A la espera del conocimiento exhaustivo de la adenda que el Gobierno habrá de enviar a Bruselas en enero, elEconomista.es ha conversado con el vicecretario económico del Partido Popular, Juan Bravo. El senador y hasta hace poco exconsejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucia, no solo ha analizado la actual situación económica. El también senador ha valorado la gestión de los fondos Next Generation y al tiempo ha sido propositivo y para desvelar algunas de las recetas económicas del partido presidido por Alberto Núñez Feijóo.
¿Tendremos recesión económica?
Aquí estamos para ayudar a las familias. Y hoy las familias pagan más luz, más gas, más hipotecas y más en la cesta de la compra, y sin embargo, sus ingresos no han aumentado en esas proporciones. Eso sin duda tiene efectos sobre la economía. Solo hay que ver que España es el país de la UE que no ha recuperado la situación previa a la pandemia, con lo cual, España no está bien.
¿Estamos ante una estanflación?
La economía se ha estancado y la inflación parece que no está controlada. Estamos en el peor escenario que se puede dar, que es la famosa estanflación. Ojalá que la situación fuera positiva. Pero no se están adoptando medidas y la solución es parchear.
¿Qué tiene que hacer España frente a la dependencia energética?
Lo primero, fuera ideología y más tecnología. Lo que no se puede ser es que la decisión del Gobierno en materia de nucleares esté limitando la vida de las nucleares, cuando para España representa el 20%. En segundo lugar, en las renovables tenemos una enorme oportunidad, y resulta que la última subasta que ha sacado el Gobierno, de 3.000 MW, ha vendido apenas 50 MW. Es decir, que 2.500 millones de euros no se van a invertir. Vendrán otras inversiones, pero esas no . Y en tercer lugar, está el hidrógeno verde. Y aquí España está en la ideología. Está ralentizando todo el proceso. Y vemos que el Gobierno de Pedro Sánchez no está dando respuestas.
¿Cree que la agenda 2030 se debe ordenar de otra manera?
Nadie discute el qué, sino el cómo y las formas, los tiempos. Estamos hablando de vehículos eléctricos y sin embargo, la velocidad de implantación del vehículo eléctrico no se asoma en nada a los números que el Gobierno planteaba. El presidente Alberto Núñez Feijóo habló de ello. Hoy tenemos vehículos con una media de 13,5 años. Pues bien, en ese proceso, un coche que tiene un año y medio contamina mucho menos que el que tiene 13 años y medio. Entonces, en ese proceso de reducción de contaminación hay vías intermedias que deberíamos plantear. Hasta la señora Von der Leyen, mirando a Estados Unidos, dice que nos tenemos que plantear cosas. Y además hay que analizar la fiscalidad, los tiempos y los incentivos.
Calviño dice que España es muy interesante para los inversores
Cualquier inversión que venga a España es importante. Pero hagamos repaso. Ella habla de 3.000 MW de inversión, que no viene a España. El presidente anunció una fábrica de baterías de China en Extremadura, que en principio ya sabemos que no se cuenta con ella. Si usted se acerca al PERTEdel vehículo eléctrico, resulta que de los 2.900 millones que había, apenas se han adjudicado 280, y de esos 280 millones ya se han caído algunos proyectos. Con lo cual, yo no tengo esa sensación. Ella (Calviño) tiene que vender eso, pero no creo que España, con esta inseguridad jurídica y, con este proceso en el que el Gobierno se inventa impuestos cada semana, y cambia las reglas de juego, no escucha el concepto de colaboración público-privada, y además se demoniza a las empresas No parece que ese escenario sea el mejor para atraer a las empresas.
¿Están siendo productivos los fondos Next Generation?
Con estos fondos y con los fondos estructurales, de aquí a 2027, España tiene la oportunidad de inversión de 200.000 millones de euros. Y eso no lo ha tenido ni Zapatero ni Rajoy. Nadie. Y, ¿qué proponemos nosotros? Lo primero: cogobernanza, ese trabajo conjunto entre las CCAA y los ayuntamientos con el sector privado. Segundo, colaboración público-privada; tercero: la gestión administrativa de los fondos. Ya en el documento de abril presentamos los incentivos fiscales como ha hecho Alemania e Italia, y que permite ir mucho más rápido en la ejecución y dedicar menos trabajo a los trámites administrativos, y más a las inversiones. También podemos aprovechar la vía de los préstamos. Hay que trabajar la vía financiera. Hagamos algo parecido a lo que ha hecho el BEI.
Y, ¿estamos a tiempo?
Con el Gobierno de Sánchez no estamos a tiempo de recuperar los Next Generation. Con otro gobierno le aseguro que los Next Generation y otros fondos serán una prioridad y se ejecutarán. No le quepa la menor duda.
Imagine que mañana es ministro de Economía y tiene que mandar la adenda a Bruselas. ¿Qué priorizaría?
Lo primero, sentarnos con las CCAA, Ayuntamientos, sindicatos y patronal y, con las entidades financieras. Nosotros le pediríamos a las entidades financieras que fueran partícipes, como hace el ICO, en un porcentaje de esos importes, para que haya una corresponsabilidad en el riesgo y, a partir de ahí, intentar trasladar a todo el mundo la oportunidad que tiene. Son préstamos a devolver hasta 2058. Imagine 36 años de espacio para esos proyectos de transformación que nos piden a España. Porque Europa no ha pedido lo que está haciendo España, que es el Plan E de Zapatero.
¿Cuál es el plan económico del PP?
Seis puntos. El primero apuesta por una fiscalidad orientada al empleo y al crecimiento. No se trata de bajar impuestos por bajar. El segundo, una reducción del gasto político superfluo. Tenemos escenarios como el que ha mostrado el IEE de 60.000 millones de euros. Pero, dejémoslo en 15.000 millones. Por ejemplo, para las pensiones. También tenemos el informe de la AIReF, que habla de 104.000 millones de repaso, y de esos 104.000 millones, decía que 25.000 tenían una mejor gestión. Bien, dejémoslo en la mitad, en 12.500 millones. O, los 252 millones que han incrementado el gasto de asesores en el ámbito del Gobierno. En tercer lugar: la simplificación de los trabajos burocráticos, a lo que además hay que sumar una profunda reforma de la administración, con la introducción de la tecnología. En quinto lugar, el crecimiento. Tenemos un margen para crecer y tener más PIB como Italia y Alemania. Hay que indentificar el tema energético, industrial y el turismo. Y por último, tenemos áreas con capacidad de mejora y, todo esto tiene que estar orientado al empleo. Fíjese, si nosotros tuviéramos el nivel medio de desempleo de la UE, eso significaría que en este país trabajarían 1,6, o 1,7 millones de españoles.