Economía

Casi 332.000 personas firmaron más de un contrato indefinido al mes en 2022

  • La tasa de volatilidad se ha multiplicado por ocho en el último año
  • Los expertos apuntan a los despidos en periodo de prueba
  • La de los temporales sí cae tras la reforma laboral, pero se estanca

La reforma laboral ha conseguido elevar el porcentaje de contratos indefinidos, pasando del 10,3% de diciembre de 2021 al 39% un año después. Pero este éxito ha tenido una contrapartida en la volatilidad de esos empleos: 331.838 trabajadores supuestamente fijos  tuvieron que firmar más de un contrato en el mismo mes.

La cifra sigue siendo muy inferior a la registrada por los trabajadores temporales en la misma situación, que alcanzaron los 2,87 millones, pero se sitúa en niveles que multiplican con creces los de toda la serie histórica previa a la reforma laboral.

El análisis mensual de los datos publicados por el SEPE ilustra cómo han evolucionado estas cifras de indefinidos 'precarios'. Si en diciembre de 2021 apenas llegaron a las 1.884 personas, un año después rondaba las 35.000, 18 veces más. En el mismo periodo los temporales se redujeron un 62%, desde los 489.400 a los 185.414.

Este comportamiento se corresponde con el impacto de la reforma laboral, pero también refleja el enfriamiento de la contratación en el último mes del año: en diciembre los indefinidos volátiles cayeron en más de 5.000 respecto a noviembre. Aunque los otros contratados más estables también retrocedieron.

La pregunta es si este incremento de los indefinidos que firman más de un contrato al mes se debe únicamente al incremento de los empleos bajo esta modalidad (y la reducción de los temporales temporales) o a un empeoramiento de la 'calidad' de los contratos supuestamente más estables.

La volatilidad se multiplica

Para ello, basta con analizar la tasa de volatilidad de estos contratos indefinidos. Es decir, el porcentaje de personas que deben firmar más de uno sobre el total de los que acceden a un empleo fijo.

En diciembre de 2021, dicha tasa se situaba en el 1,1%. Si la reforma laboral no hubiera afectado a la calidad del empleo fijo, este indicador debería mantenerse sin variación, aunque hubiera más contratos.

Sin embargo, un año después tenemos que se había disparado al 8,1%. Es un porcentaje cuatro veces menor que la de los temporales, pero el comportamiento es sorprendente para los empleos de mayor calidad.

¿A qué se debe esta 'precarización' del empleo fijo? La primera explicación que viene a la cabeza puede ser que son fijos discontinuos, aunque expertos como Valentín Bote, de Randstad Research recuerdan que cuando estos contratos pasan a la inactividad y no hace falta firmar uno nuevo.

Tampoco no se pueden achacar a la pluriactividad. Es decir, que una persona firme dos contratos indefinidos a tiempo parcial. Los datos de la Encuesta de Población Activa no reflejan un cambio "significativo" en los niveles en este indicador que sea mínimamente comparable a la evolución de los contratos.

Así, Bota señala directamente a los despidos. En la práctica, supone un repunte de las contrataciones de muy corta duración asimiladas a las del empleo temporal, seguramente aprovechando el periodo de prueba de los empleos indefinidos.

Cabe destacar que esta 'precarización' solo se ha producido entre los indefinidos. La tasa de volatilidad de los temporales sí se redujo del 48% al 34,3%. Casi 14 puntos de diferencia que ilustran el descenso de los contratos de menor duración, si bien esta tendencia a la baja parece haberse estancado en los últimos meses.

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