
La economía mundial se enfrenta en 2023 al gran reto de evitar la recesión. La crisis de Covid-19, seguida por la invasión de Rusia a Ucrania, así como las políticas de Covid cero de China, que empiezan ahora a desaparecer tras tres años de confinamientos estrictos en varias áreas del país, es lo que está lastrando el crecimiento de las principales potencias mundiales de cara a 2023.
La contracción del PIB mundial es un hecho. Según la media ponderada de Bloomberg, que se calcula mediante las predicciones de todos los analistas macroeconómicos, el PIB del globo crecerá un 2,1% en el año 2023. No en cambio, el análisis anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirma una "sustancial desaceleración" de la economía mundial este año que entra, aunque vaticina que el mundo "no entrará en recesión".
Así, los datos recogidos en Bloomberg muestran que las potencias que más aportan al PIB mundial experimentarán una fuerte contracción económica. Por ejemplo, el crecimiento anual de Estados Unidos se situaba en un promedio de entre el 2% y el 3%. Para 2023, la primera economía mundial crecerá un 0,3%.
En la misma línea estará la Unión Europea. Por lo general su economía se expande en torno a un 2% o 3% de media interanual, pero en 2023 dicha expansión se cae hasta el 0,1%, según la media ponderada de los analistas de Bloomberg.
Por su parte, China no es ajena a la contracción económica mundial. Hay que tener en cuenta que entre 2011 y 2021 la economía del gigante asiático creció en torno al 7% de media (incluso en 2010 el PIB llegó a expandirse un 10,6%), en cambio, en 2023 se espera un crecimiento del 4,9%.
Por tanto, si el mundo no entra en recesión es por el crecimiento de China. Aunque la explosión de casos de Covid tras la apertura del país puso en duda su crecimiento. Pero los expertos de Bloomberg Economics aseguran que el fin de la política Covid cero puede ser una "bendición mixta" para la economía mundial porque el resurgir del turismo, a pesar de las restricciones de muchos países, y la reapertura de los puertos comerciales puede "ayudar a aliviar la tensiones de la cadena de suministro". Pero un crecimiento tan rápido implicará "una mayor demanda de materias primas" y eso no ayudará a bajar la inflación mundial.
Alemania, por otro lado, experimentará un crecimiento negativo para 2023. Concretamente, la media de Bloomberg le atribuye un crecimiento del -0,6%. La locomotora de Europa se prepara para una entrada en el año complicada. Timo Wollmerhauser, subdirector del Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), aseguró a mediados de diciembre que la recuperación de Alemania llegará "a partir de la primavera". Mientras, el Ifo advierte que la creación de empleo se frenará en los próximos meses y se espera que el desempleo aumente en 84.000 personas en 2023.
Por otro lado, las sanciones impuestas a Rusia por parte de los Aliados debido a la invasión de Ucrania se notarán. En 2023 la economía rusa se va a contraer tres puntos porcentuales, un batacazo grande para el PIB mundial.
Lo primordial: la inflación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró en su análisis, a mediados del pasado diciembre, que lo importante ahora es "controlar la inflación", para evitar que enquiste y se vuelva perenne y esto genere inestabilidad social ante la pérdida de poder adquisitivo de las clases más vulnerables.
El investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, Federico Steinberg, asegura que todo apunta a que en Occidente va a ser "más difícil de lo previsto" reducir la inflación.
Por un lado, explica que en Estados Unidos el exceso de demanda y el recalentamiento de la economía "todavía es significativo, con un output gap que el FMI estima todavía como positivo pero que se debería cerrar a lo largo de 2023".
En el caso de la zona euro, el profesor explica que aunque ese output gap es negativo, los factores de la oferta (subida de precios de energía y alimentos, reajuste de las cadenas de suministro y cambios estructurales vinculados a la lucha contra el cambio climático), "no van a desaparecer", dijo.
La economía mundial en general va a tener una entrada complicada en el año: "Lo peor está por venir porque el efecto de la política monetaria contractiva tardará en llegar a la economía real y, durante ese retardo, el crecimiento caerá", aseguró Federico Steinberg.
Así, según las perspectivas de Bloomberg, la inflación en EEUU cerrará 2023 en torno al 4%, mientras que la eurozona rematará el año en un 6,1%. En cambio China parece que está fuera de esta corriente inflacionaria. Los pronósticos de Bloomberg dicen que el país cerrará 2023 con una inflación del 2,3%. El economista jefe de Capital Economics para China, Julian Evans-Pritchard, dijo que el alivio de la política Covid cero "podría ejercer cierta presión alcista sobre los precios en el futuro", aunque considera poco probable que la inflación en China se equipare a la de otros países.