En su primera rueda de prensa como secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa ha manifestado que la caída del PIB del 3% en el primer trimestre "confirma el escenario de profunda crisis económica". Sin embargo, el economista considera que hay indicadores que "parecen sugerir" que la evolución de la economía "no va a ser tan negativa" en el segundo trimestre. Campa, "cómodo" con una reforma laboral que abaratase el despido.
Según explicó Campa, "es evidente" que las cifras de Contabilidad Nacional publicadas hoy por el INE, que revela una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 3% en el primer trimestre, "no es en absoluto positivo", pues se intensifica el ritmo de contracción, señaló.
"Es innegable que se trata de un mal dato", señaló, si bien hay que "analizarlo en el contexto de los países de nuestro entorno", pues la caída en Europa (-4,6%) fue mayor que en España.
El secretario de Estado subrayó que la economía española "está atravesando por una crisis cuya gravedad no se puede minimizar", aunque "no se está comportando peor".
El segundo trimestre será mejor que el primero
Sin embargo, Campa se ha sumado al discurso optimista del Gobierno al considerar que "algunos indicadores del segundo trimestre" apuntan a que el ritmo de deterioro podría haber llegado a su "punto más álgido" entre enero y marzo.
En concreto, aludió a los datos de empleo de abril, "relativamente positivos", y a la evolución de los tipos de interés, las condiciones de crédito o incluso los mercados bursátiles, que muestran "los estados de ánimo".
El secretario de Estado de Economía matizó que es necesario ser "prudente", ya que la información disponible es "altamente preliminar". Así, Campa insiste en que la caída podría haber tocado suelo pero añade que, dado el grado de volatilidad de la economía y las perturbacinoes que aún existen, "se debe evaluar con cautela".
Ante el análisis de la Unión Europea, que vaticina una salida de la crisis más lenta para España, Campa señaló que hacer previsiones concretas en este momento es "excesivamente osado", aunque aseguró que el Gobierno tiene en cuenta "todos" los diagnósticos que hacen los organismos internacionales.
Además, admitió que no sabe cuándo llegará el momento en que la economía española vuelva a crecer entre el 1,5 y el 2% -que permitiría la creación de empleo- y consideró que ésa es la respuesta "más honesta" en un momento como el actual.