
Con la campaña recién iniciada para unos comicios autonómicos centrados en el empate prácticamente técnico entre el PNV y EH Bildu para dirigir el Gobierno vasco los próximos cuatro años, el periodista Javier de Andrés (Vitoria, 1967), candidato a lehendakari por el Partido Popular, pone el acento en la gestión económica realizada en los últimos. "La mayoría de los vascos no es consciente de que hemos perdido peso económico con respecto de España; tenemos autonomía fiscal y no la utilizamos debidamente", afirma el político vasco.
Además, asegura que Euskadi ha priorizado en Madrid lo ideológico frente a lo económico y la inversión, "por eso hay alta velocidad en casi todos los sitios de España y aquí no". Sobre el Estatuto de Gernika y las transferencias pendientes, considera que "está prácticamente cumplido y ahora se piden encomiendas de gestión que son exclusivas del Estado".
Javier de Andrés propone en su programa una reforma fiscal que favorezca a empresas y trabajadores y cambios en la administración pública, "donde hay más jefes que empleados". El candidato a lehendakari por el PP aspira a ser influyente en el próximo Gobierno vasco, "si no hay mayoría absoluta creo que lo podemos ser", concluye.
Su partido es el más votado en Europa y en España. ¿Qué falla para no serlo en Euskadi?
Sí, somos el principal partido en Europa y en España, pero en Euskadi durante mucho tiempo ha estado estigmatizado todo lo que no fuera nacionalismo y lo que no fuera izquierda, estigmatizado incluso con violencia. Y eso ha afectado a todos, porque ha habido una comunicación y unas políticas, entre otras en educación, muy vinculadas a un objetivo ideológico.
Ha afirmado que no se han aprovechado las posibilidades de crecimiento. ¿En qué sentido?
No hemos aprovechado las oportunidades que teníamos para crecer. El País Vasco no ha crecido ni en población, ni en PIB, ni en renta per cápita. No estamos mejor que hace años y parecía que con el Estatuto de Gernika íbamos a tener una buena gestión, pero ha pasado lo contrario. La mayoría de los vascos todavía no es consciente de que hemos perdido peso económico con respecto de España. Hemos crecido, pero no hemos utilizado nuestros recursos para crecer más y en áreas que son relevantes para el futuro como la educación y la sanidad estamos hoy peor.
¿Cuáles son sus propuestas para darle la vuelta a esta situación?
Tenemos que centrarnos en la realidad económica y social que vivimos y a partir de ahí explicar que hay una alternativa a lo que nos han vendido cómo magnífico y no lo es. Es verdad que hay industrias y empresas importantes, salarios altos, buenos profesionales, un nivel de vida superior al resto de España, etc.; sin embargo, nos encontramos con una sanidad que es muy corriente, una educación pésima y una administración ideologizada. Y esa gestión está también haciendo mella en la parte privada. Con las empresas tenemos problemas de deslocalización, la conflictividad laboral, se marcha el talento y ahí hay una responsabilidad política detrás.
¿Y qué prevé hacer su partido político al respecto?
Empezar a utilizar nuestro Estatuto y todas nuestras posibilidades para crecer económicamente y en calidad de vida, porque ha habido un uso de los recursos públicos y de las capacidades de autogobierno para diferenciarse socialmente y culturalmente, para construir un muro, para el llamado proyecto de construcción nacional. Es decir, se ha utilizado nuestra autonomía para la ideologización y no para el servicio público y de ahí esa brecha económica con el resto de España. Sucede en educación, seguridad, sanidad,...porque se ha antepuesto la ideología. Hoy en día, algunos lo dicen menos, pero lo siguen pensando y lo siguen haciendo. Como ha pasado con el nuevo decreto sobre el uso del euskera.

Sobre la reforma fiscal vasca en marcha, ¿qué cambios hay que realizar para ser más competitivos?
Muchos. Lo que se está haciendo en materia fiscal es mirar al resto de España para estar igual, no estamos arriesgando, por ejemplo con el IRPF para compensar la carestía de la vida en Euskadi y que fuera más amable con el trabajador y las clases medias. Otro impuesto como Patrimonio está deslocalizando a personas y si se marcha el capital, se acaba marchando la inversión y la generación de empleo y riqueza. Además aquí no tiene valor fiscal, solo demagógico. Con la reforma fiscal se trata de hacer también un territorio más amable para las personas. Hay estados en la Unión Europea que han sabido utilizar su capacidad fiscal para atraer inversiones, como es el caso de Irlanda. No como modelo, pero sí como ejemplo de lo que ocurre al bajar impuestos y cómo consigues atraer inversión con una fiscalidad más atractiva para las empresas.
¿Y sobre el Concierto Económico?
El Concierto Económico no se está usando debidamente. El PNV está en la órbita socialista desde hace tiempo, en la cual su objetivo es prestar servicios públicos, aunque eso suponga que no consigas generar empresas y actividad y tus trabajadores no tengan una situación fiscal más favorable. Creo que eso es lo que tenemos que romper.
¿Cómo plantea proteger el arraigo empresarial y del talento?
Los informes de Zedarriak y Orkestra hablan de la deslocalización, de la conflictividad laboral y de la pérdida de talento, e indican donde hay que corregir. Si un gobierno tiene que comprar parte de una empresa para retenerla o penalizar si se va del territorio significa que no estás siendo suficientemente atractivo en lo que importa.
¿Qué le parece el impulso a una macrorregión atlántica?
Me parece bien. El plan de ese frente son las infraestructuras energéticas y ferroviarias, la inversión en redes eléctricas, etc. Sobre la 'Y' vasca, el PNV ha priorizado en Madrid la ideología y no la inversión en infraestructuras. Así estamos.

¿Cómo valora el avance en las transferencias pendientes?
Quedan muy pocas por transferir y lo que se está demandando ahora son encomiendas de gestión que son exclusivas del Estado. El Estatuto de Gernika está prácticamente cumplido. El traspaso del régimen económico de la Seguridad Social es meramente ideológico. El agujero que hay desvela que se han hecho muy mal las cosas, porque antes éramos contribuyentes netos a ese sistema y ahora somos deficitarios, más que el resto de España.
Está en contra del traspaso de la gestión de puertos y aeropuertos. ¿Por qué razón?
La transferencia de puertos y aeropuertos es competencia exclusiva del Estado. Con una gestión nacional, el puerto de Bilbao es el principal puerto del norte de España. Si se convierte en el puerto de Euskadi estará perdiendo oportunidades.
¿Qué opina del tamaño de la administración pública de Euskadi?
Hay una administración con muchos jefes y un problema importante con la eventualidad, con un 44% de eventuales, mientras se exige a la empresa privada contratos fijos. Tendría que consolidarse esa plantilla viendo la población que tenemos y el problema demográfico.
Para el 22 de abril, ¿PNV o Bildu?
Los dos votan en la misma órbita en el modelo económico y social con Pedro Sánchez. No hay rivalidad ideológica, ya son socios.
Las encuestas dan al PP entre 5 y 8 escaños. ¿Qué papel tendrá en la política vasca?
Me gustaría ser influyente en el próximo Gobierno y si no hay mayoría absoluta creo que podemos serlo.
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