Madrid, Navarra y País Vasco, por este orden, son las tres únicas regiones españolas que alcanzan un nivel de competitividad empresarial alto, mientras que Cataluña se halla "sola" en un segundo escalón con un nivel de eficiencia medio-alto, ya que el resto de comunidades autónomas se ubican en niveles medio-bajos o bajos.
Lo revela Informe anual de Competitividad regional en España 2022, que elabora el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas (CGE).
Este organismo evalúa el Índice de Competitividad Regional (ICREG) con datos de 2021 y este año incluye datos sobre competencias digitales. Este Índice se calcula a partir de 54 variables que se agrupan en siete ejes competitivos: entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras, eficiencia empresarial e innovación.
En entorno económico abarca aspectos como el PIB por habitante o la productividad por trabajador; el mercado de trabajo recoge aspectos como la tasa de paro o la tasa de temporalidad, y el capital humano agrupa variables como el nivel formativo, el abandono temprano del sistema educativo o la esperanza de vida al nacer.
El entorno institucional hace referencia, por ejemplo, al número de delitos por habitante, la deuda por persona, el esfuerzo fiscal o la desigualdad, mientras que las infraestructuras básicas recogen variables como la densidad de autopistas, el parque de vehículos cero y Eco, o inversión en protección ambiental.
Por su parte, el eje de eficiencia empresarial se refiere a cuestiones como el número de empresas con más de 250 trabajadores, el número de mujeres empleadoras, la variación de la productividad real, los costes laborales o el número de compañías exportadoras.
Finalmente, el eje innovación contempla ratios como el número de investigadores por cada 1.000 habitantes, las compras por Internet en los últimos tres meses, el porcentaje de gasto en I+D de las empresas o el tanto por ciento de personas que utilizan ordenadores con fines empresariales.
En conjunto, la competitividad estructural de las 17 comunidades autónomas aumentó un 4,4% en 2021, superando los valores prepandemia.
Asimismo, según el CGE, la recuperación iniciada en el segundo trimestre de 2021, alentada por un fuerte aumento del consumo y el gasto público pospandémico, produjo un importante crecimiento de la demanda interna que permitió terminar el año con un crecimiento del PIB nacional del 5,5%.
Tras Cataluña, en un nivel de competitividad medio-bajo, están, por este orden, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Cantabria, Galicia y Asturias, en tanto que en un nivel bajo de competitividad se ubican la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, Andalucía y Extremadura.
La Comunidad de Madrid es la región que ocupa el primer lugar del ranking en un mayor número de ejes (entorno económico, mercado de trabajo e infraestructuras básicas).
Junto a ella, la Comunidad Foral de Navarra y el País Vasco son las que alcanzan las posiciones más altas (tres primeros lugares) en un mayor número de ejes (siete en el caso de Madrid y Navarra, y seis en el del País Vasco).
Por el contrario, Extremadura, Andalucía, Islas Baleares y Canarias ocupan las tres últimas posiciones en alguno de los siete ejes estudiados. Los niveles medio-bajos de competitividad son los más frecuentes en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, así como en los dos archipiélagos (al menos seis de los siete ejes).
Líderes europeos
El estudio del CGE compara también la competitividad regional en el ámbito de la Unión Europea. De este modo, solo tres comunidades autónomas superan el PIB medio por habitante de la UE-27.
En concreto, la Comunidad de Madrid (14% superior), País Vasco (6%) y Comunidad Foral de Navarra (2%). En el extremo opuesto, Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia aparecen como regiones peor situadas con niveles por debajo del 70% de la media.
Respecto al promedio español, que se sitúa en el 83,8% de la renta media de la UE-27, siete comunidades autónomas aparecen por encima del mismo (Cataluña, Aragón, La Rioja e Islas Baleares), junto con las ya citadas de Madrid, Navarra y País Vasco.

En términos de desigualdad interterritorial, la renta por habitante de la comunidad con mayor valor: Madrid, multiplica por 1,8 la alcanzada por Andalucía. No obstante, esta brecha entre la región más "rica" y la más "pobre" es de las más bajas de la Unión Europea.
En cuanto a la productividad en el trabajo, los resultados frente al promedio europeo difieren poco de los relativos al PIB por habitante. Así, País Vasco (12,1% superior), Madrid (8,5%) y Navarra (5,4%) son las únicas regiones con niveles de productividad mayores que el promedio de la UE, abandonando este grupo Cataluña.
Las comunidades autónomas menos eficientes son Castilla-La Mancha (27,6%), Murcia (27,4%) Canarias (27,3%) y Andalucía (25,1%), todas ellas por debajo del 75% del promedio español.