
La prestación contributiva por desempleo, el paro, es la que más requisitos exige a sus beneficiarios ser cobrada, pero en paralelo conlleva la mayor cuantía de todas las que gestiona el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y lleva aparejada una ventaja extra.
Cuando una persona se queda sin empleo tiene dos preocupaciones en la cabeza. La primera es cómo sobreponerse al golpe económico que supone la ausencia de un salario para cubrir sus gastos y la segunda es la ausencia de las cotizaciones que toda persona necesita para contribuir a su futura pensión de jubilación. Y aquí viene la 'ayuda' del paro.
La razón es que durante todo el tiempo que se perciba el paro al ciudadano mantendrá la cotización a la Seguridad Social y además lo podrá hacer en términos muy parecidos o casi iguales a los que lo hacía en su último puesto de trabajo, antes de perderlo.
En su página web, el SEPE informa de que a la cuantía de la prestación contributiva se le resta el importe de las cotizaciones por contingencias comunes, que son del 4,8% de la base reguladora.
Esta base reguladora sobre la que se aplican las cotizaciones que el SEPE descuenta es la misma que sirve para determinar la cuantía del paro: la media de "las bases de cotización a la Seguridad Social por contingencias profesionales, durante los 180 últimos días cotizados, sin tener en cuenta las horas extraordinarias".
Además, el trabajador tampoco pierde la cotización que realiza la empresa por él, la denominada aportación empresarial y que en la práctica es la gran parte de toda la cotización. Cuando el ciudadano cobra el paro el SEPE pasa a ejercer el papel de la empresa y es el que realiza las aportaciones empresariales.
Así, la cotización del trabajador se contempla porque se paga por dos vías diferentes: la del propio trabajador, que la abona él mismo (al descontarse de la prestación) y la de la parte empresarial que se encarga de transferir el SEPE a la Seguridad Social.
Cómo se cotiza con el subsidio para mayores de 52 años
Sin embargo, el paro no es la única prestación del SEPE que conlleva el pago de cotizaciones a la Seguridad Social: también se cotiza si se cobra el subsidio para mayores de 52 años debido a las particularidades de esta ayuda asistencial sobre un colectivo que tiene más problemas para reengancharse al mercado laboral.
En estos casos el beneficiario del subsidio no verá descontada las cantidades de su ayuda para las cotizaciones. Según informa el SEPE en su página web, "la entidad gestora ingresará las cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a la jubilación" y el beneficiario mantendrá la cuantía del subsidio intacta, que en 2023 es de 480 euros mensuales.
La base de cotización sobre la que se harán esas cotizaciones que pagará el SEPE será del "125 % del tope mínimo de cotización vigente en cada momento", informa el organismo.