
La economía española apenas crecerá un 1,2% del PIB el próximo año, con un peligro añadido de elevada incertidumbre y una inflación que no bajará del 4%, al menos en el siguiente ejercicio. En definitiva, una clara tendencia a la estanflación, como así prevé el Instituto de Estudios Económicos en su último Informe Semestral de Coyuntura Económica, publicado este lunes y titulado La ralentización, principal riesgo para 2024.
Inmersa la economía mundial en unas tasas de inflación más persistentes que hace unos trimestres, y con señales de desaceleración económica generalizada -y aunque la pérdida de dinamismo está siendo más moderada de lo que anticipaban los indicadores de confianza-, no obstante el IEE aprecia un horizonte de riesgo cada vez mayor de ir a una etapa de estanflación.
En opinión del Instituto de Estudios Económicos, la economía española registrará un crecimiento del 4,5% este año, fundamentalmente por el impulso de ahorro embalsamado sobre el consumo y de la recuperación de turistas internacionales, lo que viene a confirmar que la economía española está mostrando una evolución más positiva de lo que cabría esperar.
No obstante, y pese a esta tendencia, el IEE no cree que la economía española crezca más del 1,2% de su PIB en 2023, debido a la gran incertidumbre, y con una inflación que va a continuar siendo superior al objetivo de inflación del BCE.
En cuanto a la inflación, el IEE espera que la media del IPC de 2022 se sitúe en 8,5%, cerrando el año cerca del 6%, con un promedio de la subyacente alrededor del 5%. Asimismo estima que, a pesar de las tensiones de los precios deberían ir moderándose, la inflación general de 2023 estará en 3,9%, muy lejos del 2% que pide el Banco Central Europeo, al tiempo que inflación subyacente podría situarse en el entorno del 35,5%.
De otro modo, el IEE señala en su informe que el mayor dinamismo del empleo en el sector privado, en comparación con el sector público en 2022, refleja que las empresas siguen esforzándose por mantener sus trabajadores, en un contexto en que se han encarecido los costes de producción, de incertidumbre económica, y de bajos niveles de confianza, lo que a la postre ha perjudicado a la competitividad de las empresas.
Menos horas trabajadas
En lo relativo al empleo, el Instituto de Estudios Económicos -destaca como el empleo ya supera los 20 millones de ocupados, sin embargo subraya, como las horas trabajadas, y según Contabilidad Nacional, todavía no ha alcanzado los niveles prepandemia. Y en este sentido destaca que el PIB sigue estando por debajo de los niveles prepandemia, concretamente es inferior en un 2%. Y en cuanto a la tasa de paro, prevé el IEE que se sitúe en el 13,1% en 2022 y, el 13,5% en 2023, por tanto, con menor creación de puestos de trabajo de los previsto.
Menos regulación y más estabilidad
El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Iñigo Fernández de Mesa, defendió que nuestro sistema fiscal necesita de menor regulación y de mayor estabilidad para no perder el atractivo inversor que tradicionalmente ha tenido España. En ese sentido, enmendó impuestos como el dirigido a la banca, a las eléctricas o a las grandes fortunas, que en su opinión, ahuyentan, incluso a los inversores nacionales y a los directivos internacionales con tipos marginales entre 10 y 15 putos más elevados en España que en el resto de Europa.