
Detrás de los coloridos collares y tocados de plumas de papagayo, se encuentra una figura de la política brasileña que, desde hace décadas, lucha por los derechos de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente: Sonia Guajajara. La ministra de Pueblos Indígenas de Brasil, una de las 100 personas más influyentes del mundo, nos recibe en la emblemática Explanada del Eje Monumental en Brasilia.
Guajajara, al frente del ministerio creado en 2023, nos explica que "fue histórico que en la COP28 del pasado mes de diciembre una indígena presidiera por primera vez una delegación de Brasil, marcando un hito importante en la visibilidad de los pueblos originarios. Durante muchos años se ignoró la función crucial que los territorios indígenas desempeñan en la mitigación del calentamiento global, ya que nuestro modo de vida protege la selva amazónica de la deforestación y la explotación".
La primera ministra indígena de Brasil denuncia las políticas del gobierno anterior: "En los últimos años, el país ha ido en contra de lo que se necesitaba hacer para frenar el cambio climático. La deforestación del Amazonas durante el mandato de Bolsonaro aumentó un 75% en comparación con la década anterior", lo que había generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Con el regreso del presidente Lula da Silva al poder, Brasil recupera el liderazgo en la acción climática marcando un cambio significativo en la política medioambiental del país, según Guajajara.
La tarea es igual de compleja que gigantesca. "Nos hemos comprometido a abordar el cambio climático de manera más efectiva y en este primer año ya anunciamos planes concretos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Lula ha reforzado su compromiso con acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, y la intención de alcanzar la neutralidad climática en 2050". Además, en 2025 Brasil será el país anfitrión de la COP30 en Belém, puerta de entrada de la Amazonía.
A pesar de ello, el gobierno sufrió un duro revés el pasado mes de diciembre: "El Congreso y el Senado arrastran vestigios del bolsonarismo y exhiben una falta de comprensión sobre la emergencia climática", declara la ministra Sonia Guajajara. Se refiere a la decisión de anular los vetos presidenciales aplicados al polémico "Marco Temporal". Esta ley promulgada el pasado 29 de diciembre limita la capacidad de los pueblos indígenas para reclamar nuevas tierras. Con este levantamiento del veto, solo las tierras que ya estaban ocupadas ininterrumpidamente por indígenas hasta 1988 (fecha de la constitución brasileña actual) podrán ser demarcadas como reservas. En el resto de los territorios no demarcados, se permitirán actividades de minería, militares o de construcción sin consultar a los pueblos originarios ni a la agencia indígena federal competente. Estas medidas legislativas "son las mayores amenazas para los pueblos indígenas, y trabajamos para que el Supremo reafirme su posición de inconstitucionalidad", comenta la ministra.
De reserva indígena al ministerio
Sonia Guajajara, procedente de la reserva indígena Araribóia en el estado de Maranhão, celebra el aniversario del ministerio destacando logros significativos: "En apenas el primer año de nuestro ministerio, hemos homologado ocho tierras indígenas mientras que en los diez años anteriores únicamente once tierras fueron demarcadas. Es un paso esencial para desacelerar el cambio climático".
Otro de los avances que destaca la ministra ha sido la expulsión de invasores de territorios indígenas. En 2023, se consiguió retirar a más del 80% de los mineros ilegales en tierra Yanomami y a dos mil invasores en el Alto Río Guamá. Estas acciones han supuesto la reducción del 90% en la deforestación en estas zonas, según el ministerio.
La protección de los derechos de los pueblos indígenas es vital para la preservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático en la Amazonía. Guajajara añade: "Los pueblos indígenas representan solo el 5% de la población mundial, pero sus territorios resguardan el 82% de la biodiversidad protegida en todo el mundo".
Convencida del papel fundamental de las mujeres, especialmente las indígenas, en el siglo XXI, Sonia Guajajara defiende que la coexistencia entre las comunidades indígenas y la naturaleza puede ser un modelo de sostenibilidad en Brasil y en el resto de mundo. "¿Por qué hemos tardado tanto en comprender que, al dañar la naturaleza, nos dañamos a nosotros mismos?".