Tras casi cuatro meses, con uno de vacaciones de por medio, desde que España presentó a Bruselas su revisión del Plan de Recuperación, la Comisión Europea le dio ayer su visto bueno. La negociación ha sido costosa, ha llegado hasta el último minuto. Finalmente, el Ejecutivo comunitario dio su beneplácito a 52 nuevos hitos y objetivos que se incluyen en el plan modificado de salida de la pandemia con puntos que van desde el impulso a la industria de microchips y la descarbonización pero que mantiene los planes de cambiar el Impuesto sobre la Renta o el de Sociedades.
La nueva versión del Plan de Recuperación, conocida como adenda, dará a España acceso a 93.500 millones de euros de financiación. De esta cuantía, el plan contempla 83.200 millones de euros en préstamos en condiciones favorables, frente a los 84.000 millones planteados inicialmente. Incluye, además, en línea con lo previsto, 7.700 millones de euros en transferencias adicionales y 2.600 millones del plan RePower EU, que busca romper con la dependencia energética del bloque con Moscú. Cifras que se suman a los 69.500 millones de euros en fondos del Plan inicial.

Entre las nuevas medidas se incluyen inversiones para apoyar la descarbonización de la industria. Un objetivo que se articulará en forma de fondos y créditos para impulsar una industria de bajas emisiones y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Se actuará sobre proyectos y procesos que contribuyan a reducir las emisiones de CO2, incluirá un fondo para incentivar a las empresas a realizar inversiones de costes elevados e impulsará las instalaciones altamente eficientes.
El nuevo plan incluye revisiones con inversiones adicionales que tengan como objetivo impulsar la cadena de valor del sector de los semiconductores, con el apoyo a nuevos proyectos en este segmento. Figura también en la revisión desgravaciones fiscales al vehículo eléctrico y a la renovación de viviendas.
Mantiene, sin embargo, la adenda la intención de abordar deducciones al IRFP, también el de Sociedades, el IVA e impuestos especiales.
La versión final del plan de Recuperación cuenta 17 reformas y 51 inversiones modificadas o nuevas para acceder a los créditos adicionales, las medidas al amparo del plan para cortar con la dependencia de combustibles fósiles de Rusia, y la eliminación de medidas que ya no son alcanzables porque han cambiado las circunstancias, sea por la guerra de Ucrania, la elevada inflación o la crisis energética.
La nueva versión del Plan de Recuperación, dotado en total de 163.000 millones de euros entre fondos, préstamos y el capítulo RePower EU, contempla 595 hitos y objetivos, 505 de los cuales se enmarcan en la solicitud de fondos y 90 al amparo de los préstamos. España es el único país que ha recibido ya el tercer pago del Plan de salida de la pandemia. Hasta la fecha, han sido 37.000 millones de euros desembolsados, 9.000 de ellos asociados a la prefinanciación concedida en agosto de 2021 y 28.000 millones de los tres pagos de fondos.
Según el calendario del Ejecutivo, el grueso de los créditos favorables se concederán al final del periodo. Concretamente entre enero de 2025 y finales de agosto de 2026. La revisión deberá ahora recibir el visto bueno de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), que cuentan con 4 semanas para dar su beneplácito. Tal luz verde de los países permitirá a España acceder a 1.400 millones de euros de prefinanciación del plan RePower EU.
Además, la luz verde de Bruselas da a España vía libre para solicitar el cuarto desembolso, asociado a la segunda parte de la reforma de las pensiones, y que debe realizarse antes de final de año. Se ha incluido en la adenda ciertos elementos asociados al cuarto tramo, por lo que la solicitud de esta partida por parte del Ejecutivo español es inminente.
Entre las 52 medidas modificadas figura la introducción de peajes en las autovías a partir de 2024. Un sistema de pago que, finalmente, el Gobierno español ha retirado en la adenda. La medida fue sustituida por una actuación para promover el transporte ferroviario de mercancías y que se combinará con la normativa comunitaria del sistema de comercio de derechos de emisiones, que entrará en vigor en 2027.
La nueva versión del Plan de Recuperación destina el 40% de la financiación a objetivos climáticos, un 26% a la transición digital y abarca otras reformas como la mejora del acceso a financiación para pymes y autónomos.