Economía

Así es la fórmula 4-3-2-1 que pone fácil ahorrar a cualquiera

  • Encontrar una fórmula de ahorro fácil de aplicar simplifica nuestras finanzas personales

Estamos encarando el último mes del primer trimestre del año, y es posible que buena parte de los que se plantearon con el cambio de año empezar a ahorrar hayan tirado ya la toalla. Aunque, eso sí, nunca es tarde para darle la vuelta.

Los expertos en finanzas personales siempre recomiendan ponerse lo más fácil posible ahorrar para que sea casi algo de lo que no nos demos cuenta.

Ahí, consejos como imputar en nuestras finanzas personales el ahorro como un gasto que retiremos a comienzos de mes y programar este ahorro con transferencias automáticas, son dos de los consejos que más se repiten.

Precisamente, hacer uso de las transferencias automáticas es una de las claves del método 4-3-2-1, uno de los más sencillos de poner en práctica.

Establece porcentajes y ajusta tus ingresos a ellos

La idea es sencilla, consiste en repartir todos nuestros ingresos de la siguiente forma:

-Un 40% a los gastos de la vida diaria

-Un 30% para gastos extra como ocio, ropa o caprichos

-Otro 20% a ahorros, inversiones o fondos de emergencia

-Y el 10% a actividades benéficas

Vamos a desglosarlo poco a poco:

La fórmula para fijar el primer porcentaje consiste en destinar el 40% del sueldo total a las principales necesidades diarias. Las principales necesidades diarias incluyen los gastos de alimentación, transporte, internet, electricidad, compras para cubrir las necesidades mensuales, pagar créditos, etc.

Por ejemplo, si tienes un salario de 2.000 euros al mes, destina 800 a tus principales gastos diarios. Si resulta que la asignación no se utiliza en su totalidad, puedes destinar el resto al ahorro o como fondo de emergencia.

El siguiente gasto es para gastos 'extra', un cajón de sastre donde entra tanto el ocio como comprar ropa o caprichos. Podemos decir que es lo que nos queda para gastar una vez pagado todo lo básico.

Esto nos ayudará a pensar más en qué gastar nuestro dinero y evitar compras compulsivas. Con el anterior ejemplo, serían unos 600 euros al mes.

Los porcentajes de ahorro y beneficiencia

La norma marca destinar al menos el 20% de tu salario mensual total al ahorro, a fondos de emergencia o a inversiones.

El ahorro y los fondos de emergencia son dos tipos diferentes de instrumentos financieros. Los ahorros son los fondos líquidos que pueden utilizarse en cualquier momento para financiar necesidades más generales, como pagar la educación de los hijos, renovar una casa o para fines empresariales. Mientras tanto, un fondo de emergencia son tus ahorros que solo pueden utilizarse para necesidades urgentes e imprevistos, como una avería de coche o que pasemos dificultades laborales.

Por último, se recomienda destinar el 10% restante de su salario total al mes puede destinarlo a causas con las que nos sintamos identificados. No tiene que ser solo ONGs, también pueden ser asociaciones con intereses con los que estemos vinculados. Eso sí, este porcentaje es del que podemos tirar si con el resto no llegamos a todo.

La recomendación de donar es recurrente entre los expertos de finanzas personales porque nos ayuda a esforzarnos por conseguir ese porcentaje y valorar más nuestro propio dinero, además de, por supuesto, el propio hecho de ayudar.

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