
Europa se prepara para plantar cara a China en el sector de las renovables y, concretamente, con la energía eólica. El objetivo es duplicar la capacidad de producción eléctrica a través de la energía del viento del 16% actual hasta el 42,5% en 2030. En este escenario la Comisión Europea ha presentado este martes su paquete de energía eólica, que incluye medidas como la aceleración de concesión de permisos, la mejora de acceso a financiación o la mejora del diseño de las subastas pero también quiere seguir de cerca las posibles prácticas anticompetitivas de otros actores mundiales, con la vista puesta en el gigante asiático.
La propuesta de Bruselas incluye una perspectiva sobre los mercados extranjeros. Con la vista puesta en Pekín, y después de haber lanzado una investigación a los subsidios al vehículo eléctrico de China, la Comisión Europea quiere monitorizar las prácticas comerciales anticompetitivas que beneficien a los fabricantes de eólicos extranjeros poniendo el ojo, por ejemplo, en las subvenciones a los productos importados relacionados con el sector.
En un esfuerzo por duplicar el despliegue de infraestructura eólica para pasar de los 204 gigavatios de potencia instalada actualmente a 500 GW en 2030, el Ejecutivo comunitario plantea la colaboración con inversores para identificar y abordar obstáculos a la inversión. Como parte de su plan para mejorar el acceso del sector a la financiación, Bruselas plantea utilizar el Fondo de Innovación y vehicular garantías de riesgo a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Además, insta a los países a aprovechar las flexibilidades del Marco Temporal de Crisis en la concesión de Ayudas de Estado a la producción eólica.
Alcanzar el objetivo de renovables 2030 requiere que se instalen 37 GW de eólica anuales. Algo para lo que se antoja indispensable acelerar la concesión de permisos a los proyectos eólicos, pues en 2022 se concedieron permisos por 16 GW. Estos procesos pueden ser a nivel nacional mientras otros se realizan a nivel local, los tiempos y los documentos son largos, por lo que Bruselas plantea digitalizar esta burocracia para que se ejecute tan rápido como sea posible.
"La UE tiene cuatro veces más capacidad eólica en proceso de concesión que en construcción"; ha concretado la raíz de la propuesta la comisaria de Energía, Kadri Simson, que ha defendido también la construcción de redes de distribución de electricidad, con un plan que se presentará el mes que viene.
Además, Bruselas anima a los países a fijar objetivos de proyectos de eólica, con calendarios concretos a largo plazo y establecer un plan de acción para el desarrollo de redes eléctricas a final de año. De la mano de esta medida, la Comisión Europea propone también renovar el diseño de las subastas de renovables, que actualmente se articulan en el precio.
La idea es que estas subastas tengan en cuenta criterios que recompensen los proyectos de más valor añadido y fijen incentivos para aquellos parques que se ejecuten en el tiempo planificado. Se fijarían así medidas para maximizar la tasa de ejecución de los proyectos, con recomendaciones de la Comisión Europea, identificación de riesgos de ciberseguridad para las turbinas eólicas y aumentar los contratos estratégicos en el contexto del programa de inversiones fuera de la UE, Global Gateway.
La Comisión Europea ha abierto el melón del personal cualificado y plantea la puesta en marcha de academias y espacios de formación para la industria limpia en la UE, con un segmento dedicado al sector eólico. Las academias desarrollarán contenidos y materiales de aprendizaje y formarán a 100.000 alumnos en los tres años siguientes a su creación.
La idea de lanzar este paquete para la industria eólica la planteó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso del Estado de la Unión el pasado septiembre. Una estrategia que tiene como objetivo que la transición a las renovables y la competitividad industrial de la UE vayan de la mano. La idea, además, es potenciar la cadena de suministro del sector de las renovables con un claro porfolio de proyectos que atraigan la financiación y mantengan la igualdad de las reglas del juego.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, ha indicado como principales retos una demanda incierta, los complejos procesos para conceder permisos, la falta de acceso a materias primas o la elevada inflación aumentan la presión sobre la competencia internacional. Es así que este paquete "es nuestra respuesta inmediata a estos desafíos".