En un entorno marcado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, cambiar de puesto de trabajo se ha convertido para la mayoría de los trabajadores en la vía para mejorar su salario. Aunque las cifras varían en función del puesto, el sector, la cualificación y la experiencia, los expertos del sector de la selección del talento coinciden en unas cotas de hasta 5.000 euros para un junior y 10.000 euros para un senior cualificado.
En el último año, las dimisiones de trabajadores con un contrato indefinido notificadas a la Seguridad Social se han disparado un 153%. Aunque las cifras de España quedan lejos de las de otros países, como Estados Unidos, sí dan cuenta de un 'sobrecalentamiento' del mercado laboral que resiste a la incertidumbre económica.
El dato sorprende incluso al propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que ha sometido a revisión las estadísticas. En principio, el incremento parecía responder al impacto de la reforma laboral en el aumento del empleo indefinido (y que solo la mitad de lo nuevos empleos lo son a tiempo completo).
Pero la persistencia del fenómeno, diez meses después de la aprobación de la norma y siete desde su entrada plena en vigor, parece responder también a otras causas. Los profesionales de los recursos humanos consultados por elEconomista.es lo tienen claro: recuerdan que una dimisión implica un cambio de empleo, y la razón principal para abordarlo es el progreso profesional y la mejora salarial que la acompaña.
Esto significa que la rotación voluntaria en los puestos de trabajo se ha disparado, aunque la involuntaria, provocada el por elevado peso del empleo eventual (ya sea por contratos temporales propiamente dichos o fijos discontinuos), sigue siendo mayoritaria. Pero esto supone un cambio importante en ámbitos donde el empleo cualificado estable era mayoritario.
El tiempo medio de permanencia en un puesto de trabajo de un profesional cualificado en los sectores punteros se ha reducido a un año y seis meses, según explica a elEconomista.es el director para España de Walters People, Alex Coffin.
Aunque este dato está afectado sobre todo por la elevada rotación del sector tecnológico, que afecta al 35% de las plantillas, y de otros sectores al alza como el de las energías renovables. En otros, como el financiero, la 'fidelidad' dura entre cinco y siete años.
También influye la edad del candidato: los 'millenials' son mucho más propensos a cambiar de empleo, sobre todo en los sectores más pujantes. En su caso, es una jugada bastante más arriesgada por el lastre que puede suponer en su currículum estancias muy cortas en un puesto, aunque se traduce en incrementos salariales de hasta 6.000 euros. Aunque esto ya no está "mal visto", según Coffin.
Una menor censura a los saltos de empleo contrarresta hasta cierto punto el impacto del mayor pesimismo ante la coyuntura económica, que afecta más a los trabajadores de mayor edad y con responsabilidades familiares, que exigen subidas más altas para arriesgarse. De hecho, entre los perfiles directivos se alcanzan hasta los 20.000 euros.
Más dispuestos al riesgo
Noelia Castillo, managing director de la consultora NewRole, plantea que existe un 30% de candidatos que buscan activamente un cambio de empleo, y exige no solo mejore salarios, sino mejores condiciones como la flexibilidad o el teletrabajo. Pero estos no bastan para cubrir la demanda de las empresas.
Los restantes se dividen entre un 40% dispuestos a escuchar una oferta conveniente y un 30% algo más inmovilistas, que deciden en función de sus circunstancias vitales (desde las familiares al coste de la vida). En un momento en el que la pérdida de poder adquisitivo se convierte en un lastre estos también se vuelven más dispuestos a correr riesgos.
Otro factor clave que tensiona la negociación salarial es la diferencia con otros países europeos. Por ejemplo, un trabajador medio en Madrid o Barcelona gana 1.800 euros menos al mes que un berlinés, según datos de la consultora TalentUp.io. En términos anuales la diferencia supone 21.600 euros, aunque también quedan por detrás de las demás grandes capitales tecnológicas, financieras y económicas, como Londres y París.
Además, en casos como el de Berlín o Dublín el número de profesionales, trabajando o desempleados, es más bajo que en Madrid y Barcelona. La combinación entre mejores salarios y mayor demanda de trabajadores hace que muchos profesionales cualificados de todo tipo de sectores, desde el tecnológico a los más digitales, estudien con mayor interés la posibilidad de desplazarse, a pesar incluso de la diferencia en el coste de la vida.
Aunque todos estos datos corresponden a la denominada "oferta oculta", es decir, aquella que no se recoge en los portales de empleo. Pero, de hecho, la subida salarial recogida en estas en España es la mitad que en Alemania y queda tres puntos por debajo de la zona euro, según los datos del metabuscador de ofertas Indeed.