Economía

El 52% de los pensionistas duda si seguirá cobrando su actual pensión, según Nationale-Nederlanden

  • Occidente vivirá un cambio demográfico sin precedentes en las próximas décadas
  • Algo más de la mitad de los encuestados desconoce cuánto debe ahorrar para la jubilación
Dos jubilados consultan su pensión de la Seguridad Social. Getty
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Las próximas décadas avanzan una mayoría de personas jubiladas con un menor peso de la población activa. Es una de las claves sobre las que pivotará y se transformará la economía: el peso de la pirámide demográfica estará en la población sénior, con los correspondientes cambios en materia de pensiones, salud o mercado laboral. Esta es la mayor certeza a largo plazo, ya que los jubilados tienen dudas sobre su pensión en el futuro. Según una encuesta de Nationale-Nederlanden, el 52% tiene dudas de si seguirá cobrando la pensión, tal y como recoge el informe de 'Perspectivas de la silver economy: ahorro y calidad de vida en la etapa senior'.

Josep Celaya, subdirector general y director de Experiencia de la aseguradora neerlandesa, ha destacado que "asistimos a una transformación demográfica sin precedentes en el mundo occidental, con una población envejecida como consecuencia del aumento de la esperanza de vida". Ante la inquietud entre jubilación y recursos económicos en el retiro, señala que "desde las compañías debemos ofrecer soluciones que permitan a los seniors vivir mejor" porque, como recuerda el doctor Iván Ibáñez, la edad biológica nos permite vivir ya más de 100 años, aunque hay que vigilar la salud y calidad de vida.

Otro de los datos destacados del estudio, elaborado con la opinión de 11.500 personas en 11 países diferentes, es que el 55% de los españoles no sabe cuánto dinero debe ahorrar para la jubilación. Es complejo conocer la prestación futura que cobrarás más allá de la simulación que ofrece la Seguridad Social. La pasada década hubo un compromiso para facilitar a la población activa un sobre naranja con información sobre su pensión futura en base a su cotización actual. De hecho, uno de cada cuatro retirados volvería a trabajar por razones económicas, es decir, por la cuantía que percibe en su jubilación en relación al nivel de vida.

Esta medida funcionaría como un avance del nivel de renta del que dispondría el trabajador en su jubilación, una de las máximas de la previsión social. José Antonio Herce, economista experto en longevidad y pensiones, lamenta que "mucha gente no se ha preparado para vivir la vida sénior y la jubilación". "La planificación financiera brilla por su ausencia en nuestro país, incluso a pesar de los cientos de millones de euros que se gastan las grandes entidades financieras se gastan. La planificación financiera implica la preparación de la vida sénior desde los 55 a incluso los 95 años, cuatro décadas en las que pueden pasar de todo", explica.

Para Herce, la certidumbre está garantizada en las pensiones que ya están cobrando del sistema español, especialmente la protección adicional de aquellas más bajas y vulnerables del sistema: la última reforma de las pensiones recoge una revalorización superior a la inflación de las pensiones mínimas y no contributivas. Sin embargo, advierte que en el futuro no será posible jubilarse "como nuestros padres" con el mismo modelo.

Con las previsiones demográficas y de gasto en pensiones actuales, el modelo cambiará. "Hay un conflicto generacional que está aflorando", ha recordado. De cara al futuro, el economista defiende la recuperación de la indexación de la edad de jubilación con la esperanza de vida, un modelo simétrico y automático de ajuste que canalizaría el sistema hacia una reducción del gasto.

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