
Hay un elefante en la habitación. Uno al que nadie quiere referirse por la sombra que la pandemia ha dejado en las decisiones de la UE. Una inédita emisión de deuda conjunta para articular el Plan de Recuperación rompió uno de los mayores tabúes entre Estados miembro. Ahora, el elefante en la habitación es que la deuda supera, y con creces, ese limbo del 60% sobre el Producto Interior Bruto (PIB). Y España debe ponerse las pilas mientras la UE decide los parámetros de unas nuevas reglas fiscales.
En su recomendaciones por país de la pasada primavera, la Comisión Europea advirtió a España de los riesgos de la deuda pública a medio plazo, ya que continuará en niveles "elevados". A lo que se refería es que cree que hasta 2029 la trayectoria de la deuda española irá a la baja, sin embargo, la previsión apunta a que, en el 2033, la deuda española se situará en el 106% sobre el PIB. En todo caso, Bruselas considera que España tiene "espacio para acciones correctivas".
La deuda de España se situó en el 113,2% del PIB a cierre de 2022 y las últimas estimaciones apuntan al 113%, según el dato adelantado de mayo por el Banco de España atendiendo al PIB nominal de los últimos cuatro trimestres. Son 1,54 billones de euros de endeudamiento total, una cifra récord.
Según las estimaciones de Bruselas de la pasada primavera, la deuda pública de España, cerrará el año en niveles del 110,6%. Para el próximo ejercicio España recortará su deuda al 109,1% según el Ejecutivo comunitario, un avance mejor de lo planteado por el Gobierno español que marcó una senda de reducción de deuda para el año que viene que se cerrará en el 110%
La cuestión radica en que, al final, será en 2024 que volverán a aplicarse las reglas fiscales. Esas que fijan que el déficit sobre el PIB no puede superar el 3% y la deuda el 60%. Y la deuda española, así como a de la zona euro (91,6%) y otros Estados miembro distan de ese umbral, como Italia (144,4%) o Portugal (113,9%).
La activación de la cláusula de escape, por la pandemia, hizo excepción un periodo de manga ancha para el gasto. Se presentó como el mecanismo para paliar el golpe económico del coronavirus y también para articular el plan de Recuperación de periodo aciago para las economías de todo el mundo.
Ahora bien, la reforma de la gobernanza económica tiene todavía mucho camino por recorrer. Pese a las anunciadas intenciones de tener cerrado un acuerdo durante la presidencia española del Consejo de la UE, este segundo semestre del 2023, no está claro que tales propósitos vayan a llegar a buen puerto.
Alemania pide que el ritmo mínimo de reducción de la deuda fuera de al menos un 1% al año
Por lo pronto, el motor de decisiones de la UE, el eje franco-alemán, se encuentra dividido. La postura germana, pasa por fijar una senda cuantitativa para la reducción de deuda anual. Es decir, una cifra que sustituya a la regla de 1/20 anual que constaba en la anterior versión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y que la crisis financiera probó ser poco realista.
Abogó así explícitamente el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, que el ritmo mínimo de reducción de la deuda fuera de al menos un 1% al año. Aunque se ha topado con posturas expresamente contrarias. La de Francia sin ir más lejos, que rechaza la inclusión de cualquier referencia numérica en las nueva versión de las reglas fiscales y apunta, como establece la propuesta de la Comisión Europea, a planes de ajuste individualizados a la situación de cada Estado miembro.
La propuesta de revisión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Comisión Europea incluye la opción de ampliar de los cuatro años iniciales a siete los planes de ajuste individualizados. A condición eso sí, de que se incluyan en tales hojas de ruta, una serie de inversiones y reformas que justifiquen la ampliación del plazo y que requerirá el visto bueno de Bruselas.
La cuarta economía más endeudada
España terminó el 2022 como uno de los países de la Unión Europea (UE) con más nivel de deuda y déficit públicos, que se situaron en el 113,2% y el 4,8% del PIB. La media de los países del euro fue del 91,6% y del 3,6%, respectivamente, según Eurostat. En relación a los países de la UE, España como la cuarta economía más endeudada, por detrás de Grecia (171,3%), Italia (144,4%) y Portugal (113,9%). Por contra, los niveles más bajos de endeudamiento se registraron en Estonia (18,4%), Bulgaria (22,9%) y Luxemburgo (24,6%). En el conjunto de la UE, la ratio de deuda pública se situó a cierre de 2022 en el 84% del PIB, por debajo del 85,1% del tercer trimestre y del 88% del mismo periodo de 2021.