Economía

De Cos teme que la guerra y la sequía frenen la bajada de precios en los alimentos

  • La sequía y la guerra en Ucrania crean gran "incertidumbre"
  • Destaca el impacto positivo que ha tenido la reducción del IVA en productos básicos
  • Alerta del riesgo de las subidas para las rentas bajas

Pese a que el Banco de España prevé una "desaceleración" de los precios de los alimentos, "dada la moderación observada recientemente en los costes de las materias primas", su gobernador, Pablo Hernández de Cos, teme que la bajada de los precios de los comestibles acabe frenándose debido a "incertidumbres" como la sequía o la guerra en Ucrania.

En un artículo publicado este miércoles por la entidad, se destaca el impacto positivo que ha tenido la reducción del IVA en productos de primera necesidad que entró en vigor a comienzos de este 2023, ya que "en los meses de enero y febrero se observó una cierta ralentización en el ritmo de crecimiento de los precios de los alimentos en España, que no se produjo en el resto del área del euro".

La institución espera una contención de la factura de la cesta básica de la compra, pero avisa de que "existe una elevada incertidumbre acerca de los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa 2022 sobre la producción agrícola y, por tanto, sobre los precios de los alimentos de 2023".

Además, alerta de que la guerra en Ucrania "representa también un foco de elevada incertidumbre desde el punto de vista de los precios de los alimentos, dada la relevancia de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales de cereales".

Situación similar en Europa

El artículo afirma que los incrementos de los precios de consumo de los alimentos han sido significativos a lo largo de 2022, "presentando una evolución muy similar en España y en el conjunto del área del euro", pero el mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española "ha hecho que su contribución a la inflación general haya sido superior".

Asimismo, indica que se observa una cierta heterogeneidad en el repunte de los precios de las distintas clases de alimentos, destacando por su intensidad y su importancia en la cesta de consumo, los precios de los productos alimenticios relacionados con los cereales y con la leche. A su juicio, la evolución de estos precios habría estado ligada, fundamentalmente, a factores de oferta de naturaleza eminentemente global.

El Banco de España ha alertado también del riesgo que para las rentas más bajas supone el notable encarecimiento experimentado por los alimentos en el último año, dado que puede limitar el acceso a una alimentación saludable, al tiempo que obliga a las familias a reducir el gasto en otras cosas.

Los alimentos, medidos en términos del índice armonizado de precios de consumo, alcanzaron en diciembre una subida del 13,8 % en el área del euro y del 14,7 % en España, "registros sin precedentes desde el inicio en las series estadísticas en 1997, que se sitúan muy por encima de los promedios históricos de entre 1997 y 2021, que fueron del 2,1% y del 2,4%, respectivamente.

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