El empleo en nuestro país está dando sorprendentes muestras de resistencia al enfriamiento propiciado por la 'triple pinza' entre incertidumbre, inflación e incremento de tipos de interés. Y lo hace, precisamente, en una de las variables consideradas como uno de los grandes lastres del competitividad del mercado laboral español frente el resto de Europa: los sueldos. Las empresas están incrementando un 5,95% interanual la oferta salarial para las nuevas contrataciones, el mayor repunte de la zona euro frente a la desaceleración que anota este indicador en la zona euro o Estados Unidos. Aunque este peculiar 'milagro español' empieza a dar síntomas de agotamiento.
Según los últimos datos del indicador de salarios en las ofertas de empleo de Indeed, los datos de España superan con creces a los de la media de la zona euro (4,18%) y amplían su distancia con la economía que hasta ahora acumulaba las mayores subidas: Alemania, que ahora las modera al 5,11%. Pero no solo bate a los países de la UE: España también bate a Estados Unidos, que se queda en un 4,46%. El único país de los estudiados que registra una subida interanual de las ofertas salariales superior a la de España es Reino Unido, que escala un 7,3%.
Si comparamos con los niveles de subidas salariales actuales con los de hace un año, se aprecia que la zona euro ha reducido en un 13,1% la mejora, especialmente en Italia, donde se ha desplomado un 92%. En Irlanda retroceden un 26% y en Alemania un 13,7%. Por el contrario, en Francia sube un 1,32% y un 16,4% en Países Bajos.
Pero en España el repunte supone un 63,9% respecto a los niveles de hace un año. mientras Estados Unidos lo ha hecho un 42,27%. En Reino Unido se ha acelerado un 20,5%, un repunte que queda también por debajo de España. Algo especialmente notable si tenemos en cuenta que nuestros país registra unas tasas de inflación más bajas que esos países.
El indicador que publica el metabuscador de ofertas de empleo Indeed se ha convertido en una herramienta cada vez más estimada en los análisis de las tendencias salariales. El Banco de Inglaterra y el Banco de Irlanda (ya en la zona euro) lo mencionan entre las fuentes de sus análisis, aunque instituciones como el BCE o el Banco de España prefieren centrarse en otros indicadores, como los costes laborales o los sueldos negociados en convenios colectivos.
La razón es que la publicación de ofertas con sueldos o franjas salariales es menor en los países continentales y con mayor peso de la negociación colectiva centralizada (la referencia salarial "ajustada a convenio" es frecuente en las ofertas de nuestro país). Pero la falta de mano de obra ha provocado que también en estos países las empresas tengan que mejorar sus ofertas más allá de los acuerdos entre patronal y sindicatos. Y por ello los datos de ofertas cobran relevancia a la hora de anticipar tendencias salariales.
De hecho el último informe de la institución que preside Pablo Hernández de Cos ya incide en que la diferencia entre la subida de los costes salariales y los sueldos pactados en convenio puede explicarse precisamente por los cambios de empleo.
El 'anzuelo' salarial
¿Son acertados entonces los datos del 'Indeed Wage Tracker'? Solo un 13% de las ofertas en España y un 10% en Alemania incluyen el sueldo, frente al 42% de Reino Unido y el 50% en Estados Undos, aunque esto no es necesariamente un problema en términos estadísticos: hay que tener en cuenta que la Encuesta de Costes Laborales se calcula sobre una población equivalente al 2% de las cuentas de cotización de las empresas.
El riesgo es, en todo caso, el sesgo que introduce que no todas las empresas publican ofertas de empleo, y menos en portales de internet. Aunque en este caso, conviene recalcar que la Encuesta de Costes Laborales, solo recoge 9 vacantes por cada 1000 empleos existentes en España, uno de los niveles más bajos de la UE.
En cualquier caso, lo que el informe confirma es que el 'anzuelo' monetario para contratar trabajadores ha sufrido una evolución que se puede calificar de desquiciada en todo el mundo durante los dos últimos años. Tras el 'shock' de pandemia, la demanda de trabajadores se recuperó con tal intensidad que superó la de la oferta de mano de obra.
Las explicaciones fueron varias: las ayudas públicas a las personas que habían perdido su empleo por la crisis sanitaria, la 'migración' de trabajadores de los sectores más afectados a otros más estables, o que el 'recalentamiento' de la contratación hizo que muchos asalariados lograran un poder de negociación inédito. Y esto se impacta directamente en los salarios, alentados por la inflación de los precios que también se está viviendo a nivel global.
No en balde, Estados Unidos ha vivido un auge de los movimientos sindicales inédito en las últimas décadas, aunque la 'batuta' la siguen dirigiendo las negociaciones individuales. En países como España, de mayor tradición de negociación colectiva, el proceso ha sido a la inversa.
Aunque los convenios se han desatascado tras el gran acuerdo entre patronal y sindicatos alcanzados en mayo, que fija una subida del 4% en los sueldos para 2023, las empresas parecen dispuestas a ir más allá. Pero no tanto por las demandas colectivas de los trabajadores que tienen en plantilla como por las exigencias individuales de aquellos que necesitan contratar.
Pero mientras los datos de Indeed muestran que esta tendencia se ha moderado en las grandes economías, en España parece que el 'sobrecalentamiento' del mercado laboral se resiste.
Sus estimaciones superan con mucho a los sueldos negociados en convenios colectivos (anclados en el 3,38% en lo que va de año) y se aproximan mucho más a la subida que reflejan otros indicadores salariales como los datos de la Agencia Tributaria o el Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA), que alcanza el 5,7%, o la Encuesta de Costes Laborales, que los sitúa en el 5,6%.
Tiene lógica, ya que la cantidad que un empleador está dispuesto a pagar para fichar a un profesional puede 'contagiar' los salarios de resto de la plantilla con una intensidad similar o mayor, que un convenio sectorial, como señala el propio Banco de España en su último informe.
¿Un 'espejismo' salarial?
Aunque en el caso de nuestro país hay que tener en cuenta factores adicionales. El primero es la pérdida de poder adquisitivo acumulada por los trabajadores (en parte por el bloqueo de la negociación colectiva). Aunque en el último año empieza a revertirse no solo por la subida del SMI o la reactivación de los convenios, como presumen el Gobierno y los interlocutores sociales, sino por la presión que supone la falta de mano de obra en diversos sectores críticos de la economía.
El segundo es que los salarios españoles no son competitivos respecto al resto de Europa. Aunque la brecha salarial entre nuestro país y la zona euro se suele explicar por la diferencia del coste de la vida, hay que tener en cuenta que la mencionada falta de mano de obra no afecta solo a España.
Y puede traducirse en una mayor movilidad salarial motivada por las mejores expectativas retributivas y alentada, en algunos casos, por las posibilidades que abre el denominado 'nomadismo digital'. Esto puede hacer que muchas empresas se ven obligada a acelerar las subidas salariales con mayor intensidad que en otros países.
La pregunta es hasta qué punto este comportamiento es sostenible en el tiempo. Aquí hay que tener en cuenta que la inflación también aporta un factor adicional de volatilidad a los sueldos. Por ello, el indicador presenta los datos como una media móvil trimestral (es decir, promedio de los tres últimos meses), con la intención de poner el foco en la serie en un periodo de tiempo mayor. Sin embargo, es importante señalar que los datos mensuales registran un 'retroceso' en la mejora interanual. Si en junio fue del 6,3% de junio y del 6,5% de julio, en agosto se ha desacelerado al 4,9%.
El dato mensual, en cualquier caso, sigue siendo el más alto de la UE y supera al de Estados Unidos. Pero esta desaceleración despierta dudas de cara a los próximos meses. El hecho es que puede responder al enfriamiento del mercado laboral en el pasado agosto, pero este comportamiento no se ha producido en años anteriores. Además, contrasta con un repunte de la inflación que según las previsiones de analistas como los de Funcas se intensificará en los próximos meses. En cualquier caso, los datos de septiembre serán clave para determinar si este 'traspiés' es responde a factores estacionales o el 'milagro español' de los sueldos ha sido un espejismo de apenas un trimestre.