Economía

¿Qué tal te encuentras? Estas son las 'preguntas trampa' que usa el tribunal médico para conceder una pensión de incapacidad permanente

Foto: Dreamstime.

Más de 961.000 personas perciben en España una pensión contributiva de incapacidad permanente (datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social) y todas ellas han tenido que pasar por las diferentes partes del proceso de solicitud de esta prestación, con particularidades respecto a la de jubilación y a la de viudedad.

Una de las fases más destacadas y conocidas por todos los solicitantes es el paso por el tribunal médico, la forma coloquial de referirse al Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI). Esta visita al tribunal es, de hecho, el paso más temido por todos los solicitantes de pensión, dado que se considera el momento en el que se juegan el cobro de la misma.

Los relatos que han surgido en torno a la figura del tribunal médico lo dibujan como un grupo de personas que fiscalizan a los solicitantes de pensión y tratan de ponerles las máximas dificultades posibles para conseguir la prestación. Pero nada de eso: su única tarea es determinar el efecto de la enfermedad o dolencia en la vida cotidiana o laboral del trabajador y asegurarse de que los recursos de la Seguridad Social se destinan de forma eficaz.

Con todo, es una visita a la que hay que acudir preparado a fin de contener los nervios y conocer los entresijos del tribunal. Uno de los aspectos clave es el de las preguntas que los miembros del EVI pueden hacer al solicitante, de entre las cuales destacan algunas que, disfrazadas de triviales, obtienen mucha información de los pacientes.

Son las que se denominan preguntas trampa del tribunal médico, aquellas que bajo una apariencia de normalidad y trivialidad tienen el objetivo de exprimir al máximo la obtención de información del paciente.

Las preguntas trampa del tribunal médico

El portal especializado Fidelitis recoge en su página web cuáles son las preguntas trampa del tribunal médico que emite un dictamen sobre la solicitud de pensión:

  • ¿Qué tal te encuentras? Tal y como está realizada la pregunta parece un saludo, pero en verdad no es tan inocente, ya que gracias a ella los miembros del tribunal tienen posibilidades de descubrir la opinión sincera del paciente acerca de su estado porque empuja al paciente a una espontaneidad que no podría darse de otra forma.
  • ¿Has mejorado de tu enfermedad o lesión desde que estás de baja? Con esta cuestión se quiere indagar en las sensaciones del solicitante de la pensión respecto a su estado físico y mental. Que el solicitante se pueda hacer eco de una posibilidad de mejora es clave porque es una variable más con opciones de influir en el acceso a la pensión y en la elección de su grado.
  • ¿Has venido solo o acompañado? Aunque tenga la pátina de una pregunta para romper el hielo, lo cierto es que se refiere a un aspecto importantísimo para seleccionar el hipotético grado de la pensión: la autonomía del paciente en los actos más esenciales de la vida.
  • ¿Cuál es tu puesto de trabajo? Es otra pregunta que tiene la apariencia de simple cuestión para interesarse por el paciente, pero realmente tiene el cometido de delimitar las funciones del trabajador y, gracias a esa delimitación, considerar si son compatibles con su dolencia, lesión o enfermedad, lo que influye en el grado de la pensión.
  • ¿Qué tareas llevabas a cabo en tu trabajo? Aunque similar, es algo diferente a la anterior pregunta porque es un poco más concisa. Su objetivo, con todo, es parecido: saber cuál es la rutina laboral del paciente para conocer si es capaz de mantenerla con su dolencia o lesión.
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