
La pandemia y la rotura sistemática de la cadena de suministro puso en evidencia la dependencia de los Estados miembro de la economía china. Lo ha hecho en múltiples aspectos, con la falta de mascarillas como ejemplo de ello, pero también el alza de las materias primas. Y es tras ello que el bloque ha empezado a reforzar la idea de la soberanía estratégica. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha abogado este martes por crear un Club de Materias Primas Críticas, con socios como Reino Unido o Canadá para contrarrestar la predominancia del gigante asiático.
"Trabajaremos con nuestros socios comerciales para cooperar en el abastecimiento, la producción y el procesamiento para superar el monopolio existente", ha introducido la alemana antes de poner sobre la mesa la idea de un Club de Materias Primas Críticas, con socios como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido.
La idea es "fortalecer las cadenas de suministro y diversificarlas de un único proveedor", ha explicado la presidenta de la Comisión Europea. Todo ello teniendo en cuenta que la Ley de Semiconductores o la Ley de Materias Primas europeas no fueron más que el primer paso del Ejecutivo comunitario para caminar hacia un mercado comunitario menos dependiente de China.
"En el caso de las tierras raras, que son vitales para fabricar tecnologías clave como la generación eólica, el almacenamiento de hidrógeno o las baterías; Europa depende hoy en un 98% de un solo país: China", ha afirmado la alemana en su discurso en el marco del Foro Económico Mundial, en Davos.
En el caso del litio, tal y como ha ejemplificado, tan sólo tres países suman el 90% de la producción mundial de litio, por lo que se ha tensado su cadena de suministro, elevado los precios y puesto en riesgo la competitividad de la industria europea.
"Tenemos que mejorar el refinado, procesamiento y reciclaje de materias primas aquí en Europa", ha añadido Von der Leyen a la lista de tareas del bloque para avanzar en su soberanía industrial.