
El estado indio de Uttarakhand se sitúa al norte del país y a los pies del Himalaya. Algunas de las ciudades que alberga son puerta de entrada para los turistas que quieren ver de cerca la imponente cordillera. Los Beatles pasaron por allí a finales de los años 60 y ayudaron a poner la región en el mapa pero el desarrollo económico que vino después fue tan vertiginoso que no todas las consecuencias son positivas.
Avanzar sin freno puede ser un problema, y lo es en este caso. El plan de crecimiento aplicado durante décadas no ha tenido en cuenta factores como el cambio climático, y ahora está en marcha un proyecto hidroeléctrico que amenaza con hundir toda una ciudad. O eso dicen los vecinos.
Se trata de Joshimath, en el distrito de Chamoli y lugar de entrada para las expediciones de montaña y hacia famosas zonas de peregrinación hindú como Badrinath. Construida sobre los escombros de un deslizamiento de tierra sobre un antiguo glaciar, está sufriendo un hundimiento gradual como consecuencia del desplazamiento de las capas subterráneas de tierra.
Más de 600 edificios de la ciudad tienen problemas serios de grietas y los habitantes las achacan a la construcción de un túnel por parte de la empresa estatal NTPC relacionado con la central. La compañía, el mayor productor de energía de la India, está construyendo el proyecto de energía hidroeléctrica Tapovan-Vishnugad cerca de Joshimath pero ha negado que sus actividades de construcción hayan provocado el hundimiento de la tierra. En un comunicado publicado el 5 de enero aseguró que "el túnel no pasa por debajo de la ciudad" y que actualmente no se se están realizando voladuras.
No solo los vecinos están sufriendo las consecuencias del descontrol. El hundimiento del suelo está dañando también a cuarteles militares. Y es que Joshimath es también un enclave crítico para el ejército indio que defiende una parte de la disputada frontera entre India y China.
El proyecto ha ido a juicio y, según informa Bloomberg, la Corte Suprema de India escuchará una declaración de un líder religioso local el próximo 16 de enero después de que denunciaran que en las últimas semanas la situación ha empeorado notablemente. Además de la paralización del proyecto, al menos hasta que el proyecto sea examinado y aprobado por el panel de geólogos, hidrólogos e ingenieros que ha convocado el Gobierno, reclaman la cobertura de seguro y la rehabilitación de los residentes que han tenido que ser desplazados.
El caso confronta desarrollo y preservación ecológica. La ciudad creció sin control durante años, ignorando las normas municipales sobre construcción de vivienda y el daño al ecosistema local: seguir atrayendo a turistas era el único plan a tener en cuenta pese a las advertencias. Los ecologistas llevan décadas lanzando advertencias sobre Uttarakhand; desde la década de 1970 se cuentas deslizamientos de tierras. Por su quedaban dudas, un panel de expertos avisó en 1978 de que no se debían realizar trabajos de construcción importantes en Joshimath ni los valles cercanos de Niti y Mana, según ha recuperado elcanal de noticias local PTI.
Desoír el llamamiento a la cautela se está pagando con crecer. Los deslizamientos de tierra son cada vez más frecuentes, como lo son las inundaciones en la zona, porque el sistema de drenaje se queda corto para gestionar la ciudad.
El cambio climático deberá centrar la agenda de los formuladores de políticas de la India, avisan los expertos. El país tiene un objetivo de emisiones netas cero para 2070 y en 2021 ocupó el séptimo lugar en el Índice de riesgo climático global.