Economía

Los economistas elevan en cinco décimas, hasta el 3,5%, la tasa de inflación para 2023

  • Alertan de la excesiva dependencia del precio del petróleo de nuestra economía
  • Avisan de la pérdida de poder adquisitivo por la inflación
  • Apuestan por un crecimiento mínimo, aunque positivo
Presentación del Observatorio Financiero del CGE

El Consejo General de Economistas (CGE) ha revisado en cinco décimas al alza, hasta el 3,5%, la previsión de la tasa de inflación media para 2023, en tanto que mantiene sus previsiones en lo tocante a crecimiento (2,3%), tasa de paro (11,8%), déficit público (3,8-4%) y deuda pública (110,5%), aunque esta última, en términos nominales, sigue aumentando y ya ha superado los 1,55 billones de euros a fecha de julio. No obstante, los economistas alertan de una ralentización de la economía un crecimiento a cero a finales de 2023.

Así lo han manifestado este lunes durante la presentación en Madrid de su observatorio financiero correspondiente al segundo cuatrimestre de 2023.

Los economistas del CGE subrayan que las tasas de inflación continúan moderándose, así como las tasas subyacentes, aunque explican que "en España, el diferencial con la Eurozona se ha estrechado hasta 1,1 puntos, lo que resta competitividad a nuestra economía, muy condicionada por el incremento del precio de petróleo". Añaden que a este incremento hay que añadirle el efecto que tuvo en septiembre la revalorización del dólar en el mes de septiembre, divisa en la que se realizan las transacciones, y su repercusión en el IPC.

Por otro lado, los analistas destacaron la continúa tendencia positiva del empleo en el segundo trimestre, como se refleja tanto en las cifras de la Contabilidad Trimestral como en las de la Encuesta de Población Activa (EPA) y en la cifra de afiliados a la seguridad social, en niveles históricamente altos. Además, recordaron, en el último año, la población asalariada temporal se ha reducido a más de 700.000 personas y el salario por ocupado ha aumentado más de un 5%.

Más productividad

Los expertos revelaron en su informe que la creación de empleo estuvo acompañada de un aumento de la productividad por hora trabajada, que creció un 1,2%. No obstante, en septiembre se denota una cierta moderación al ser el mes de septiembre que menos ha crecido el empleo desde 2018.

Según el estudio la ratio de endeudamiento sobre PIB de las Administraciones Públicas, se situó a finales de junio de 2023 en el 111,2%, 0,4 puntos porcentuales menos que a finales de 2022. Sin embargo, se advierte de que, en términos nominales, la deuda pública en circulación sigue aumentando hasta superar los 1,55 billones de euros en julio de 2023.

El observatorio sobre la coyuntura económica en el segundo cuatrimestre llama la atención sobre el hecho de que la renta familiar está creciendo por los buenos datos de empleo, pero el poder adquisitivo cae por la inflación, los altos intereses y la imposición indirecta. La tasa de ahorro de los hogares ha crecido (se se estima en el 20% de la Renta Disponible Bruta (RDB), frente al 14,7% del mismo trimestre de 2022), pero su destino, más que al consumo y a la inversión, se dirige a amortizar deudas y a la prevención.

Los analistas recalcaron también de que el cambio de tendencia en la recaudación, en concreto de la recaudación del IVA en agosto, puede que tenga efectos negativos en el déficit de las cuentas públicas a final de año. Asimismo, apuntaron que la demanda externa se ha visto muy afectada, tal como muestra la tendencia decreciente de las exportaciones en el último trimestre.

Ligero crecimiento

A su modo de ver, cabe esperar que en el último trimestre del año, con el alargamiento de la temporada turística y el mantenimiento del sector servicios, se pueda alcanzar un crecimiento, aunque mínimo, positivo. También, la aplicación de los fondos europeos, algunos antes de final de año, pueden tener su efecto positivo en las empresas españolas, sobre todo las grandes, mientras que las pymes y autónomos están siendo los más perjudicados por la coyuntura, cierres y bajas.

El presidente del CGE, Valentín Pich, explicó que "siendo cierto que todo apunta a que la economía española tendrá este año un mayor crecimiento que el de nuestros homólogos europeos, no lo es menos que este crecimiento no tiene ni la intensidad ni el vigor que debería, por lo que se hace muy necesaria la estabilización política e institucional que ayude a que tanto el cierre de este ejercicio, como sobre todo las previsiones de 2024, no hagan que se confirme la tendencia a la baja que el análisis efectuado y los indicadores nos ponen de manifiesto en el medio plazo".

Salustiano Velo, uno de los coordinadores del observatorio financiero, enfatizó que "la economía española supera los malos augurios del último trimestre del 2022 y ha constatado que no se retrasó un año en recuperar su nivel prepandemia. La clave del crecimiento ha estado en el consumo de los hogares, que han utilizado el ahorro acumulado durante la pandemia para continuar normalmente con su nivel de gasto".

Por su lado, Salvador Marín, director del Servicio de Estudios del CGE, resaltó que "este cuatrimestre ha venido a confirmar la tendencia de los índices adelantados que ya se dieron en el anterior", mientras que el presidente de la Comisión Financiera de la entidad, alerto de que " a pesar de que la renta familiar está creciendo por los buenos datos de empleo en la temporada estival, el poder adquisitivo cae por la inflación, los altos intereses y la imposición indirecta".

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