
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, despliega su ofensiva fiscal en los presupuestos de 2024. Las cuentas recogen el catálogo de rebajas y deducciones de impuestos que la líder del PP madrileño ha ido anunciando a cuentagotas durante los últimos meses, y que comenzarán a rodar el próximo año. En concreto, confirma la deflactación del IRPF -la segunda consecutiva- que supondrá un descuento medio del 3,1% con respecto a 2022. El Ejecutivo de Ayuso toma como referencia el incremento del IPC registrado durante los primeros ocho meses de 2023. "Beneficiará sobre todo a las rentas más bajas, dejará 153 millones en los bolsillos de los madrileños", promete el Gobierno regional. No obstante, en términos absolutos -al ser un impuesto progresivo- la medida ahorrará cantidades más elevadas a las rentas altas, que se beneficiarán de las rebajas que la deflactación producirá en los tramos inferiores a los suyos.
La Comunidad de Madrid es la primera autonomía que aprueba esta medida fiscal durante dos ejercicios seguidos, que cifra en 350 millones de euros desde 2022. Los de Ayuso prometen seguir deflactando "siempre que la inflación se sitúe por encima del 2%".
Los presupuestos regionales recogen también la deducción del IRPF para inversores extranjeros con la que la presidenta madrileña tratará de contrarrestar el impuesto a las grandes fortunas que el Gobierno central aprobó el pasado año. "Estos nuevos contribuyentes podrán desgravarse el 20% del total del capital destinado a activos financieros y a la adquisición de vivienda habitual siempre que se mantengan durante los siguientes seis ejercicios", explica la consejería de Economía. La intención es "atraer proyectos y tributantes". Según cálculos de la Comunidad de Madrid, el coste de la media será de 100 millones de euros.
Por último, el equipo de Ayuso recicla otro catálogo de deducciones fiscales -anunciado hace un mes- para combatir la despoblación de municipios de menos de 2.500 habitantes. El coste total apenas alcanza los 9 millones de euros. El paquete incluye una deducción en el IRPF a los menores de 35 años de hasta 1.000 euros que trasladen su hogar a una de estas localidades. A ella se suma otra -de hasta 1.500 euros- destinada a aquellos que adquieran o rehabiliten una vivienda en un pequeño municipio. También se incluye una bonificación en Transmisiones Patrimoniales o Actos Jurídicos Documentados por la compra de un inmueble en estas localidades.
Estabilidad de las cuentas
Esta nueva hornada de rebajas e incentivos llega en un momento crucial para la estabilidad de las cuentas públicas, que el próximo año deben comenzar a pasar el examen de las reglas fiscales. En el Plan Presupuestario enviado a Bruselas hace unas semanas, el Gobierno en funciones se refirió a un supuesto efecto negativo que la política fiscal de determinadas autonomías, lo que implica llevar su lucha política con el PP a las instituciones europeas. En concreto, el departamento que dirige María Jesús Montero explicó a la Comisión Europea que el catálogo de bonificaciones y reducciones de los gravámenes gestionados por las regiones restarán 2.050 millones de euros a la partida de ingresos en 2024.
En concreto, el documento señala a las rebajas y deducciones del tramo autonómico del IRPF como, a su juicio, las más dañinas para el objetivo de déficit. Moncloa cifra el roto en los ingresos en 1.728 millones de euros el próximo año. La cantidad triplica la merma prevista para este 2023, cuando se espera un recorte de 613,3 millones.