Economía

¿Rescatarán los gobiernos al BCE? Estas son todas las opciones para cubrir las pérdidas millonarias

  • La recapitalizaicón del BCE por parte de los bancos central es la última opción
  • Desde el BCE aseguran que esta es una opción que no tiene apenas probabilidades
  • El BCE aún tiene un colchón de 6.600 millones de euros para cubrir pérdidas
Foto de iStcok

En las últimas décadas, por normal general, los bancos centrales han logrado beneficios. Ellos crean el dinero y 'manipulan' la oferta monetaria y los tipos de interés con la intención de mantener el equilibrio de precios (inflación al 2% en la Eurozona). Sin embargo, en ocasiones la lucha contra la inflación puede generar pérdidas contables para estas instituciones. Cuando esto sucede, el banco central tiene que buscar soluciones para cubrir esas pérdidas (como ha hecho el BCE en 2022), ya sea a través de reservas, subterfugios contables o de la recapitalización directa por parte de sus accionistas (normalmente los gobiernos).

Los bancos centrales respaldados por economías sólidas (competitivas, con estabilidad de precio y capacidad para financiarse sin problemas en los mercados) y con divisas fuertes no quiebran. Los bancos centrales de este tipo, como es el caso del BCE, tienen varias opciones a las que recurrir cuando se generan pérdidas contables en un año o incluso en varios.

Para que un banco central de este tipo 'quiebre', si es que ese es el término adecuado, se tiene que producir una depauperación total de la divisa con la que operan, de la credibilidad del banco central y de la economía que respalda a ese banco central. Este escenario parece aún muy lejano para el Banco Central Europeo.

El propio Banco Central Europeo publicó un documento en el que explica cómo se deben tratar las pérdidas y los beneficios de la banca central. Los investigadores del BCE que realizaron el documento admiten que "las pérdidas, especialmente si continúan durante varios años, podrían afectar la reputación y la credibilidad de un banco central y, por lo tanto, también podrían debilitar la eficacia de su política monetaria. Las formas de cubrir las pérdidas incluyen la utilización de las reservas acumuladas y, cuando se agoten, la compensación de las pérdidas acumuladas con las ganancias futuras hasta el momento en que se liquiden las primeras".

Pero si las pérdidas persisten y empiezan a poner en cuestión la credibilidad de la banca central, los gobiernos y sus tesoros tendrán que recapitalizar el banco central, puesto que son los accionistas (dueños) de esta institución. Si las anteriores alternativas no son suficiente, "el banco central debe ser recapitalizado por el estado,

Des una forma esquemática, las opciones son las siguientes:

-El consumo de colchones específicos. Esta es la opción que ha elegido el BCE para cubrir las pérdidas de este 2022. El banco central ha usado las provisiones para riesgos financieros para cubrir los 1.627 millones de euros que perdió el banco central el año pasado. El uso de estas reservas ha permitido al BCE presentar un beneficio neto de cero.

Esta opción supone que el BCE cubre las pérdidas con partidas específicas de reservas que se hayan guardado para este tipo de casos: "Esto lo que significa es que las pérdidas se cubren con los colchones existentes (por ejemplo, reservas de revalorización y provisiones específicas contra tipos definidos de pérdidas). Esta es una de las primeras y más probables herramientas para cubrir una pérdida", señalan los expertos del banco central. Según la publicación de resultados de 2021, el BCE tenía un colchón específico de más de 8.200 millones de euros que ahora se ha visto reducido hasta los 6.600 millones.

-Consumo de reservas generales. Esto sería cubrir las pérdidas con beneficios no distribuidos que haya acumulado durante ejercicios anteriores. Esto sería cubrir las pérdidas con colchones de carácter general (siempre que estén disponibles).

-Arrastrar las pérdidas hacia el futuro o loss carried forward. Esta medida implica cubrir una pérdida contable con los beneficios que se esperan de cara al futuro, "lo que significa que una pérdida (remanente) en un año en particular, que no puede cubrirse con colchones específicos o generales, se transfiere a los próximos años y, posiblemente, es compensada con parte o la totalidad de los beneficios anuales futuros. Esto podría generar un patrimonio negativo a la espera de la finalización del proceso", advierten los expertos del BCE. Los bancos centrales son de las pocas instituciones que pueden operar con capital negativo, según los expertos.

-Derechos contra beneficios futuros. Esta es una modalidad del apartado anterior, con la diferencia de que su representación en el balance general es un poco diferente, puesto que las pérdidas se anotan como derechos contra el gobierno nacional y, por lo tanto, no genera patrimonio negativo para el banco central.

-La recapitalización directa. Esta recapitalización se realiza por parte del gobierno o de los accionistas que, en la mayoría de los casos, tendría lugar solo después de que se hayan agotado los colchones específicos y las reservas generales, y cuando la acumulación de pérdidas se prolongue por un período indefinido. De modo, que esta es la opción de último recurso. Fuentes del BCE han asegurado que este escenario tiene muy pocas probabilidades de producirse, no solo por la rareza que supone las pérdidas de un banco central, también por todas las opciones que existen para impedir que se tenga que llegar a este escenario.

En las leyes orgánicas de la mayor parte de los bancos centrales de la Unión Europea se estipula que en caso de que se produzcan pérdidas, los gobiernos las cubrirán una vez agotadas todas las opciones anteriores. Esto puede hacerse a través de la transferencia de fondos y/o la emisión de valores gubernamentales que se transfieren al banco central en una cantidad necesaria para restaurar el nivel de capital del banco, según revelan desde el BCE.

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