Economía

Siria, paralizada: el país se enfrenta a la peor escasez de combustible de su historia

  • Los apagones de hasta 22 horas se han convertido en algo habitual
  • La causa es la suspensión temporal de los envíos de petróleo desde Irán
Un vendedor ambulante en una calle de Ariha, en Siria. Foto: Europa Press

Una década después de que estallara la guerra civil en Siria, la economía del país se encuentra al borde del colapso. Además de tener que hacer frente a las consecuencias derivadas del conflicto, la nación de Oriente Medio tiene un suministro de bienes básicos muy limitado, su moneda está sumamente debilitada, no cuenta con apenas infraestructuras, el entorno empresarial es extremadamente deficiente y su gasto público es muy reducido. Y, por si todo esto no fuera suficiente, ahora es casi imposible conseguir combustibles.

La escasez de gasolina ha provocado la paralización de gran parte del país, dado que no se pueden poner en marcha los generadores que suministran electricidad al sistema sanitario, el educativo, la industria y la red de abastecimiento de agua. En Damasco y su región circundante, los apagones de hasta 22 horas se han convertido en algo habitual y la gente se ha visto obligada a quemar "todo lo que encuentra para calentarse", desde madera -quien tiene dinero para pagarla-, pasando por basura y bolsas de plástico, hasta neumáticos, ropa y zapatos viejos, señala Emma Forster, responsable de política y comunicación del Consejo Noruego para los Refugiados en la capital siria.

La suspensión temporal de los envíos de petróleo desde Irán, el principal proveedor de combustible de Siria, es la responsable de la falta de suministro que sufre el país, asegura el ministro Bassam Tohme. Esta interrupción ha forzado al régimen de Bashar al-Ásad a buscar otro productor, pero esta solución está dejando a la nación en una situación comprometida, ya que está utilizando sus escasas reservas de divisas para pagar en efectivo por el combustible. Esto, a su vez ha disparado la libra siria hasta alcanzar las 6.000 unidades por dólar en el mercado negro.

Además, las autoridades sirias han recortado las ayudas que permitirían a los ciudadanos acceder a los productos petrolíferos subvencionados, en lugar de aprobar medidas para paliar esta crisis. Aquellos que todavía las reciben tienen derecho a 25 litros de gasolina cada 10 días, aunque muchas veces es cada 20 días, señalan residentes y analistas al Financial Times. En la actualidad, el litro de gasóleo y gasolina sin subsidio cuesta 5.400 libras y 4.900 libras, respectivamente.

En respuesta a esta situación insostenible, se han producido pequeñas protestas en la provincia de Sweida. Sin embargo, los expertos ven poco probable que se extiendan hasta convertirse en un gran movimiento que plante cara al Gobierno de Bashar al-Ásad.

Siria ocupará en 2023 el quinto puesto en el Índice de la Miseria con 74 puntos. Aunque el alivio de las presiones internacionales sobre los precios hará que la inflación se reduzca a la mitad el año que viene -hasta el 63%-, la inestabilidad será especialmente aguda, dado que las medidas que puede adoptar Bashar Háfez al-Ássad serán limitadas y el país seguirá sin tener acceso a la financiación exterior, según Economist Intelligence Unit. Como resultado, la tasa de desempleo podría alcanzar el 11%.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky