
En los últimos años, la falta de talento 'tech' ha sido una de las constantes en el debate económico y laboral en España. Los problemas para encontrar trabajadores en los campos de la tecnología y la informática han sido denunciados por empresas, patronales y organismos como el Banco de España, mientras las vacantes por cubrir se cifran, de manera recurrente, en el entorno de las 120.000. Pero un análisis publicado por Eurostat sitúa estas afirmaciones en un contexto europeo más amplio, con un resultado inesperado: las compañías españolas son las que menores problemas tienen para contratar en este ámbito. Pero también están ente las que menos lo hacen.
Según los datos de la "Encuesta Sobre el uso de las TIC y el comercio electrónico en las empresas" de 2022, un 13,5% de las empresas españolas reclutó o intentó o reclutar a trabajadores de este ámbito. Es un porcentaje que queda por encima de la media de la Unión Europea (10%) y que en los 27 solo superan Dinamarca, Bélgica, Malta y Países Bajos.
Pese a este relativamente elevado número de empresas que buscaron talento TIC, solo un 32,8% de las que lo hicieron encontraron dificultades para cubrir las vacantes, el menor nivel más bajo de los Veintisiete. Las siguientes en la lista, las empresas búlgaras, lo elevaron al 46%. En el extremo contrario se ubican Eslovenia, República Checa y Alemania, con tasas del 78%, el 77% y el 76,6%, respectivamente.
El dato español equivale al 3,45% del total de las empresas, un porcentaje muy diferente al que manejan muchos estudios publicados sobre los problemas de las empresas para contratar en nuestro país, aunque hay que tener en cuenta que Eurostat integra todo tipo de sectores.
A priori, que las empresas tengan pocas dificultades para contratar en uno de los más países que más apuesta por reclutarlos, parece una buena noticia. Se puede interpretar como que nuestra economía compite con ventaja a la hora de atraer estos profesionales. Pero hasta conclusión solo se mantiene hasta que analizamos el resto de datos de la Encuesta.
Lo que revelan es que este el impulso a la contratación TIC se debe a que las empresas españolas están muy rezagadas a la hora de integrar profesionales TIC en sus plantillas. Aunque un 13,5% de las empresas dicen reclutar o intentar reclutarles, solo un 16,3% los mantiene en plantilla. Una de las tasas más bajas de la UE y la segunda menor de la zona euro, superada únicamente a Rumanía, Bulgaria e Italia.
También se mantiene a mucha distancia de la media europea, del 21%, así como de Alemania (22%). Y que se queda a menos de la mitad de países como Dinamarca, donde supera el 34,2%. Un dato coherente con los de que, desde otra perspectiva, arroja la Encuesta de Población Activa, que señalan que solo un 4,1% de los ocupados españoles son profesionales del sector, la mitad que en Alemania.
Déficit de formación e incentivos
¿A qué se debe su escaso peso en el tejido empresarial? Una de las razones puede estar en la externalización de estos servicios: un 73,2% de las empresas. Aunque este es un porcentaje en línea con la media europea. Lo que la encuesta no detalla son las tareas concretas que se externalizan, ya que no es lo mismo funcione muy concretas o novedosas, que exigen un periodo de preparación que justifica contar con consultores externos, que otras más rutinarias que debería desempeñar la plantilla.
El estudio tampoco ofrece una comparativa de los salarios en la UE para los profesionales TIC. Pero si ya es preocupante que menos de dos de cada diez empresas emplee a trabajadores TIC, más lo es que solo un 9,1% ofrezca formación a sus empleados en esta materia. En Dinamarca o Países Bajas el porcentaje supera el 20% Y para el resto de la plantilla el porcentaje se eleva al 17,9%.
La explicación, según sindicatos y los propios trabajadores, está en que el coste de estos cursos tecnológicos es más alto que la de otro tipo de formaciones para trabajadores, aunque también es uno de los factores que más pesan en los profesionales a la hora de aceptar o rechazar un puesto de trabajo.
Y es que la necesidad de una actualización continua es una de las claves de los profesiones TIC. Por tanto, las empresas que no cuidan este aspecto no solo se perjudican a sí mismas, sino que hacen que propios trabajadores sean más proclives a marcharse. No en vano, la rotación en el sector TIC se sitúa entre el 40% y el 35%, según diversos expertos.
Ante este escenario, parece que el repunte en el interés por reclutar mano de obra TIC llega tarde y no compensa el elevado déficit de posiciones tecnológicos en el tejido productivo español, poco atractivas además para los profesionales. Algo que, en líneas generales, según los datos de Eurostat, parece preocupar poco a las empresas.