
La pobreza en España ha crecido en 11 de las 17 comunidades autónomas desde la crisis económica de 2008, a la cabeza de las cuales se encuentran Navarra, Cataluña y Asturias junto con la ciudad autónoma de Melilla.
La tasa Arope, que mide la pobreza y exclusión social, y que en España afecta a 12,3 millones de personas, las cuales viven con ingresos inferiores a 10.088 euros anuales por unidad de consumo (841 euros al mes), ha experimentado en los últimos 15 años una reducción muy escasa e inferior a dos puntos porcentuales.
Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), entre la primera crisis del presente siglo y la que provocó la pandemia por Covid la reducción máxima, en términos relativos, se produjo en Baleares, con un valor Arope que es un 6,8% inferior al registrado al inicio del periodo. Todas las demás regiones mantienen un índice Arope superior al que registraban en el año 2008.
Dentro de este último grupo, destacan Navarra, Cataluña y Asturias, regiones cuyas tasas superan entre un 30% y un 68% sus valores iniciales. El informe de 2022 de EAPN-ES sobre El Estado de la pobreza en España en la Comunidades Autónomas concluye que "a pesar de la mejoría registrada desde el año 2015 para el conjunto del territorio nacional, y para 11 de las 17 comunidades autónomas, la calidad de vida es aún inferior a la que se mantenía ante de la gran recesión en 13 regiones, entre las que se incluyen las de mayor población".
Por otra parte, el análisis sobre la pobreza regional llama la atención sobre el hecho de que "en un país con gran diversidad económica entre sus regiones, las capacidades de compra son diferentes, y, por tanto, iguales ingresos no determinan iguales condiciones reales de vida en la totalidad del territorio nacional". De este modo, se precisa que "una persona es formalmente pobre o deja de serlo según el lugar en el que reside, y no tanto en razón de sus ingresos. Además, es posible pensar que la variabilidad regional de los precios es menor entre los productos más consumidos por las personas pobres".
EAPN-ES denuncia en su informe que "en un estado con una legislación común, que negocia y asume responsabilidades de manera solidaria y para el que 'se supone' que la cohesión interterritorial es uno de sus valores más importantes, resulta difícil de sostener que una persona cuyos ingresos sean de 12.983 euros esté en el misma necesidad que otra cuyos ingresos sean de 7.655, casi la mitad, por mucho que vivir en la primera sea más caro que vivir en la segunda".
Diferentes umbrales
La organización recuerda que oficialmente la pobreza se mide mediante la utilización de un umbral calculado del 60% de la mediana de la distribución de ingresos, en tanto que "la utilización de umbrales regionales genera otro punto de vista, quizá necesario, pero no suficiente, para la comprensión territorial de la pobreza".
En este sentido, se advierte de que "la utilización de uno u otro umbral cambia radicalmente la visión del estado y las diferencias territoriales se reducen considerablemente en función del umbral que se maneje, y, según la distribuciones de renta que se produzcan dentro de cada región, los resultados pueden llegar a ser sorprendentes".
Se pone el ejemplo de Extremadura, cuya tasa de pobreza oficial es del 30%, la más alta de todas las comunidades autónomas. Una tasa que se convierte en la más reducida, con un 13%, si se utilizan umbrales de pobreza autonómica. Lo mismo sucede con Castilla La Mancha , que pasa de una tasa nacional del 26,1% a una del 15,5% si se mide mediante su umbral regional. "Debe destacarse que esta modificación no es síntoma o indicación de mejora en la calidad de vida de las personas que viven en una región, sino, simplemente, de su uniformidad: hay menos diferencias porque son todos mucho más pobres", puntualiza el estudio.
Advierte, igualmente, que aunque el resto de las regiones no experimentan una modificación de su tasa de pobreza tan extraordinaria como la de Extremadura, Castilla La Mancha o Canarias, "lo cierto es que la utilización de umbrales regionales disminuye de forma importante las diferencias de pobreza entre las regiones y produce un aparente y cosmético aumento de la cohesión territorial. Por ello, si la diferencia máxima de la tasa oficial de riesgo de pobreza en las distintas regiones es de 19,1 puntos porcentuales, la utilización de umbrales regionales las reduce a 7,2%.