La actividad del sector manufacturero de España registró en febrero su primera expansión desde junio de 2022, según refleja el índice de gestores de compra (PMI), que subió a 50,7 puntos desde los 48,4 de enero, a pesar del todavía muy elevado nivel de inflación, según S&P Global Market Intelligence.
De este modo, las fábricas españolas se desmarcaron del promedio del sector de la eurozona, donde el índice PMI bajó en febrero a 48,5 puntos desde los 48,8 del mes anterior.
Entre las grandes economías de la eurozona, Italia (52 puntos) y España (50,7) fueron las únicas en registrar una expansión de la actividad manufacturera en febrero, mientras que Alemania (46,3), Francia (47,4) y Países Bajos (48,7) experimentaron una caída de la actividad.
En el caso español, Laura Denman, economista de S&P Global Market Intelligence, señaló que la fuerza impulsora detrás del renovado crecimiento del sector fue un reactivado y sólido repunte de la producción manufacturera vinculado a la mejora relativa de los volúmenes de ventas.
De hecho, puesto que los nuevos pedidos cayeron al ritmo más lento desde junio del año pasado, los últimos datos de la encuesta mostraron cierta evidencia tentativa de una mejora de la demanda, mientras que otros aspectos positivos de los datos de febrero provinieron del empleo, que aumentó por vez primera en ocho meses.
La mayor producción y la preparación para una expansión empresarial supuso también un aumento de las plantillas por primera vez desde junio, con la tasa de creación de empleo más alta en casi un año.
"Puesto que las empresas encuestadas tienen la esperanza de una recuperación de la demanda y mejores condiciones del mercado en general, las firmas se mostraron optimistas sobre la producción futura y registraron el mayor grado de confianza desde abril del año pasado", añadió la experta.
No obstante, en una nota más negativa, Denman advirtió de que las tasas de inflación de costes de los insumos y de precios cobrados se aceleraron con respecto al mes anterior y podrían verse impulsadas por la tentativa recuperación de la demanda.
En febrero disminuyeron los pedidos pendientes y también la compra de aprovisionamientos, con unas presiones inflacionistas "persistentes" que supusieron un aumento tanto de los precios pagados como de los precios cobrados.
Oxford Economics: "Las presiones sobre los precios de los insumos y la producción volvieron a aumentar en España, lo que probablemente apunta a un mayor riesgo inflacionista"
"Esto pone de manifiesto, en primer lugar, que la reactivación se puede estar produciendo en España, es decir, la actividad empieza a repuntar, aunque sin ser aún definitoria de estar en un entorno más positivo. En segundo lugar, muestra que la subida de los tipos de interés no está generando una caída del consumo y por eso, las empresas siguen haciendo compras. Esto nos lleva a un sabor agridulce: se recupera la actividad, pero pone de manifiesto que la subida de tipos de interés no está controlando la inflación, como mostraron los datos de los días anteriores", valora Javier Molina, de eToro.
Desde Oxford Economics, Mateusz Urban destaca que la caída del índice general en la eurozona "probablemente subestime la resistencia de la industria de la región, ya que la producción aumentó en el mes y la reducción de los cuellos de botella de la oferta, junto con las menores presiones sobre los precios de los insumos (factores positivos netos en este momento), están empujando los PMI a la baja".
Urban destaca como "especialmente alentadores" los resultados de España y de Italia. Pero incide en que, a diferencia de Italia, "las presiones sobre los precios de los insumos y la producción volvieron a aumentar en España, lo que probablemente apunta a un mayor riesgo inflacionista".
"El conjunto de resultados de hoy suponen un riesgo al alza para nuestra previsión de una nueva caída del 0,5% intertrimestral de la producción industrial europea en el primer trimestre. Pero a pesar de la mejora del sector, las presiones sobre los costes, como los salariales, siguen persistiendo para las empresas", abunda el experto de Oxford Economics.
Dado que los productores aún pueden repercutir la mayor parte del aumento de los costes de los insumos en los precios al por menor, es probable que la inflación subyacente solo disminuya gradualmente este año, lo que llevaría al BCE a subir los tipos de interés 100 puntos básicos más en los próximos meses, concluye Urban.