Durante muchos años, Rusia ha funcionado como una suerte de puerta al exterior para Kazajistán y el resto de ex repúblicas soviéticas. Moscú ha aprovechado su situación geográfica y su dominio político y económico para 'controlar' el acceso de esta ex república soviética al exterior, ya fuera a través del mar o de las rutas comerciales más habituales. Sin embargo, algo está cambiando en los últimos años. China está imponiendo su influencia poco a poco a estos países, algo que por ahora no ha provocado una queja oficial ni formal de Moscú, pero que podría abrir una herida. Aunque Pekín y Moscú están en un buen momento, no debe ser fácil para Rusia asumir la pérdida de influencia en una región que llegó a formar parte de su territorio. Kazajistán solo es el ejemplo más visible de un giro mucho más importante.
El nuevo equilibrio económico entre China y Rusia en Asia Central se está desplazando poco a poco hacia Pekín. Un buen ejemplo de ello es el cambio que se está gestando en Kazajistán, un aliado tradicional de Rusia que, sin embargo, está cada vez más cerca de China. El Gobierno de Kazajistán espera que su vecino oriental se sitúe en la cima de la región a medida que las sanciones internacionales por la invasión de Ucrania por parte del Kremlin transforman el comercio en toda la región.
En las más de tres décadas desde el colapso de la Unión Soviética, Rusia se ha mantenido como el socio comercial más importante para Kazajistán. Moscú ha sido el mejor aliado comercial de Astaná durante años, incluso pese al rápido avance de China, que se ha abierto paso en gran parte de la región que se extiende desde el mar Caspio hasta Manchuria. Sin embargo, este dominio tiene los días contados.
Desde la agencia Bloomberg explican que las sanciones financieras y económicas que han marginado a Rusia y desviado los flujos comerciales están creando una oportunidad para China. Serik Zhumangarin, viceprimer ministro y ministro de Comercio e Integración de Kazajistán, ha admitido que en cuestión de unos pocos años China superará a Rusia.
"El crecimiento del comercio se debe a China", comentaba en una entrevista en la capital, Astaná. Para 2030, Zhumangarin espera que el volumen del comercio con China supere el comercio de Kazajistán con la Unión Europea en su conjunto.
Durante siglos, Asia Central ha sido una puerta de entrada para el comercio de China con Europa y Oriente Medio, y ahora se encuentra en un choque de intereses enorme que se extiende desde Washington hasta Moscú y Pekín.
China sabe lo que hace
El presidente chino, Xi Jinping, eligió Kazajistán y Uzbekistán para su primer viaje al extranjero desde la pandemia de coronavirus. Estados Unidos y la Unión Europea también han intensificado sus contactos.
Mientras que una larga lista de países que van desde Italia hasta Australia reconsideran sus lazos con China, para otros resulta muy difícil resistir la atracción de la segunda economía más grande del mundo. Este es el caso de las naciones de Asia Central que presentan cada vez una posición más cercana a Pekín, como es el caso Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán.

"La relación entre China y Kirguistán está ahora en su mejor momento en la historia", anunció el presidente Sadyr Japarov con arrogancia en la Cumbre China-Asia Central a principios de mayo, un eslogan brillante respaldado por letra pequeña oscura en una nueva asociación estratégica firmada con Pekín.
Además, el presidente prometió combatir las "fuerzas terroristas de Turkestán Oriental", incluso a través de la "repatriación de sospechosos". Kirguistán ha sido el único país de Asia Central que mencionó a los "terroristas de Turkestán Oriental" en la cumbre, y es el único que garantiza específicamente la repatriación en su acuerdo de asociación.
Esto es algo vital para Pekín. China se toma muy en serio la lucha contra el movimiento separatista en Sinkian, una región autónoma del país enorme que alberga a parte del Movimiento por la Libertad de Turquestán Oriental, formado por los miembros de la etnia uigur (de mayoría musulmana). Es también conocido como el movimiento separatista de Sinkiang o el movimiento uigur por la independencia, una iniciativa política y social que persigue la autonomía de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, con el objetivo de establecerla como la nación uigur conocida como 'Turquestán Oriental'.
Aunque el problema irá desapareciendo a la fuerza por sí solo (China está repoblando la región con millones de chinos de la etnia Hun), para Pekín es muy importante el apoyo de los países de alrededor -pueden dar cobijo al movimiento independentista- en este tipo de luchas internas.
Otro buen ejemplo el plan de Pekín con otro país clave en la región. China está anteponiendo la construcción de un gasoducto en Asia Central para abastecerse de gas producido en Turkmenistán. Este movimiento de Pekín se ha producido mientras que Rusia está impulsando su propia nueva conexión siberiana que también pretende incrementar los envíos de gas ruso a China. La decisión de Pekín genera una delicada situación: el fino equilibrio entre sus necesidades de seguridad energética y sus prioridades diplomáticas, según los analistas de Reuters.
El gobierno chino busca fortalecer los lazos -y su influencia- con Asia Central en el marco de su Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. Sin embargo, casi una década después de que comenzara la construcción del proyecto 'Línea D', -se ha visto obstaculizado por complicadas negociaciones de precios y los desafíos técnicos que supone construir un oleoducto que atraviese otros tres países de Asia Central-, parece que ahora podría gozar el impulso definitivo.
Comercio con Kazajistán
El comercio entre Kazajistán y China se ha disparado más un 30% durante 2022, superando los 30.0000 millones de dólares. Aun así, todavía queda ligeramente por debajo en la comparación con Rusia, según la Oficina de Estadísticas Nacionales de Kazajistán.
China se encuentra entre los principales socios comerciales de Kazajistán. El año pasado, los dos países intercambiaron un récord de 31.200 millones de dólares, según la Embajada de Kazajistán en China.
Según Yernar Serik, director de desarrollo de políticas comerciales en el Instituto de Investigaciones Económicas, la dinámica del comercio exterior de Kazajistán es clara: el país mira hacia China.
"Desde 2022, ha habido cambios graduales en los flujos de comercio exterior de Kazajistán. Por ejemplo, en la estructura de las importaciones del país, China ya casi está alcanzando a Rusia, esto se debe tanto a una disminución en la tasa de crecimiento de las importaciones rusas como al crecimiento de las importaciones chinas", sostiene Serik.
Kazajistán aumentó sus importaciones de plásticos y caucho de China en un 45%, textiles y productos textiles en un 23,4% y maquinaria y equipo en un 21,4%. También hubo un aumento en el suministro de productos agrícolas a China en un 133,7%, productos energéticos en bruto - 58% y productos químicos - 25,2%.
El presidente Kassym-Jomart Tokayev, que habla mandarín y trabajó como diplomático en China, se ha negado a tomar partido por Rusia en la invasión lanzada apenas semanas después de que necesitara el apoyo de tropas enviadas por el presidente Vladimir Putin para sofocar disturbios a principios de 2022.
Pero aunque Kazajistán ha afirmado verbalmente que cumple con las restricciones impuestas por Occidente a Rusia, lo cierto es que el comercio con Moscú también ha aumentado desde el ataque a Ucrania en febrero de 2022. Junto con países como Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, Kazajistán ha sido objeto de análisis e investigación por parte de los gobiernos occidentales por facilitar el envío de bienes 'prohibidos'.
No apoyamos las sanciones
"No estamos dentro del perímetro de las sanciones y no las apoyamos, especialmente contra nuestros principales socios comerciales", comenta Zhumangarin. "Pero cumplimos con estas sanciones y seguiremos haciéndolo. Y esto es puramente política económica".
Kazajistán es el país sin litoral más grande del mundo, pero no solo tiene el liderato en cuestiones geográficas, también es el mayor productor mundial de uranio y un importante productor de materias primas como el ferrocromo.
China lo copa todo
Aunque el comercio general con Rusia el último trimestre aumentó un 10% respecto al año anterior, Zhumangarin cree que el efecto dominó de las sanciones obligará a Kazajistán a ajustarse al comenzar a reexportar más artículos, incrementar la producción local y controlar el movimiento de mercancías. "Todos los grupos de bienes sancionados están siendo controlados", asegura Zhumangarin.
A medida que se reducen las oportunidades comerciales con Rusia, Kazajistán mira al este hacia China y cruza el Caspio hacia Irán, y luego hacia la región del Golfo, India y más allá. "La dirección china es una prioridad", comenta Zhumangarin.
En la reunión del mes pasado con Xi, durante la primera cumbre en persona de los líderes de Asia Central en China, Tokayev estableció el objetivo de casi duplicar el comercio con China a 40.000 millones de dólares para 2030. Pero no solo el comercio, también la inversión directa. Esta es una de las formas más sigilosas y efectivas de 'invadir' en términos económicos un país. La inversión extranjera directa se basa en toma del control de empresas en el país en el que se invierte o a la apertura de nuevas firmas.
Por ahora, las empresas chinas ya han comenzado a ensamblar vehículos en Kazajistán, mientras que se espera que otras marcas de coches como Chery sigan pronto, comenta Zhumangarin.
Mientras tanto, Kazajistán comenzó a enviar cereales a China y ahora está en conversaciones para exportar carne también al 'gigante asiático'. Además de las dos terminales ferroviarias existentes que unen a Kazajistán con China, se está construyendo otra y ya hay hasta planes para un cuarto enlace, explica Zhumangarin en declaraciones recogidas por Bloomberg.
China también se ha interesado en un corredor comercial que atraviesa Kazajistán desde el sudeste asiático hasta Georgia en el Cáucaso, creando un trampolín para llegar a los países europeos. La ruta de transporte a través del Caspio acomodaría algunos bienes desviados de Rusia junto con tráfico comercial adicional, según Zhumangarin.
Centro de transporte
"Estamos explorando las posibilidades de Kazajistán como centro de transporte y logística, y no solo para Rusia o Bielorrusia", sostiene Zhumangarin. "Hay mercados más atractivos. El sudeste asiático tiene un gran volumen de mercancías para trasladar a Europa".
Ahora que Rusia ya no es un destino para muchos de los bienes kazajos, las empresas del país están trabajando para diversificar los suministros con envíos de mineral de hierro a China, a la vez que mantienen conversaciones para abrir nuevos mercados en Europa, asegura Zhumangarin.
"Si Kazajistán está sujeto a sanciones, es posible que simplemente no resista la presión", comenta Zhumangarin. "Kazajistán no será un territorio a través del cual se eludan las sanciones".