencionando la prórroga de los Presupuestos Generalas del Estado a 2024, "un documento que en toda democracia tiene una gran importancia porque sirve para definir la política económica", dijo, reiterando que eso es lo que genera la incertidumbre que posteriormente las empresas manifiestan en las encuestas sobre Actividad Empresarial que hace el Banco de España.
En este sentido, la incertidumbre sobre la política económica está afectando negativamente a un 58% de las compañías, según recogen desde la entidad.
Asimismo, y a pesar de haber expuesto las vulnerabilidades a medio y largo plazo de la economía española, en su intervención en sede parlamentaria, De Cos anunció que el organismo que gobierna va a revisar al alza sus proyecciones de crecimiento de la economía española para este año en su siguiente informe que saldrá publicado a mediados de junio. En concreto, dicho crecimiento se situaría por encima del 1,9%.
El gobernador ha recordado que las últimas proyecciones del Banco de España, publicadas en marzo, proyectaban una tasa de avance del PIB del 1,9% en 2024 y 2025 y del 1,7% en 2026. En su discurso reconoció que las previsiones de crecimiento del primer trimestre de este año del 0,7%, publicadas la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística, "nos ha sorprendido", ya que el Banco de España había previsto que la expansión de la economía española en los tres primeros meses del año sería del 0,3%.
Lo que incentiva esta mejora de las perspectivas, según De Cos, es el comportamiento del empleo, que en abril rebasó la línea de los 21 millones de empleados, la estabilidad en las tensiones geopolíticas y la mejora de la actividad en el sector turístico. Al mismo tiempo, destacó el crecimiento en la formación bruta de capital fijo, tras haber sufrido contracciones en los dos trimestres anteriores.
"Lo que podemos decir es que la economía se ha estabilizado en un crecimiento a ritmos elevados y a ritmos que son, además, por encima de los del área del euro", apuntó De Cos.
En este sentido, el gobernador informó que los indicadores adelantados de PIB del primer trimestre sitúan los niveles de crecimiento de España por encima del 3,7% sobre los registrados antes del Covid, frente a una tasa del 3,4% registrada en la eurozona.
En cambio, si se traslada a términos de PIB per cápita, España se sitúa apenas un 0,3% por encima de los niveles previos a la pandemia, frente al 2% que registraron los países del entorno europeo en niveles de PIB per cápita con respecto a finales de 2019.
Los elementos que pujan de la economía española y que resultan favorables a las perspectivas de crecimiento destacan la "paulatina reactivación" de la economía europea, al mismo tiempo que se está "disipando" el impacto negativo de la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y se recuperan las rentas reales de los agentes económicos. Todo ello con el componente del impulso fiscal que proviene de los fondos europeos del programa Next Generation y el crecimiento de la población.