La sombra de una contracción económica en la UE, acuciada por los altos precios de la energía y los elevados niveles de inflación, toma forma. Y si esta semana el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, apuntaba a la posibilidad de una recesión en el mercado comunitario, las previsiones económicas presentadas este viernes por Bruselas confirman tales perspectivas. Y es que el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha puesto sobre la mesa una contracción de la economía de la UE en los dos próximos trimestres.
En lo que respecta a España, las proyecciones económicas de otoño del Ejecutivo comunitario rebajan sustancialmente las perspectivas de expansión del PIB respecto a las estimaciones del Gobierno y a las suyas propias. Bruselas ha recortado hasta el 1% el crecimiento de España en 2023, frente al 2,1% que pronosticaba la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, el pasado octubre en Luxemburgo.
Este 1% de crecimiento del PIB en 2023 también corrige y recorta a la mitad los pronósticos elaborados por el Ejecutivo comunitario el pasado julio, que cifraban la expansión del PIB español en el 2,1% el próximo año.
Preguntado por la desviación de las proyecciones para 2023 entre el Ejecutivo comunitario y el Gobierno español, Gentiloni ha explicado que se basa en que la previsión de Bruselas contempla una menor contribución del consumo privado y de las inversiones en 2023.
"El nivel de crecimiento en España para el próximo año se estima en un 1% y en un 2% en 2024, que es probablemente el nivel más alto entre los miembros de la zona euro", ha agregado el comisario italiano.
En su análisis país por país, Bruselas ha hecho hincapié en que los niveles de déficit de España continuarán por encima del 3% en el horizonte dibujado en estas proyecciones económicas. Además, ha subrayado que si bien pronostica un fuerte crecimiento económico para España en 2022, se espera que se desacelere en 2023 por "las disrupciones creadas por la agresión de Rusia contra Ucrania". Respecto al pico de inflación registrado en julio, el Ejecutivo comunitario apunta que dibujara una senda a la baja en los próximos meses.
España junto con Grecia, Francia o Italia atestiguarán una de las mayores ralentizaciones económicas el año que viene, según las estimaciones de Bruselas, con más de 3 puntos de recorte en el crecimiento del PIB de 2022 a 2023.
Grecia experimentaría la mayor contracción, con una expansión del PIB del 6% en 2022 para caer al 1% en 2023. Francia crecerá un 2,6% este año y un 0,4% en 2023. Una dinámica que se replicará en Italia, con una expansión del PIB del 3,8% en 2022 y un 0,3% el próximo año.
Aunque los peores augurios recaen sobre la economía alemana con un aumento del PIB del 2,6% para el presente ejercicio y una contracción de seis décimas en 2023, para el principal motor económico de la UE.
"Se estima que España experimentará una desaceleración del crecimiento", ha agregado el comisario de Economía, durante la presentación de las proyecciones económicas este viernes.
"Las presiones de los altos precios de la energía se aliviarán a partir de 2023, lo que permitirá una recuperación gradual en la actividad" al calor de la reactivación del consumo y la normalización del turismo, ha concretado Gentiloni.
Así, las estimaciones del Ejecutivo comunitario apuntan a una recuperación del crecimiento del PIB en la segunda mitad de 2023. Una recuperación al que la Comisión espera que el Plan de Recuperación también aporte su granito de arena.
Además, de cara a 2024, Bruselas ha señalado que el crecimiento económico se situará en torno al 2% por el fortalecimiento de la demanda doméstica y externa además de la contribución de las inversiones. A este respecto, el comisario de Economía ha destacado que esta expansión económica será más "robusta" en 2024.
Ha sido tras la publicación de las previsiones económicas de otoño que el ministerio de Asuntos Económicos ha interpretado que Bruselas "respalda las estimaciones fiscales del Gobierno" y ha puesto en valor que "la previsión de deuda pública a finales de 2023 es idéntica a la de los Presupuestos Generales del Estado y una senda de reducción de déficit que permitirá estar por debajo del 3% del PIB en 2025".
Eleva ligeramente las previsiones de 2022
Y es que las previsiones de crecimiento económico para cierre de este año de la Comisión Europea son un poco más halagüeñas que las planteadas inicialmente. En sus proyecciones de otoño, Bruselas ha elevado al 4,5% la expansión del PIB español, frente al 4% que cifraba en las prospecciones de julio. Una cifra, en todo caso, que se mantiene en línea con las estimaciones fijadas por el ministerio de Economía, que apuntaba en octubre a un crecimiento del 4,4% en 2022.
Ya con la vista puesta en 2024, Bruselas ha proyectado una expansión del PIB español del 2%.
En todo caso, la Comisión Europea ha justificado que esta crecimiento de la economía del 4,5% se apoyará en el repunte del turismo, desde los bajos niveles de la pandemia, en las medidas gubernamentales para mitigar el impacto del alto precio de la energía y en la "resiliencia del mercado laboral".
Otra mala noticia para 2023 son las perspectivas del índice de precios al consumo proyectadas para España. La Comisión Europea ha incrementado al 4,8% las estimaciones de niveles de inflación el próximo año, una cifra que supone un alza del 1,1% respecto a las cifras arrojadas en verano.
Por otra parte, el Ejecutivo comunitario espera que España cierre este año con una tasa de inflación del 8,5%, frente al 8,1% que pronosticaba en julio. El alivio no llegará hasta 2024, cuando los niveles de inflación previsiblemente retomarán una senda a la baja hasta el 2,3%, según las previsiones económicas de otoño.
A este respecto el ministerio de Asuntos Económicos se ha apresurado a destacar que "la Comisión prevé que España tenga una bajada intensa de la inflación en los próximos años y alineada con la media este año".
En su análisis Bruselas ha indicado que los niveles de inflación se situarán en el 4,8% en 2023, repercutiendo la moderación de los precios de la energía y el enfriamiento de la demanda. De cara a 2024, la Comisión Europea rebaja esta tasa al 2,3% ,si bien la inflación subyacente continuará elevada durante todo el horizonte pronosticado. Así, ha advertido de los riesgos inflacionarios del alza de los salarios.
Ralentización en la reducción del déficit público
El Ejecutivo comunitario ha lanzado una advertencia al Gobierno español: la senda de reducción del déficit se ralentizará por las medidas impulsadas por el Ejecutivo español para mitigar los precios de la energía, que en su conjunto representan el 1,6% del PIB.
Algunas de estas medidas, como la reducción del IVA de la electricidad y el gas, la exención del impuesto sobre el valor de la producción de electricidad reducirán los ingresos del Gobierno. Otras, como los 20 céntimos por litro de carburante o el bono social aumentarán el gasto.
Bruselas ha proyectado una contracción del déficit público sobre el PIB del 6,9% en 2021 al 4,6% en 2023. En 2024, la previsión del déficit sobre el PIB se recortará al 3,6%, por el crecimiento económico. La deuda pública se reducirá gradualmente del 114% del 2022 al 112,1% en 2024.
Caída del turismo y reforma de las pensiones
La Comisión Europea ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de las pensiones en España, en su análisis país por país, y señala que el vínculo entre las pensiones a la inflación tendrá un peso considerable en los Presupuestos del Gobierno en 2023.
Preguntado por esta cuestión, el comisario de Economía ha contextualizado que será "parte de la cuarta solicitud de pago" del Plan de Recuperación y se ha mostrado confiado en que "continuará el diálogo entre los servicios de la Comisión y las autoridades españolas" para que "las cuestiones sobre el funcionamiento de las pensiones se acuerden de forma satisfactoria".
En su análisis el Ejecutivo comunitario ha advertido del riesgo de desaceleración de la actividad turística en España en la segunda mitad de este año. Un sector que dibuja una trayectoria económica descendente "debido al deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial" que "repercute negativamente sobre la demanda.
El buen comportamiento del mercado laboral ha sido uno de los aspectos positivos que la Comisión Europea ha destacado, con una tasa de desempleo que se mantendrá "estable" en 2022 y 2023, en niveles del 12,7% para descender ligeramente al 12,6% en 2024. Además, Bruselas espera un repunte de los salarios para finales de año y en el inicio de 2023, si bien este avance se efectuará en niveles más bajos que el alza de los precios. La situación redundará en una mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos de cara a 2024, según la Comisión.
Ralentización económica en la UE y la eurozona en 2023
"Esperamos que la economía de la UE se contraiga tanto en el actual trimestre como el primer trimestre de 2023", ha reconocido Gentiloni durante la presentación de las previsiones económicas de otoño, que ha añadido que esta recesión "técnica" se extenderá a la mayoría de los Estados miembros que experimentarán, de la misma forma, una contracción económica en los dos próximos trimestres.
Así Bruselas corrige sus estimaciones para 2023 a la baja, con unas proyecciones que rozan el crecimiento cero y que ponen sobre la mesa una posible estanflación. La Comisión Europea ha pronosticado que el crecimiento en la Unión Europea y en la zona euro se situará en el 0,3% el próximo año, frente al 1,5% estimado en verano para la UE y el 1,4% para la eurozona.
Los niveles de inflación seguirán en cuotas elevadas si bien algo más bajas que en 2022. La Comisión Europea ha estimado que la inflación en la UE será del 6,1% y del 7% en la eurozona en 2023, lo que supone elevar los pronósticos del 4,6% y el 4%, respectivamente, de julio.
El Ejecutivo comunitario también se ha visto obligado a corregir sus perspectivas para el conjunto del mercado comunitario y la eurozona. Así, ha incrementado los pronósticos de crecimiento económico en 2022 en la UE hasta el 3,3%, frente al 2,6% previsto en julio. Una cifra que arroja también para el conjunto de la economía de la zona euro, frente al 2,6% que apuntaba en verano.
El comisario de Economía ha indicado que las previsiones económicas se han elaborado bajo el precepto de que las tensiones geopolíticas se mantendrán en el horizonte proyectado hasta 2024, así como las sanciones contra Rusia. Por lo que continuará la reducción de la demanda de gas, así como la diversificación del suministro a nivel comunitario.
Además, ha aumentado sustancialmente las estimaciones de la tasa de inflación para este año, hasta el 9,3% en la economía comunitaria, más de 1,5 puntos porcentuales sobre el 7,6% que pronosticaba en julio. En todo caso, parece que la UE sufrirá la inflación más que la zona euro, pese a que sus pronósticos se elevan al 8,5%, desde el 8,3% estimado en verano.