
La economía de Castilla y León creció un 3,4 por ciento en el año 2022, una décima más de lo previsto por el Gobierno autonómico, y ocho décimas en términos reales por encima del Producto Interior Bruto de la Comunidad Autónoma del año 2019, previo a la pandemia.
No obstante y según ha reconocido el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en la presentación de los datos de la Contabilidad Regional correspondientes al año 2022, el crecimiento de la economía de Castilla y León ha sido "algo inferior" al de 2021, cuando el PIB aumentó un 5,0 por ciento.
Fernández Carriedo ha insistido en que el crecimiento económico registrado en 2022 permite superar los niveles del PIB prepandemia y ha cifrado en un 111 por ciento la recuperación de todo lo perdido desde 2020, frente al 88 por ciento en España.
"2022 acaba con mayor PIB que en 2019 en términos reales", ha reiterado el consejero que ha recordado que la economía de Castilla y León cayó un 7,2 por ciento en el año de la eclosión del coronavirus, si bien consiguió recuperar parte de lo perdido en 2021, con ese repunte del 5,0 por ciento, al que ha seguido el 3,4 por ciento de 2022. La previsión para 2023 es que la economía de Castilla y León siga creciendo, aunque a menor ritmo (la previsión de la Junta es del 1,6 por ciento).
Construcción y servicios al alza
Desde la perspectiva de la Oferta, en 2022 se produjeron crecimientos del VAB de la construcción y los servicios y un descenso en el del sector primario y la industria.
El sector primario experimentó un decrecimiento en 2022 del 12,7%, superior al registrado en el año anterior (-10%), debido fundamentalmente al mayor descenso de la producción agraria de esta campaña frente a la anterior, mientras que la producción ganadera anotó un descenso frente al crecimiento en el año 2021.
El conjunto de la industria disminuyó un 2,3% frente al aumento del 5% observado en 2021. Entre las ramas industriales, las ramas manufactureras decrecieron un 0,4% en contraste con el incremento del 4,7% en el año anterior, mientras que el suministro de energía eléctrica registró un importante descenso en 2022 frente al aumento del año precedente.
La construcción creció este año por encima del año anterior (2,9% y 1,9%, respectivamente).
El sector servicios registró en 2022 un crecimiento del 6,6%, cuatro décimas inferior al observado en el año anterior, debido a un menor aumento del comercio, transporte y hostelería y de las actividades profesionales, científicas y técnicas.
Desde el punto de vista de la Demanda, el menor aumento del PIB en 2022 viene explicado por una menor contribución de la demanda interna (2,9 p.p. frente a 4,9 p.p. en el año anterior), mientras que la demanda externa anotó una mayor contribución (0,5 y 0,1 p.p., respectivamente).
Menor gasto
El gasto en consumo final creció un 3,1% en 2022 (4,1% el año precedente), resultado del menor aumento en el gasto en consumo final de los hogares (2,8% frente a 4,1% en 2021). Por su parte, el gasto de las Administraciones Públicas anotó un crecimiento mayor que en 2021 (3,7% y 3,2%, respectivamente).
En cuanto a la formación bruta de capital (inversión), registró una variación de 1,5% (7,8% en el año precedente) debido al descenso de la inversión en bienes de equipo y el menor aumento de la de construcción.
La inversión en bienes de equipo decreció un 1,3% (aumentó un 5,6% en el año anterior). Por su parte, la inversión en construcción registró en 2022 un menor aumento que en el año anterior (3,4% y 4,5%, respectivamente).
El sector exterior presentó una contribución positiva de 0,5 p.p. al crecimiento del PIB en el año 2022 (0,1 p.p. en el ejercicio anterior), donde las exportaciones e importaciones totales crecieron (3,8% y 2,6%, respectivamente) en menor medida que en 2021 (6,3% y 5,5%, respectivamente).
En cuanto al Empleo, en 2022 se registró un crecimiento de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo del 3,3% (4,6% en 2021). El empleo creció en el sector primario, la construcción y los servicios y descendió en la industria.