Durante los años previos a la pandemia el proceso de inclusión laboral experimentó un importante desarrollo, pero la crisis del coronavirus supuso un parón en algunos índices como la contratación. Sin embargo, el inicio de la recuperación económica tras la pandemia durante el último año, dejar ver un retorno hacia esa tendencia positiva en la contratación de personas con discapacidad, con un crecimiento del 8% en 2022. Así lo muestra el informe elaborado por la Fundación Adecco, Discapacidad y expectativas para el nuevo año.
Según los datos del SEPE, la evolución de la contratación de personas con discapacidad fue creciente desde 2012 hasta 2019, año que cerró con un total de 117.818 contratos firmados. Este número disminuyó en 2020 de manera significativa, como consecuencia de la crisis del coronavirus, hasta los 86.706. El inicio de la recuperación de la economía a finales del 2021 dio lugar a un aumento de 27.639 contratos alcanzando en total los 114.315 a cierre de año, cantidad muy próxima a la de 2019.

Cifra récord
La verdadera consolidación de la tendencia de recuperación se produjo este último año. Durante 2022 se cerraron 123.515 contratos, cifra que supera en un 5% a la pre-Covid.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: "Esta cifra récord que nos deja 2022 responde a los muchos esfuerzos que se están llevando a cabo en materia de Diversidad, equidad e inclusión. Estrategias fundamentales para lograr sociedades más inclusivas, pero también para construir compañías más competitivas, en las que existan espacios y oportunidades para todos".
A pesar de esta recuperación, siguen pendientes algunos de los retos históricos de la empleabilidad de las personas con discapacidad. Su participación en el mercado laboral sigue siendo muy baja. El último dato de su tasa de actividad es del 34,6%, lo que supone que casi dos de cada tres personas no tienen empleo, ni lo buscan. A pesar de que este dato incrementa en 3 décimas el de 2020, es un porcentaje muy bajo para alcanzar el propósito de plena inclusión.
En este sentido, Mesonero destaca la importancia de acabar con la brecha formativa que sigue afectando a este grupo. "Dotarles de los recursos y herramientas formativas necesarias hará que no se queden atrás y puedan ser competitivos en un mercado tan exigente y cambiante como el actual".
Otro de los grandes desafíos es la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario. Actualmente el 71% de los contratos se suscriben en Centros Especiales de Empleo, una cifra muy elevada, a pesar de que supuso un retroceso de 4 puntos respecto a 2021, cuando alcanzó el 75%.
En 2022 se cumplieron 40 años de la LISMI (Ley de Integración del Minusválido), conocida hoy como Ley General de los derechos de las personas con discapacidad, una normativa que, en otras muchas cosas, establece la obligatoriedad para las empresas de más de 50 trabajadores de incorporar a un 2% de personas con discapacidad en su plantilla.
El informe elaborado por Adecco recoge que el 26,3% de las empresas ya han conseguido incorporar este porcentaje exigido por ley. Sin embargo, la mayoría (65%) combina la contratación directa con las medidas alternativas contempladas por legislación.
De cara al futuro, solo el 4,4% de los encuestados considera que esta ley no necesitaría evolucionar y que "está bien así". Para la gran mayoría, hay margen de mejora: el 48,4% considera que el porcentaje debería ser superior al 2% y el 47,1% apuesta por complementar la norma con medidas para sensibilizar a las empresas que contratan.
La prioridad para 2023
La elección de la principal prioridad de las personas con discapacidad es clara; el empleo. El 91,1% de los encuestados elige la posibilidad de encontrar un trabajo en el centro de sus deseos, por delante de la normalización de la discapacidad en la sociedad, la vivienda o las relaciones afectivas. En una escala del uno al cinco, un 91% escoge las valoraciones cuatro y cinco cuando se trata de apostar por el empleo.
"El empleo se sitúa, año tras año, como la principal reivindicación de las personas con discapacidad. Y no es de extrañar, ya que es el elemento clave para lograr la plena inclusión que perseguimos, propósito principal de Adecco. Además de la independencia económica, tener un trabajo les brinda otros grandes beneficios como las relaciones sociales, el reconocimiento y la capacidad de superación y de refuerzo de su autoestima", asegura Mesonero.
El 68,9% de los encuestados son optimistas y creen que en menos de una década se logrará alcanzar el pleno empleo de las personas con discapacidad. Un 8,5% espera que esta se de en un plazo de 20 años, y en el lado más pesimista está un 22,5% que piensa que está generación no verá esta situación.
A pesar del relativo optimismo, los efectos de la crisis del Covid son evidentes, y es que un 66,4% cree que actualmente es más complicado encontrar trabajo que antes de la pandemia.