
La sequía está causando estratos en la economía de los países de la UE, con Italia y España a la cabeza. Un estudio revela que, de aquí a 30 años, ambos países podrían enfrentarse a una pérdidas conjuntas, mayores en el país vecino, de hasta 14,6 billones de euros.
La sequía que afecta a gran parte de Europa, España incluida, así como las cada vez más frecuentes olas de calor que asolan, sobre todo a la cuenca mediterránea del Viejo Continente, no solo tienen consecuencias para el medioambiente y la salud de las personas, también afecta a la economía, y mucho.
Así, un estudio sobre estrés climático macroeconómico, elaborado por la Agencia Europea de Calificación Scope Group, que modela la exposición teórica de las economías y los sectores a la sequía y otros riesgos climáticos, concluye que la sequía podrían costarle a España e Italia 4,6 y 10 billones de euros, respectivamente, hasta 2050. La pérdida sobre el PIB per cápita sería del 8,3%en nuestro país y del 5,8% en el país transalpino.
Los citados costes, derivados de la escasez de lluvias y más días con temperaturas medias más elevadas de lo habitual, representan unas pérdidas hipotéticas de 32,7 billones de euros para el conjunto de la Unión Europea en el período comprendido entre 2020 y 2050. Esto representa el 3,3% del PIB total de la UE-27.
Las consecutivas olas de calor en Europa, junto con los cambios en el régimen de precipitaciones, ya están exponiendo a varias regiones, con especial énfasis en las meridionales, a una sequía meteorológica, que, según el estudio de Scope Group, "están causando graves daños a los sistemas económicos, humanos y naturales. Los episodios de sequía figuran entre los múltiples efectos adversos del cambio climático. Por tanto, es vital que los inversores sometan a las economías a pruebas de estrés para detectar la exposición a la sequía y detectar riesgos en sus carteras".
El análisis basa sus resultados en tres variables: la sensibilidad de la actividad económica a las sequías históricas; la exposición del país a futuras sequías en función del escenario climático y el peso de la actividad económica en el PIB per cápita del país. No incorpora otros fenómenos extremos que dependen en gran medida de las sequías, como los incendios forestales, lo que puede subestimar el coste económico de los periodos de calor y sequía extremos.
El 70% de las pérdidas relacionadas con la sequía se producen en las cinco mayores economías de la UE. Los países del norte y oeste del Continente, como Alemania, Francia y Países Bajos, son los menos expuestos al riesgo de sequía, pero las hipotéticas pérdidas relacionadas con la ausencia de agua en España e Italia, que son las principales economías del sur de la UE, representan el 45% de la perdida total prevista entre sus estados miembros (15% en España y 30% en Italia), así como el 64% de la pérdida prevista de las cinco grandes economías.
En consecuencia, y sobre todo en el caso de nuestro país y de nuestros vecinos transalpinos, los responsables del estudio subrayan que "estas graves consecuencias podrían suponer retos económicos adicionales y cargas financieras derivadas de los gastos públicos financiados con deuda para hacer frente a los riesgos de sequía, lo que elevaría sus ratios deuda/PIB, aumentando el coste de refinanciación a largo plazo".
A nivel sectorial, apunta el estudio, la agricultura es la actividad con mayor exposición al riesgo de sequía en la UE, con unas pérdidas previstas de 1,8 billones de euros, lo que equivale al 9,8% de los ingresos del sector. Productos alimenticios, bebidas y tabaco, además de comercio al por mayor y al por menor, tienen exposiciones del 6,8% y 6,7%, respectivamente. Otros sectores económicos presentan pérdidas relativas relacionadas con la sequía que oscilan entre el 4% y el 7% de la pérdida total prevista en la UE.
Embalses bajo mínimos
Un estudio elaborado por Luz Dary Beltrán Jaimes, del departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, publicado por Asociación Española de Ciencia Regional (AECR), alerta de las consecuencias socioeconómicas y medioambientales que acarrea para España el cambio climático y la escasez de precipitaciones. Recuerda que en nuestro país el año hidrológico 2021-2022 ha resultado ser el más seco en las últimas cinco décadas, y que en agosto de 2022 la reserva de agua en España cayó al 39,2%, el nivel más bajo desde 1995.
Beltrán Jaimes advierte, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que la reducción de los embalses a un 39% genera un impacto en términos de ingresos de 2,64% y en términos del PIB de 2,63%, lo que equivale a unas pérdidas en la economía de 60.422 millones de euros.
La experta señala al sector agrícola como el gran perdedor, con un impacto en términos del PIB de de 42,49%, "resultado esperado, pues es el sector más intensivo en uso de agua". También se ve afectada la producción alimenticia, de bebidas y tabaco con una caída de 4,25%en términos de PIB. La actividad productiva presenta un impacto de 3,95% en términos del PIB.