El Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en septiembre en el 3,5%, 0,9 décimas más que en agosto que suponen su mayor subida en un mes desde junio de 2022. La buena noticia del dato provisional publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) viene de la mano de la inflación subyacente, que estira la senda de moderación al ceder tres décimas, hasta el 5,8%, su menor nivel desde junio del año pasado.
El dato definitivo se conocerá el 13 de octubre. Hasta entonces, la tasa adelantada por Estadística indica que el repunte en el índice general se debe al encarecimiento de la electricidad y las gasolinas frente a la rebaja en los precios que registraron un año atrás.
La moderación que comenzó en marzo -con la salvedad del repunte en julio- se mantiene en la inflación subyacente, la que excluye los alimentos no elaborados ni productos energéticos para evitar las interferencias de la volatilidad propia de esos bienes de consumo. La marca de septiembre, de confirmarse, será su menor cota desde junio de 2022, cuando cedió al 5,5%. Lo más próximo que estuvo a ese nivel fue el pasado mes de junio, cuando retrocedió al 5,9%.
En tasa mensual (entre agosto y septiembre) los precios subieron un 0,2%. En lo que va de año, la medición intermensual sólo ha sido negativa en enero.
En su valoración habitual, el Ministerio de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital ha destacado que "España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro". El Departamento que dirige en funciones la vicepresidenta primera Nadia Calviño ensalza las medidas de política económica adoptadas por el Gobierno, que "están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios".
La aceleración de la inflación española confirma que la presión de los precios persiste y parece pedir al Banco Central Europeo (BCE) tipos más altos por más tiempo. Según las expectativas de Bloomberg, el supervisor europeo no comenzará a recortar los tipos de interés hasta julio del año que viene.
Las previsiones del Banco de España apuntan a que la inflación seguirá acelerándose el próximo año. En sus últimas proyecciones publicadas, el organismo español aumentó las estimaciones de la tasa de inflación tanto para este año (del 3,2% al 3,6%) como para el que viene (del 3,6% al 4,3%) en gran medida por los precios del petróleo y del gas natural), un pronóstico que comparten los analistas de Bloomberg Economics, que apuntan a un nuevo salto del IPC en octubre, hasta el 3,6%.
El índice armonizado confirma una subida del 0,5% en los salarios de los empleados públicos
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) también refleja un avance, en este caso de ocho décimas para situarse en el 3,2%. Este dato, el que utiliza Bruselas para sus previsiones, tiene además implicaciones para los salarios de los funcionarios derivadas del acuerdo que Gobierno y sindicatos alcanzaron en 2022 por el que se pactó una subida salarial que se abonará en octubre pero con carácter retroactivo desde enero; una 'paguilla' extra para compensar la inflación.
El texto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió que las nóminas de los más de tres millones de empleados públicos de todas las administraciones se elevarían en 2023 un 2,5% y contempló la posibilidad de dos subidas variables, de 0,5% cada una; la primera se aplica si la suma de la variación del IPCA del año 2022 y del IPCA adelantado del mes de septiembre de 2023 supera el 6%, y la segunda, si el PIB nominal en 2023 sobrepasa el previsto por el Gobierno (2,1%).
Según el dato adelantado de Estadística, el IPCA se situó en septiembre en el 3,2% (ya solo la media del IPCA en 2022 fue del 8,3%) por lo que el 6% tope marcado quedaría superado y se activará la subida del 0,5% correspondiente a ese primer variable.