
Las consecuencias de la ofensiva europea contra el alza de los precios ya se deja sentir. El boletín mensual publicado por el Banco Central Europeo (BCE) señala que el encarecimiento de la financiación bancaria se agudizó en octubre, afectando especialmente a los préstamos a los hogares. Según la autoridad monetaria, las entidades prevén que sus criterios de concesión sigan endureciéndose en el cuarto trimestre.
Sin embargo, la gran víctima de la subida de los tipos fue la demanda de los préstamos con fines de inversión, que mantiene la caída que inició en el segundo trimestre. En este punto, el informe espera una ralentización de la inversión empresarial durante la segunda mitad de año, y pone como ejemplo el recorte del 0,4% hasta agosto de la tasa de crecimiento de producción industrial y el retroceso del PMI de nuevos pedidos registrado durante el tercer trimestre. "En la última encuesta telefónica realizada por el BCE, las empresas sugirieron que la actual indecisión a la hora de invertir obedece a una combinación de incertidumbre elevada, altos precios de la energía y aumento de los costes de financiación", revela la institución europea.
El Eurobanco apunta especialmente al efecto que la inflación está ejerciendo sobre el mercado inmobiliario. Sus previsiones anticipan que la inversión en vivienda habría vuelto a caer en el tercer trimestre, tras el descenso del 0,7% registrado entre marzo y mayo. Según una encuesta de la Comisión Europea, el índice de tendencias de la actividad de la construcción también siguió cayendo en el tercer trimestre debido al recorte de la demanda, el deterioro de las condiciones financieras y la crecien te escasez de material.
Freno del consumo
El boletín mensual aprecia un freno en el consumo de la eurozona, "el crecimiento del consumo real de los hogares se habría moderado en el tercer trimestre, y se espera que siga debilitándose en el último trimestre del año". En concreto, el texto justifica su predicción en la debilidad de la evolución de las ventas minoristas, que entre julio y agosto se situaron un 1,1% por debajo del nivel del segundo trimestre.
El documento recoge además la caída del 17% en las matriculaciones durante los meses de junio y septiembre, y el indicador de confianza de los consumidores comunitarios, en valores mínimos a cierre del tercer trimestre. "Las previsiones de compras importantes de los hogares disminuyeron en septiembre, en consonancia con el deterioro de las expectativas económicas y financieras", apuntan desde el BCE.
Medidas fiscales inadecuadas
Aun así, y a pesar del alza de los precios, el ahorro que los hogares consiguieron acumular durante los años de pandemia podría amortiguar el impacto de la inflación en el consumo de las rentas medias y altas, menos expuestas al coste de los productos esenciales. No obstante, ese colchón financiero de las familias cayó en el segundo trimestre. La tasa de ahorro se redujo al 13,7% hasta mayo, "y se prevé que siga cayendo en la segunda mitad del año".
Medidas fiscales temporales y destinadas a auxiliar a las rentas más bajas
En contra, el informe insiste en que los más vulnerables tendrán que "reducir su consumo y ahorro reales en respuesta a las perturbaciones de los precios de la energía y los alimentos". En este punto, la autoridad monetaria considera que las medidas de apoyo fiscal aprobadas por los gobiernos son "inadecuadas" para los hogares con rentas bajas y recuerda que el número de personas que cree que no podrá pagar sus facturas de suministros básicos a tiempo se ha disparado desde el inicio de la crisis energética. "Las medidas de apoyo fiscal para proteger la economía del impacto de los precios de la energía deberían ser temporales y enfocarse a los más vulnerables", apunta el texto. El banco central insiste en la necesidad de una mayor coordinación entre la política fiscal de los países y la estrategia monetaria iniciada desde Fráncfort.
La percepción del regulador europeo coincide con la recogida por las principales organizaciones nacionales e internacionales, que durante las últimas semanas desaconsejaron la rebaja general de impuestos a la electricidad y la bonificación a los carburantes. El pasado martes, Fedea aseguró que el Ejecutivo español "está gastando demasiado dinero en ayudas generales que están incentivando el consumo energético en un momento en el que necesitamos justamente lo contrario". En concreto, los expertos de la entidad demandan que las medidas de auxilio contra el impacto de la inflación se redirijan a los hogares con rentas más bajas y sectores más azotados por la tormenta de los precios.