Economía

El negocio de las fotos 'instagrameables': pequeñas empresas facturan millones gracias al postureo

  • La sesión 'todo incluido' en Santorini puede llegar a costar 1.500 euros
  • El negocio millonario de los 'vestidos voladores' da la vuelta al mundo
  • Este 'souvenir' de lujo ha repuntado por todo el mundo desde el fin del covid
Foto: iStock

Santorini de fondo y un vestido vaporoso moldeado por el viento. El verano queda retratado en una toma que contiene todo lo que cualquiera querría enseñar -y ver-... y ahí está el negocio. Varias empresas de fotografía han sabido explotar el postureo que domina las redes sociales y han logrado conseguir altos beneficios con un solo click.

Flying Dress Photo es un ejemplo de ello. La compañía, radicada en la famosa isla griega, se dedica a capturar la misma imagen una y otra vez: turistas posando con fluidos vestidos de satén contra el reclamado fondo de casas blancas y cúpulas azules. El precio base de 550 euros por hora incluye la toma de la imagen y el vestido a lucir. Los extra (90 euros por el transporte, 300 por peinado y maquillaje, 50 si se requiere a un asistente para lanzar la cola del vestido en busca de la espectacularidad,120 por cada vestido extra que se quiera lucir...) pueden hacer que la sesión cueste hasta 1.500 euros.

Con los precios de este souvenir de lujo, la pequeña empresa es capaz de generar unos ingresos de medio millón de euros sólo en los cuatro meses de clima veraniego, a razón de ocho sesiones por día, recoge Bloomberg.

El negocio de los 'vestidos voladores' de Santorini se replica en lugares como Dubái, la caribeña isla de Aruba, la paradisíacas playas de Bahía Montego, en Jamaica, o en Capadocia y la clásica visión de los globos aerostáticos tomando el cielo turco. Tampoco es único el modelo. Desde el final de la pandemia, las fotografías 'instagrameables' han despuntado y pueden ser de todo tipo.

La plataforma de reserva de fotografías Flytographer, con sede en Canadá, registró un millón de dólares en ventas solo en mayo, la primera vez que la compañía superó los siete dígitos en un solo mes frente a los 400.000 dólares del mismo mes  en 2019. Su negocio se basa en poner en contacto a los clientes con fotógrafos locales en más de 300 ciudades, con París, Maui y Honolulu como los destinos más populares para buscar la foto de los likes. ¿El precio base? 385 dólares la hora.

Sweet Escape, en Indonesia, es otro ejemplo. Tiene desplegados por el mundo a 8.000 fotógrafos y el precio de las sesiones de más de una hora oscila entre los 130 y los 300 dólares. Aquí hay más variedad y la clientela puede conseguir desde un reflejo perfecto de la maternidad hasta la postal navideña perfecta. 

Que su negocio reside en el postureo queda también patente en la forma más común de atraer clientela. Y es que el boca a boca o la 'publicidad gratuita' en Instagram, Facebook y TikTok, funciona la mayoría de las veces como principal altavoz de estas compañías.

El desbordante éxito del formato está llamando la atención a cada vez más fotógrafos freelance que ofrecen sus servicios para cubrir el deseo de cazar una foto de ensueño. Pero también los hoteles de lujo o los cruceros se están sumando a la tendencia. Otros utilizan la frivolidad como herramienta para aprovechar la ola y potenciar sus marcas personales o incentivar el turismo en algunos lugares.

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