El reciente anuncio de apertura de fronteras de China está dentro de las líneas que los principales analistas macroeconómicos dicen que debe seguir el país para tener un crecimiento próximo al 5% en 2023. Así, la media ponderada de Bloomberg, que recoge las previsiones de los principales analistas macroeconómicos, sigue manteniéndose en la horquilla del 4,7% y el 4,9% de crecimiento del PIB en 2023.
Según recogía ayer la agencia de noticias independiente Caixin, los viajeros que ingresen a China desde el exterior ya no van a tener que solicitar un Código de Salud de las embajadas de China en el extranjero, pero aún deberán presentar una PCR negativa hecha, como máximo, 48 horas antes de la salida, especifica la autoridad de salud del país asiático. Asimismo, los turistas entrantes tampoco deberán hacerse esa prueba de ácido nucleico a su llegada.
Por otro lado, a partir del 8 de enero también se suprime la política Cinco-Uno para vuelos internacionales. Esta normativa, vigente desde marzo de 2020, permite a las aerolíneas de China continental volar solo un vuelo a la semana en una ruta a cualquier país, y las aerolíneas extranjeras podían operar solo un vuelo a la semana a China.
Desde entonces, el regulador de aviación nacional modificó esta política con supresiones de vuelos o límites de capacidad para las aerolíneas si se descubre que una cierta cantidad de pasajeros se infectaron de Covid-19, o incorporaba nuevos vuelos si una aerolínea no reportaba ningún caso. Entre las 20 nuevas medidas de control de la pandemia emitidas el 11 de noviembre, China suprimió el llamado "mecanismo interruptor de circuito" que podía suspender las rutas que entregaban pasajeros positivos en Covid-19.
El documento publicado por el Gobierno de Xi Jinping especifica que se va a facilitar la entrada en el país a los extranjeros que vayan por turismo, trabajo, estudios, visitas de familiares o a hacer negocios: "Se facilitarán las visas necesarias".
En cambio, para los viajes de salida para los ciudadanos chinos, el Gobierno especificó a través de este documento, emitido por el Consejo de Estado para el mecanismo conjunto de prevención y control contra el Covid-19 que "se restablecerán de manera ordenada", sin dar más explicaciones al respecto de este tema.
Los expertos en macroeconomía ya vaticinaban que la abrupta salida de la política Covid cero iba a provocar una ola de contagios como la que está sufriendo actualmente el país, con una saturación de las UCI y las morgues de los hospitales desbordadas; al tiempo que las farmacias y las residencias de ancianos están desabastecidas de medicamentos tan básicos como el paracetamol.
El Covid será como la gripe
Otro de los indicadores que hacen ver que China va a delante con su desescalada es el tratamiento que dará al Covid a partir de ahora.
Según el documento publicado por la Comisión Nacional de Salud del gigante asiático, el Covid-19 pasará de ser una enfermedad infecciosa "Clase A", que exige medidas de control más estrictas, a un virus de "Clase B", que requiere un tratamiento más básico y prevención, tal y como sucede con la gripe.
De este modo, las autoridades sanitarias "van a eliminar las medidas de cuarentena contra personas infectadas y dejarán de identificar a los contactos cercanos o designar áreas de alto y bajo riesgo", recogía Caixin.
Mientras tanto, las infecciones siguen propagándose por todo el país desde hace varias semanas, desde el momento que las autoridades hicieron un abandono abrupto de la política Covid cero a principios del mes de diciembre. Pero no se conoce el alcance de esta explosión de casos ya que las pruebas PCR negativas ya no son necesarias para entrar en lugares públicos salvo en centros sanitarios y las residencias de ancianos, donde todavía es necesario llevar una prueba negativa.