Son múltiples las dudas que se han sembrado sobre la ejecución e implementación del Plan de Recuperación. Y el Tribunal de Cuentas de la UE ha intentado arrojar un poco de luz sobre esta cuestión. Tras un análisis a nivel comunitario ha concluido que no es posible medir de forma adecuada el rendimiento global del fondo de Recuperación y, en un tirón de orejas a Bruselas, le pide mejorar la información con datos concretos del gasto real.
Los auditores de la Unión Europea han señalado en su informe "insuficiencias" en el sistema de seguimiento del Plan de Recuperación que limitan la capacidad para medir el rendimiento del plan. "Nos encontramos en una situación paradójica", ha indicado en rueda de prensa la miembro del Tribunal de Cuentas y responsable del informe, Ivana Maletic, "podemos medir el progreso, pero no el rendimiento en sí".
Los auditores de la UE han indicado que los indicadores no miden los resultados y no dan detalles de cómo contribuyen a los objetivos del Plan de Recuperación. Si bien los sistemas que utilizan tanto la Comisión Europea como los Estados miembro son "adecuados" para garantizar la calidad, el organismo con sede en Luxemburgo considera que hay "deficiencias" y que "sigue habiendo riesgos para la fiabilidad de los datos", especialmente en lo relativo a quien recibe financiación en última instancia.
"Uno de los problemas que subrayamos es la falta de transparencia", ha indicado la autora del informe, recordando la obligatoriedad de presentar la lista de los mayores 100 beneficiarios de los fondos.
Dado que Bruselas no recopila los datos del dinero gastado en los países, su información se basa en estimaciones. Por este motivo, el Tribunal de Cuentas pide al Ejecutivo comunitario que mejore su información sobre el Plan de Recuperación, con datos sobre el gasto real, con un sistema completo de rendimiento y seguimiento que se base en los resultados.
En este sentido, los auditores destacan que el cuadro de indicadores de la Comisión Europea, aunque intuitivo, induce a error en su forma de presentar los avances del Plan de Recuperación en sus seis pilares.
Otro de los razonamientos que apuntan desde Luxemburgo es que no permiten tener una visión completa de cómo las reformas e inversiones, ni los proyectos contribuyen a cumplir con los objetivos de plan de salida de la pandemia, como la transición verde, digital y otras revisiones.
Aunque el cumplimiento del Plan de Recuperación se basa en hitos y objetivos e indicadores comunes para supervisar el éxito de tales objetivos, los auditores de la UE han juzgado que estos dos elementos de seguimiento son insuficientes para evaluar el rendimiento global del Mecanismo de Recuperación.
Concretamente, lo que afea el Tribunal de Cuentas es que los hitos y objetivos son solo pasos en la ejecución, como puede ser la adopción de una ley o la selección de proyectos, y su foco está puesto en los proyectos que financian, como el número de personas que asisten a una formación o el número de vehículos eléctricos adquiridos. No se centra, sin embargo, en los resultados concretos, como el número de empleados o el ahorro de energía o la reducción de emisiones.
A nivel europeo, el Plan de Recuperación está dotado de 723.000 millones de euros, de los cuales 338.000 millones son subvenciones no reembolsables y 385.000 millones de euros son préstamos. Esta financiación está destinada a reformas inversiones que contribuyan a la transición verde y digital pero a diferencia de otros programas comunitarios la financiación se desembolsa una vez se hayan cumplido.