Es muy probable que alguien se haya encontrado entre los movimientos de su tarjeta bancaria una operación que no tuviese lugar, o probablemente se conozca a alguien a quien le pasó esto mismo. En situaciones similares lo principal es asegurarse de que la cuenta está segura, y por supuesto reclamar dicho importe.
El Banco de España, en su Portal del Cliente Bancario, indica que el titular de la cuenta en cuestión debe primero informar a su banco o entidad emisora de la tarjeta, para indicar que la operación no ha sido realizada por el poseedor del depósito.
Por supuesto, la autoridad española pide actuar cuanto antes. La normativa muestra que el afectado tiene un plazo de hasta 13 meses para reclamar el cargo, y que para proceder es necesario utilizar el teléfono de urgencia 24 horas que tiene la entidad.
Intentar que sea la única vez
En caso de que la cuenta esté realmente amenazada, al no informar del cobro ilegítimo pueden surgir varios problemas para el titular: sustracción de datos personales, robo, pérdida o clonación de la tarjeta. Avisando al banco se evita que puedan cargarse en la cuenta otros movimientos ilegítimos, que podrían llegar a pasar desapercibidos dependiendo de su importe y de la circunstancias.
Las entidades bancarias normalmente poseen formularios de cargos no reconocidos para sus clientes. Así, estos podrán informarles desde sus sucursales o desde la página web. En estos documentos se añaden datos como la fecha de cobro y el importe sustraído. En caso de ser un robo, además, deberá incluirse la denuncia ya realizada.
¿Cómo prevenir estas situaciones?
De nuevo, el Banco de España aporta su grano de arena, indicando varias formas de prevención en su sitio web: introducir los datos bancarios tan solo en sitios que se sepa que son seguros, o leer la letra pequeña de suscripciones y servicios, ya que pueden incluir la renovación automática y quizás el comprador no lo desee.
Otra medida, obvia pero muy importante, es cuidar correctamente todo aquello que sirva para realizar pagos; tarjetas, teléfono móvil o incluso un reloj inteligente. Otra medida bastante obvia es revisar a menudo los movimientos de la cuenta, y conservar los comprobantes de pago ayudará en esta labor.
Otro consejo, una vez habiendo identificado un cobro ilegítimo, es comunicar lo antes posible al banco la situación. Finalmente, el Banco de España pide no dar datos por internet que no se ofrecerían a un transeúnte, incluso si el individuo u organización que los demanda parece fiable.
No siempre se recuperará el dinero
El banco debe concluir que efectivamente el pago en cuestión no ha sido autorizado, y así tiene la obligación de devolver el dinero a su cliente en el plazo de un día hábil (hasta el final del día siguiente) desde que el cliente haya notificado el cobro ilegítimo. Sin embargo, si la entidad cree que el dinero cobrado a su usuario no es tal, sino que fue autorizado, entonces este no tendrá más remedio que asumir la pérdida.
Existen varios supuestos en los que esto puede suceder: si el titular de la cuenta ha llevado a cabo algún fraude, si esta persona no cuida su tarjeta y demás elementos mencionados anteriormente (actitud irresponsable o negligente), o si realiza acciones que comprometen su propia seguridad financiera, como facilitar datos y claves a terceras personas.