"La inflación se va a acelerar". Así de rotundo fue el flamante ministro de Economía de Argentina, Luis 'Toto' Caputo, al anunciar el primer paquete de reformas económicas de urgencia tras la toma de posesión de Javier Milei como presidente. Y las señales indican que se va a cumplir con creces: la inflación registrada en una cesta media de productos de alimentación y droguería en el supermercado ya supera el 24%, y las cifras mayoristas apuntan a una subida aún mayor en las próximas semanas.
Desde principios de mes, elEconomista.es está repasando los precios de una cesta de productos de consumo corriente en Argentina, desde pan de molde o de baguette; hortalizas, frutas y verduras (tomate, patata, cebolla, zanahoria, manzanas...); carne (asado, pollo...) y merluza; así como huevos, leche, arroz, pasta o aceite y básicos del país como mate o tapas de empanada. A eso se le suman productos de limpieza básica, como pasta de dientes, jabón lavavajillas a mano, jabón de ropa, papel higiénico y compresas. Los precios se comparan en dos grandes cadenas, Carrefour y Disco, y se apuesta por la marca más conocida o la más barata. Y la conclusión es muy parecida en ambos: la cesta ha subido un 24% en las dos últimas semanas.
Si bien esta cesta no es perfectamente representativa del dato de inflación, sí que indica que los precios se están acelerando con claridad. En noviembre, la subida de alimentos y bebidas no alcohólicas fue del 15,7%, según publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) este miércoles. Y el dato general para el mes fue del 12,8%, lo que supone un 160,9% interanual.
Todas las subidas registradas en estas dos semanas se deben, en gran parte, al fin del control de precios establecido por el Gobierno de Alberto Fernández, que mantenía la inflación por debajo del nivel real. El programa de "Precios Cuidados", por ejemplo, obligaba a las grandes marcas a vender una cantidad de productos de primera necesidad a precios por debajo del mercado. Las existencias que quedaban de esos bienes han ido desapareciendo en estos días, y las nuevas remesas han llegado ya con precios libres y muy superiores.
Pero los efectos del 'plan motosierra' de Milei aún no se ha hecho notar del todo. La subida del precio del dólar oficial, que se ha duplicado de golpe, y el aumento de los impuestos a las importaciones tardarán todavía un tiempo en llegar a las estanterías de los supermercados. Lo que sí han hecho ya es llegar al mercado mayorista. Las listas que circulaban este viernes apuntaban a subidas en torno al 50% en la carne frente a principios de mes, y muchas multinacionales están siguiendo un camino similar en el resto de bienes de consumo corriente.
Y el nuevo Gobierno es consciente de esta situación. Esta mañana, el flamante portavoz del Ejecutivo, Manuel Adorni, ha apuntado a una inflación que ronde el 35% mensual durante el próximo año y que culmine en un alza de precios acumulada del 3.678% para todo el 2024. Una situación que, considera, es un 'mal necesario' para reconducir la economía después de años de distorsiones, proteccionismo e intervención.
Un 'megadecreto' para la próxima semana
Para avanzar en el 'plan motosierra', el Gobierno está preparando un decreto de reformas urgentes que pretende publicar la próxima semana, y que entraría en vigor inmediatamente mientras el Congreso estudia si convalidarlo o no. El proyecto lo está redactando Federico Sturzenegger, exgobernador del Banco Central de Argentina durante la presidencia de Mauricio Macri. El texto incluiría la reducción de los subsidios al transporte o la energía, la privatización de empresas públicas, un fuerte abaratamiento del despido y algunas ayudas extras a los sectores más desfavorecidos. Y el punto que más polémica ha desatado es la recuperación del IRPF, que el candidato peronista Sergio Massa eliminó en sus últimos meses como ministro de Economía.
En su primer mensaje por redes tras tomar posesión, Milei explicó que algunas de las medidas tomadas, especialmente la subida de varios impuestos, es "algo transitorio" como parte de "un programa hiperortodoxo con un fuerte ajuste fiscal para llevar el déficit financiero a cero". Y advirtió de que "una vez que reacomodemos la economía, vamos a empezar a eliminar todo lo que a los liberales libertarios no nos gusta".