
El paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo subió en 3.461 personas en enero en Castilla y León en relación al mes anterior (+3,07 por ciento) hasta los 116.084 desempleados, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. En España el paro subió un 2,2 por ciento.
Este número total de desempleados es la cifra más baja en un mes de enero desde 2007. Desde el inicio de la serie histórica comparable, en 1996, el paro ha subido en enero en todas las ocasiones y el repunte del último mes fue la menor subida desde 2022. Por su parte, en el último año el desempleo acumula un descenso de 9.550 parados, lo que supone un 7,6 por ciento menos.
Por sectores, el paro aumentó en todos los sectores, con los repuntes más grandes en Servicios, 3210 más (+4.02%); Industria, 122 más (+1.33%); Construcción, 75 más (+1.03%); Sin empleo anterior, 28 más (+0.25%); Agricultura, 26 más (+0.52%)
Al cierre del mes, los sectores con más parados son Servicios (83.041), Sin empleo anterior (11.391), mientras que los sectores con menos desempleados son Agricultura (5.019), Construcción (7.372), Industria (9.261).
En cuanto a sexos, de los 116.084 desempleados registrados en enero, 68.498 fueron mujeres, 2.161 más (+3,26 por ciento) y 47.586, hombres, lo que supone un aumento de 1.300 en el número de desempleados respecto al mes anterior (+2,81 por ciento).
En enero, el paro entre los jóvenes menores de 25 años aumentó, con 411 parados más que a cierre del pasado mes (+4,66%), mientras que el paro de las personas con 25 años y más se incrementó en 3.050 desempleados (+2,94%).
El paro subió en todas las provincias y las mayores subidas se anotaron en León (+903), Valladolid (+518), Salamanca (+487), Burgos (+460), Zamora (+295), Palencia (+232), Ávila (+217), Soria (+190) y Segovia (+159).
El paro aumentó en todas las comunidades respecto al mes pasado siendo Andalucía (+20.077), Madrid (+9.646) y Comunitat Valenciana (+4.363) donde más creció, excepto en Baleares en donde el desempleo se redujo un 582 personas.
Mientras, el número medio de afiliados a la Seguridad Social en enero de 2024 en Castilla y León alcanzó la cifra de 950.695, un 2,29 por ciento más que en el mismo mes del año anterior, lo que supone una variación de 21.247 afiliados más, según los datos aportados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones recogidos por Europa Press. En España hubo un incremento del 2,61 por ciento.
Se trata del noveno mayor aumento porcentual de las afiliaciones a la Seguridad Social y del sexto en cifras absolutas.
De este modo, en las provincias de la Comunidad se registraron en el pasado mes de enero las siguientes cifras medias de afiliación a la Seguridad Social: Ávila (55.653), Burgos (151.112), León (164.116), Palencia (64.802), Salamanca (126.171), Segovia (63.417), Soria (40.732), Valladolid (225.141) y Zamora (59.551).
Pero si se compara la afiliación media de enero con la de diciembre número de afiliados a la Seguridad Social en Castilla y León cayó en 10.692 personas, lo que en términos relativos supuso un descenso del 1,11 por ciento, la misma evolución que en España que perdió 231.250 afiliados. Castilla y León registra el noveno mayor descenso junto a Galicia.
La patronal regional ha señalado que estos datos se enmarcan nuevamente en un contexto de incertidumbre que ya se prolonga durante varios meses, una caída de la cifra de negocios, un deterioro de los niveles de confianza y un aumento de costes empresariales que está teniendo impacto en la contratación de las empresas, dadas las dificultades a las que se enfrentan cada vez más el empresariado.
Además, se mantienen las dudas sobre la evolución de la ocupación y el paro en los próximos meses y es evidente que las reformas laborales que están en proceso de negociación, tendrán incidencia en las decisiones empresariales.
En este contexto, la creación de empleo requiere plantear políticas y medidas que favorezcan la actividad y competitividad empresarial. "Es imprescindible evitar actuaciones que lastren la competitividad empresarial y, en consecuencia, la capacidad tanto de generar inversiones como de crear empleo e incrementar su duración.