
La Comisión Europea ha propuesto este martes destinar los beneficios de los activos congelados al Banco Central de Rusia en la UE a la reconstrucción de Ucrania. Una idea que sobrevuela desde hace tiempo las instituciones europeas y que permitiría recaudar 3.000 millones de euros al año o unos 15.000 millones de euros del 2023 al 2027, según el Financial Times.
La idea de redirigir los activos congelados a Rusia, como parte de las sanciones contra Moscú por la invasión militar de Ucrania, hace tiempo que sobrevuela las instituciones comunitarias. Sin embargo, las derivas legales y los riesgos para la estabilidad financiera de la UE que entraña tal iniciativa han impedido hacerla efectiva hasta la fecha.
Este primer paso abre la puerta a utilizar los beneficios generados por los activos congelados al Banco Central Ruso en la UE en los depósitos centrales de valores de la UE. El grueso se encuentra, principalmente, Euroclear, uno de los mayores depósitos centrales de valores del mundo con sede en Bruselas, que a aglutinado unos 3.000 millones de euros de beneficios derivados de los activos congelados al Banco Central ruso en el plazo de nueve meses.
No será hasta que la propuesta haya sido adoptada que se aplicaría esta medida sobre los beneficios generados, es decir, no tendrá efecto retroactivo sobre los beneficios extraordinarios generados hasta ahora. Un cómputo en el que hay que tener en cuenta que son 200.000 millones de euros el valor de los activos congelados al Banco Central ruso en la UE, y que la mayor parte se encuentra en los depósitos centrales de valores con sede en Bélgica, más de 190.000 millones de euros.
Algunos de los activos congelados al Banco Central de Rusia, como los bonos, generaron beneficios en términos de liquidez durante estos meses, por lo que la medida de la Comisión Europea se centraría en estos beneficios extraordinarios que actualmente concentran los depósitos centrales de valores. Siempre después de la aplicación de los impuestos nacionales correspondientes.
La propuesta llega después de que los Veintisiete Estados miembro hicieran en retiradas ocasiones llamamientos al Ejecutivo comunitario para utilizar los activos congelados en la reconstrucción de Ucrania. Se valoraba operar sobre los beneficios de los activos del Banco Central ruso pero también sobre los activos de las compañías estatales del Krelmin, aunque finalmente se ha optado únicamente por la primera fórmula precisamente por los rendimientos económicos.
La fórmula planteada, que deberá ser respaldada por unanimidad por todos los Estados miembro, requiere aún de otra propuesta legislativa. Una segunda pata que complemente de qué manera se transferirán la financiación a Kiev, cuya cuantía final dependerá de la evolución de los tipos de interés.